One Treasure 《YoonMin》

O4; Smith

-Charles Smith.... -Pronunció Jimin en apenas un hilo de voz, horrorizado por la imagen que cruzó su mente.

-¿Marinero? -Jimin negó-. ¿Noble?

-Burgués. Es un banquero.

×

-¡Rumbo a tierra!

La voz de Namjoon sonó por todo el navío y le miraron extrañados. Tras él estaba el capitán del One Treasure, con su semblante serio habitual.

-¿Tierra? ¿Puerto, señor? -Taehyung estaba confuso.

Park miraba la escena sin interrumpir, limpiando. Podía sentir los ojos de Min sobre él.

-No podemos atracar en puerto, nuestras velas...

-No atracaremos. Nos aproximaremos por el oeste de la isla y -Señaló a Hoseok- continuará el recorrido en bote. Puede llevar al verdugo consigo.

Hoseok se petrificó y abrió los labios para pronunciar algo, aunque se abstuvo. Estaba hablando con Min, no podía simplemente contradecirle.

-Sí, capitán.

-Espléndido. Namjoon, dele los detalles a Jung. Exijo discreción -Miró una última vez a toda la tripulación presente, y en especial al joven que fingía no escuchar-. Me retiro, emprendan el rumbo.

En cuanto abandonó la cubierta todos los piratas se relajaron y volvieron a sus tareas con murmullos de desacuerdo con la decisión que había tomado el capitán.
Nunca pasaban cerca de los puertos importantes ni por las ciudades muy pobladas, era peligroso sobre todo por el precio que la cabeza de Min tenía... además de que la horca no era un paraje que ninguno quisiera visitar, por ello se aseguraban de llegar a islas o zonas despobladas para saquear en busca de comida y algún botín.

Sin embargo, el capitán era un hombre astuto e inteligente, si hacía aquello era por el bien común... ¿no?

Navegaron un par de días siguiendo las órdenes y direcciones estrictas de Min, preocupándose por aproximarse por el oeste y no aparecer por el horizonte de la ciudad para no ser vistos. Replegaron la bandera y las velas negras por precaución cuando fueron acortando distancia con tierra firme.

Hoseok se había mentalizado sobre su recado, e ir acompañado por ese Jeon no le inspiraba mucha confianza. Rezó para que no llevase el látigo encima.

Una vez echado el ancla, Hoseok y Jungkook se cambiaron la ropa a una menos desgastada -tampoco demasiado cuidada, a ojos de toda la población inglesa eran esclavos- y se dirigieron a los botes.

Se despidieron de la tripulación con la mano y Jungkook fue el encargado de remar rumbo a tierra. El barco esperaría por una semana en esa posición: si ambos camaradas tardaban más, los darían por muertos o presos y se marcharían.

-¿Por qué crees que el capitán tiene tanto interés en él?

Jungkook rompió el silencio, y Hoseok sólo de encogió de hombros.

-¿Cómo voy a saberlo? Nam sólo me dio su nombre. Bastante me cuesta pensar cómo daremos con él.

-Charles Smith... todos los ingleses se llaman igual.

-Bueno, nosotros tenemos a varios Kim en el barco -Rió-. Recuerda que tenemos que llevarlo vivo. Fue muy insistente con ello.

-Espero que al menos nos recompense -Susurró Jeon, contemplando cómo el bote se iba alejando del imponente navío. Temía ser la última vez que lo viera.

×

-¿Qué piensas de la violencia?

Ambos hombres estaban en una de esos encuentros que se hicieron casi diarios. Uno desnudo, y el otro devorándolo disimuladamente con la mirada, deleitándose con la belleza de ese cuerpo maltratado y delgado.

-La detesto, capitán.

Min arqueó una ceja.

-¿Y cómo piensas ser un pirata más?

Jimin no quería ser pirata, los detestaba. Pero si no le daba la razón a ese hombre de tez pálida y cabello oscuro, posiblemente le golpearía en el estómago.

-Yo... podría aprender a tolerarla, señor.

-La apreciarás, grumete. Lo veo en ti.

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Tengo un teléfono nuevo y no me habituo a escribir, lo odio. ¿
Por eso me da más pereza actualizar, perdón x tanto. ¿