Prólogo

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Estaban todos callados, completamente mudos, al parecer su presencia les había afectado, había aparecido sin previo aviso entre los invitados, todos palidecieron al darse cuenta de que estaba presente, después de todo, era la reunión para decidir su muerte, y no es común que el propio cordero entre a voluntad en la boca del lobo, pero luego de unos momentos dejaron su letargo para alertar de que el intruso no venía en son de paz, vestido completamente de negro, con una capucha que encubría su cuerpo delgado, unos pantalones anchos pero que terminaban entrando en la caña de sus botas, las cuales eran bastantes grandes, a la espalda llevaba una katana de funda completamente negra, y en la empuñadura dejaba colgar un pañuelo manchado de sangre, colgado al cinturón llevaba un revolver de dudoso calibre, las correas que le cruzaban el pecho por sobre el abrigo formando una equis ,estaban repletas de cuchillas y una que otra granada.
Uno de los oficiales intento sacar su revolver rápidamente, pero fue detenido violentamente por Nick.
-Tranquilo.-le dijo.- si de verdad viniera a matarnos no se hubiera aparecido en frente de todos.
-Correcto.-afirmó el intruso.- al menos Nick sabe analizar la situación, me cuesta creer que tales lentos estén tan arriba en el ejército del Imperio Clok, tengo ante mi a comandantes, oficiales, generales y capitanes, de los mejores del Imperio, pero sólo un oficial a reaccionado, y a reaccionado mal.
-¿Eres estúpido?.- dijo Graham con una voz calmada- todos menos Nikolai nos hemos dado cuenta de tus intenciones pese a que vengas armado.
-Así que Nikolai....- el intruso se quedó pensativo, ignorando el insulto de Graham.- bueno, ya que presiento que queréis saber mis intenciones por que todavía no tengo una bala en el cráneo, procederé a contárselas.
-Ve al grano.- dijo Graham con un tono seco.
-Bien, ¿Por qué? Viejos amigos ¿Por qué planeáis mi asesinato? ¿Acaso el incidente en las costas de Kril no a sido perdonado?
-Exacto.- dijo Yurgen, que estaba atrás de todos- ni nosotros ni el emperador justificamos tu actuar en aquellas costas, asesinaste a una princesa de un planeta neutral, y por culpa de tu actuar debimos invadir el planeta, es por eso que ya no formas parte del consejo militar del Imperio Clok y es por eso que planeamos tu asesinato, eres una vergüenza para este Imperio.- Yurgen avanzó hacia el intruso a paso acelerado.- Y además eres un completo estúpido, me cuesta creer que formarás parte del sistema de espías del Consejo, has venido a nosotros y ahora no hay necesidad de planear nada.
Todos los presentes en la reunión desenfundaron sus armas, revólveres, espadas, lanzas, hachas, mazas, escopetas y un sinfín de armas apuntaron al intruso quien dijo en tono muy calmado, casi como si no estuviera poniendo atención a lo que ocurría a su alrededor
-Ustedes me conocen, siempre han visto al torbellino desde atrás, observando como se abría paso y saben lo que es capaz de hacer ¿se arriesgarían a verlo de frente?
-Conocemos muy bien tus habilidades.- dijo Graham.- pero también conocemos las nuestras y es imposible que salgas vivo.
El intruso asintió con la cabeza, luego en un abrir y cerrar de ojos se escabulló por los costados de la sala esquivando las balas, salto a las espaldas de sus agresores, pero estos mostrando sus habilidades siguieron su movimiento, las lanzas fueron los primeras en empalar al objetivo quien al sentirlas clavadas en las costillas se las quito con las manos, cayendo al suelo.
Por algún motivo las lanzas habían quedado deshechas, el acero de las puntas estaba retorcido en una espiral perfecta, pero había sangre en ellas, advirtiendo que habían acertado de lleno en el intruso.

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