Entre La Oscuridad

Capítulo 1

Lo recuerdo perfectamente era de noche. Las calles de la ciudad se encontraban desiertas. Todo era oscuridad, los demonios salían en busca de su presa y ahí estaba yo, una chica vampiro novata acechando a su presa.Beber sangre humana para mi era algo muy desagradable,desde el momento en que sufrí el accidente y decidieron que mi vida cambiaría de esta manera me volví una persona muy solitaria, ya que perdí a toda mi familia y a todas las personas a las que quería y ya se imaginarán lo infeliz que me he vuelto a causa de todo esto.
Seguramente querrán saber que fue lo que me sucedió, todo pasó hace tres meses atrás; yo era una persona normal, buena estudiante, mi familia tenía una economía bastante estable, pero todo eso cambió en pocos minutos.
Un día común y corriente, mi familia y yo regresábamos de la playa, durante el trayecto veníamos cantando. Todo era perfecto hasta que a un ciervo se le ocurrió atravesarse en nuestro camino y nuestro feliz día terminó en una tragedia. Tres meses después de dicho acontecimiento desperté en una cama de hospital y pude percatarme que casi todas las partes de mi cuerpo se encontraban cubiertas de vendas y también tenía muchos cables, los cuales conectaban a varios instrumentos eléctricos que se encontraban a un costado mío, supongo que estos hacían que se alargara mi tiempo de vida. A causa de los innumerables golpes que sufrí durante el accidente todo mi cuerpo me dolía.
Todo me daba vueltas sabía que había pasado demasiado tiempo desde que abrí mis ojos.
Mientras analizaba qué era lo que había sucedido en aquel entonces, una enfermera entró en mi habitación, me observó detenidamente durante un corto tiempo y luego comenzó a hablar; solamente que tenía un gran problema, no podía entender con claridad que era lo que quería darme entender, así que con mucho trabajo le pregunté: "¿Qué es lo que me acaba de decir?". Oh rayos me dolía hasta el simple hecho de pronunciar una sola palabra, odio sentirme de esta manera.
Luego de que terminara de hablar ella hizo un gesto para indicar que repetiría lo que acababa de decir, se aclaró la garganta y con una voz firme dijo: " Buenos días, Kate mi nombre es Annie y yo soy la enfermera que estará a cargo de ti mientras te vas recuperando poco a poco del accidente, veo que ya has despertado y eso me alegra mucho. Se que no debo causarte emociones fuertes, pero tienes que saber que tus padres y tu hermana tristemente han fallecido en el accidente automovilístico que tuvieron hace tres meses, siento mucho que tengas que pasar por esta situación. Hace unos minutos vino un chico bastante peculiar que parecía preocupado por tu salud, me dijo que quería verte y quiero que me digas si quieres que lo deje entrar o si no estás de acuerdo con esto".
Me pareció algo extraño que de la nada haya venido a visitarme un chico, el cual ni siquiera tenía ni la más mínima idea de quién era, pero aún así tenía mucha curiosidad por saber quién era él, su aspecto, su nombre, el motivo de su visita, en fin de todo acerca de él. Así que casi de inmediato le contesté a la enfermera: "por supuesto, me gustaría conocer al chico que se ha tomado la molestia de venir a visitarme, por favor déjelo pasar."
Después de haberle dicho estas palabras ella se dirigió a la sala de espera y en pocos minutos se abrió la puerta y un chico alto,de apariencia joven y atractivo entró a la habitación. Cuando esté entró, la enfermera cerró la puerta de mi habitación. Aquel chico me miraba fijamente a los ojos, su mirada me decía que tenía algo en mente ya que la manera en la que me veía era demasiado extraña y a la vez daba miedo. Lo más extraño de todo esto es que no lo conocía, pero era bastante obvio que el a mi si.
Algo me decía que algo estaba a punto de suceder; sin embargo no podía imaginar que era lo que ocurriría a continuación.
Aquel chico se posó al pie de mi cama y me dijo:"Buenos días dulzura hasta que al fin te encuentro, ¡oh! una cosa más perdóname por lo que haría a continuación."
Dicho esto observe que sacó una navaja que se encontraba en su bolsillo y se hizo una herida en la mano dejando su sangre al descubierto.
Al hacer esto realmente me asusté, porque ninguna persona en su santo juicio visitaría a un enfermo terminal y se cortaría de esa manera delante de él. De repente un extraño dolor interrumpió mis pensamientos.
Al bajar la mirada me percaté que aquel chico no sólo me había hecho una herida, sino que además acercó la suya a la mía e hizo que nuestra sangre se intercambiara. En ese momento comencé a sentir más dolor en todo el cuerpo, a experimentar cosas que nunca había sentido antes. Era como si todo a mi alrededor se viera más claro que antes, luego de un tiempo todo ese dolor desapareció por completo, todos los huesos rotos que tenía por el accidente regresaron a su lugar al igual que las cicatrices que tenía habían desaparecido. Esto era demasiado extraño, yo...yo ¡me sentía más viva que nunca!