Parte 6

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Viernes.

Día 2.

11:05 am.

Me levante de la cama deseando que todo esto fuese un sueño, pero no. 

Me senté en la comisura de la cama, observando detenidamente aquella preciosa habitación. De repente la imagen de mi familia vino a mi mente, por lo que las lagrimas comenzaron a brotar por mis ojos.-Cuanto los extraño-Solloce. 

Sentí la mirada de alguien sobre mi. 

Mire hacia la puerta y allí se encontraba él.

-¡¿Necesitas algo?!-Grite-¡¿Que rayos estas mirando?!

-Escucha bien lo que te voy a decir-Su voz retumbo en toda la habitación-No quiero que me grites y menos que me hagas preguntas, porque te recuerdo que yo soy el que hace las preguntas aquí.

-Como sea-Muérete, pensé-Dime.

-Bien, ¿Que hay de tu padre?-Dijo dulcemente mientras me ayudaba a levantarme del piso, secando mis lagrimas con sus suaves y delicados dedos indices-¿Como es que murió?

-¡Ni creas que voy responderte eso!-Dije subiendo de a poco mi tono de voz-¡Tu no sabes nada de el ni de mi familia!

-¡Solo dime como murió y ya, mujer!

-¡Sueña con eso, imbécil!

Salí corriendo de la habitación y me adentre en el baño llorando. 

La ira poco a poco iba recorriendo todo mi cuerpo, pensando que era lo que aquel chico quería de mi, ¿Acaso había hecho algo?¿Porque querría saber de mi padre?

Comencé a ver borroso y todo se puso negro. 

...

No se donde estoy. No podía abrir mis ojos. 

Entonces escuche una voz.

Mi vista se encontraba nublada, pero pude visualizar a dos hombres hablando. 

Y en un pestañear de ojos Matt se encontraba  sentado en una silla contemplándome.

-Mmm-Me quejé.

-Hola princesa, ¿Te sientes bien?

-Ya te eh dicho que no me llames así, por dios.-Bufé. No era que no me gustaba que me llame así, de hecho, cada vez que lo decía me derretía, pero no podía darle el gusto de que me viera bien y, a demás, es el chico que me secuestro.

-Bien...¿Tampoco vas a decirme como te sientes? 

-Bien, me siento bien.

Mire a la puesta y vi a alguien asomarse. No pude verle bien la cara pero...juraría que era mi...¡No imposible!. No le di importancia, a veces solía imaginarlo cuanto lo extrañaba. Pensar en el hacia que me debilite, hacia que vuelva a ser la niña que era a los 9 años.

-¡Eso es bueno, me alegra que te sientas bien!

-¿Qué es lo que me pasó?

-Te desmayaste en el baño...

-¿¡De veras!?

-Si...Lamento haberte preguntado sobre tu padre, tal vez, no era el mejor momento...

-No, no lo era.-Dije de mala gana- Lo siento...

-No, por favor, no tienes porque disculparte...

-¿Porque secuestras chicas?- Ni bien termine de hacerle esa pregunta el se levantó rápidamente de la silla.

-El te lo contestará.-Fruncí en ceño- No puedo darte esa información.

-¿El?¡¿El quién?!-Exclamé- Por favor, dime.

-No perdón, no puedo.

Entonces se me ocurrió la magnifica y torpe idea de besarlo. Tal vez así, el me dijera lo que yo quería saber...pero no reaccionó como esperaba..

-¿Que haces?¿Acaso crees que vas a sacar algo de esta boca, seduciéndome?...No, estas muy equivocada. No vuelvas a hacer eso, jamás.

Se dirigió hacia la puerta y se fue. Sin decir mas nada. Solo se fue.

Estaba muy asustada...Extrañaba mucho a mi madre y hermanos...

¿Quien era el famoso "EL"? ¿Que iba a hacerme? 



Secuestrada por el amor de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora