11.- Recopilación de villanos

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"No te preocupes, mi Lady, todo saldrá bien"

Me desperté de golpe. Estaba en mi habitación. Tikki salió de entre mis sábanas.

-¿Qué sucede, Marinette?-preguntó el kwami.

-No lo sé, me... me hablaba.- dije frotándome los ojos.

-¿Quién?- dijo Tikki posándose en mi hombro.

-No sé, creo... creo que Chat Noir.- pensé en voz alta.- "No te preocupes, mi Lady, todo saldrá bien".

Tikki se puso dubitativa.

-¡Ya está!- gritó de pronto el kwami.- ¡Recuerdo que te dijo eso el día que perdiste la memoria!

Me miré los dedos de los pies. Tikki se metió de nuevo en las sábanas y se hizo una bolita.

-¿Qué pasó, Tikki?- pregunté en tono triste.

Abrió un ojo y me miró. Pero no dijo nada. Solo con mirarme comprendí que no me lo iba a decir de ninguna de las maneras. Me tapé de nuevo y me dormí. Me desperté por la mañana bastante tarde. O más bien, me despertaron.

-Marinette.- me tocó alguien el hombro y me quitó la sábana.

Abrí un ojo. Era Chat Noir.

-¿Qué haces aquí?- pregunté tapándome de nuevo.

-Quise venir a verte.- dijo y se sentó en la cama junto a mí.

-Tienes la manía de venir a verme.- le dije sentándome en la cama.- Escucha, si es por lo del beso de anoche...

-¡¿Qué?! ¡No, no es eso!- dijo y se sonrojó.

Solté una risa. Y él se rió también.

-Te quedaste como un tronco y te traje a casa.- habló mientras seguía riéndose.

-¡Marinette!-me llamó mi madre.-¿Estás con alguien?

Me asusté.

-Vete, vete.- le indiqué que se fuera.

Salió por la buhardilla. Entró mi madre en mi cuarto.

-Creía haber escuchado voces.- dijo mamá.

Me encogí de hombros. Me dio la ropa para que me vistiera y salimos a dar una vuelta. Pasamos todo el día con Alya y su madre en una piscina pública. Nos lo pasamos muy bien. Volvimos a casa bastante tarde. Subí rendida a mi cuarto y me tiré en la cama.

Esperé a Chat Noir, pero no apareció. Me supuse que estaría buscando al akuma y me preocupé. Sonó mi celular. Me levanté de mi cama y me dispuse a buscarlo. Miré en todos los lugares que se ocurrieron. Abrí un cajón del escritorio. ¡Ahí estaba!

Lo cogí. Debajo, había un libro que me llamó mucho la atención. Leí el título. "Villanos akumizados". Ignoré el teléfono.

-¿Qué es esto, Tikki?- le pregunté a mi kwami mientras abría el libro.

-Un recopilatorio de los villanos akumizados.- me respondió mientras se acercaba volando.

Lo abrí. Conté las páginas. Setenta y cinco villanos akumizados. Los miré uno por uno. Muchos de aquellos akumas eran conocidos míos. Iván, Aurore, una chica de otra clase; Nino,... Alya,... Nathaniel,... Kim,... Sabrina, Chloé,... Juleka,... Rose, Lila...
Me pasé directamente a las últimas hojas del libro. Mireille, una compañera de Aurore; Chat Noir... ¡Chat Noir!

-¿¡Chat fue akumizado!?- exclamé asustada.

Miré la fecha. No haría menos de un mes.

-Unos días después de purificar su akuma os rebelasteis las identidades.-me comunicó mi kwami.

Sonreí para mí misma intentando imaginarme aquello.

Pasé a la última página del libro. Aracne. La chica con quién nos habíamos enfrentado el día anterior. No ponía fecha. Supuse que era porque no la habíamos derrotado aún.

-¿Quién hizo esto, Tikki?- le pregunté al kwami por aquel libro.

-Lo hiciste tú, Marinette.-me señaló.- Desde el primer villano al que te enfrentaste, recopilaste esto en secreto. Ni siquiera Chat sabe que existe.

Lo miré y lo guardé de nuevo en su sitio. Me acosté. Tenía sueño, pero no pude dormir pensando.

El domingo transcurrió normal. No fuimos a ningún sitio. Estuve en casa jugando con la consola. Y por la noche patrullé con el gatito.

-Oye, mi Lady.- dijo Chat en tono serio.

Ya estábamos volviendo a mi casa.

-¿Sucede algo?- le pregunté aterrizando en mi balcón.

-Tengo que contarte algo.- se sentó sobre la baranda de la azotea.

Miré algo preocupada.

-Tengo que decirte quien soy en realidad.- dijo mirándome a los ojos.

Me puse colorada como un tomate. Había descubierto que Chat Noir me gustaba y estaba como un flan.

-Ah-ah b-bien.- tartamudeé.

Sonó su anillo.

-Te vas a destransformar.- dije con el corazón a cien.

-Ya lo sé, mi Lady.

Lo besé. No pude resistirme a hacerlo de nuevo. No me importaba quien estaba tras esa máscara, estaba claro que lo quería. Y él a mí.

-¡Marinette!-me llamó mi madre.

-Lo siento.- me disculpé yo.- Mañana será.

Él me sonrió y me besó nuevamente. Saltó a un tejado y se fue.
Bajé a mi cuarto y me destransformé.
Mi madre asomó su pelo azabache por la puerta de mi habitación.

-Buenas noches, Marinette.- dijo mi madre y me arropó.

-Buenas noches, mamá.

Mi madre bajó al salón. Tikki salió de su escondite.

-Parece que a alguien le gusta cierto gatito.- comentó el kwami carmesí.

-¿¡Qué!? No, claro que no...- no pude evitar sonrojarme.- Vale Tikki, lo admito. ¡Me gusta!

Se puso seria.

-Espero que mañana no te lleves una desilusión.- dijo en tono seco mientras se acurrucaba en la cama.

La miré extrañada. ¿Por qué me iba a desilusionar?

MIRACULOUS ⼀ MA PETITE COCCINELLE (2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora