♦|Sonríe, es tu cumpleaños|♦—¡Feliz cumpleaños Frisk! —Bienaventuró Papyrus entregando un pequeño pastel con una vela encima. Se trataba del cumpleaños número 5, y, aunque en edad humana apenas sería una niña, la pequeña Frisk creció bastante y ya había pasado una altura de 1,40 m. Así mismo como predijo Alphys, adquirió un cuerpo más humano, aunque claramente seguía conservando sus aspectos que la hacían distinta a los demás.
Logró aprender a manejar muy sencillo el lenguaje, pudiendo entender claramente cada palabra que emitía, lo cual fue un alivio para Sans y sus arduas luchas por debatir durante horas que quería comer ella.
Pero a su vez una pesadilla continúa para el hermano menor, debido a que en secreto empezó con el juego de palabras al igual que Sans; dedujo que los aprendió mientras paraba la oreja cuando no debía escuchar.Frisk sopló apagando la llama con un ¡yay! Todos sus amigos se encontraban alrededor de ella aplaudiendo y festejando emocionados al unísono. Exceptuando a Mettaton, él todavía le costaba aceptarla desde la vez en que le dijo "ño".
La cumpleañera estaba agradecida al ver a todos los que quería presentes. Pero a pesar de eso faltaba alguien, y le entristecía no verlo por ningún lado. Miró a Papyrus y le preguntó al fin por Sans.
—Dijo que ya venía —se rascó la nuca porque, aunque era lo que había dicho, había algo en esas palabras que le producía extrañeza.
La fiesta continuó con risas, comida y muchos abrazos con Frisk. Que al menos lograron olvidarle por un rato que un cupo seguía estando vacío.
Al cabo de dos horas los invitados comenzaron a retirarse de sus casas, dejando a Papyrus limpiando la suciedad que quedó en el suelo, y Frisk tirada en el sillón descansando.
Como inició el día, terminó saliendo la luna, aquella luna que siempre hechizaba de alguna manera los ojos de Frisk pero esta noche parecían estar protegidos por un sello mágico invulnerable a cualquier hechizo.
Se abrió la puerta con cuidado, se vio primero el ojo derecho lo que ya era suficiente para identificar el azul de la mirada de aquel perdido Sans. Cuando Papyrus vio a su hermano llegando no dudo dos veces en reprocharle lo terrible que había sido por no asistir a la celebración del cumpleaños de Frisk:
—¡Sans! ¿Sabes lo triste que se sintió Frisk? ¿¡En dónde estabas!? ¡Te lo he perdonado muchas veces! ¿Pero sabes? ¡Esto ya es el límite! —Con cada palabra hiriente que le decía el mayor respondía con una sonrisa en el rostro escondiendo un paquete entre sus brazos, no le afectaba lo que le dijera, al fin y al cabo nunca le prestó atención a los retos de su hermano. Al terminar Sans se sentó en el sillón junto a Frisk. Levantó su mano para acariciarla mientras decía "feliz cumpleaños". Indignada ella rechazó su caricia para irse directo a su habitación.
Era la primera vez que rechazaba un cariño. La primera vez.
Pasaron varias horas. Frisk sintió la pieza de al lado abrirse, despertando de sus sueños y produciéndole bastante intriga por el motivo. Sin previo aviso alguien entró a su habitación y se sentó en su cama. Ese alguien portaba cierto hedor especial y lo reconocía demasiado bien: ese aroma tan embriagador no era de nadie más y de nadie menos que Sans.
—¿Qué quieres? —Frisk ni se inmutó en sacarse las sábanas de la cara, no tenía ni la más mínima gana de encontrarse con su odioso dueño pero éste se las retiró.
—Ni me has dejado explicarte porqué he tardado —seguía manteniéndose calmo y sumiso, en una apariencia tan engañosa que Frisk podría haber jurado que estaba fingiendo arrepentimiento.
—No expliques, no quiero escuchar —sin más se dio la vuelta, dándole la espalda.
Otra vez Sans volvió a hacer una acción en su contra, tomando su mentón con la izquierda.
Paso un rato desde que Sans tomó la iniciativa para que Frisk le prestara atención y se pudiese explicar. Pero ahora no sabía que hacer ni qué decir, muy extraño se sentía, puesto que nunca había hecho esa acción algún tiempo atrás. Por instinto suavemente quitó la mano del mentón, aún así sus miradas estaban conectadas la una a la otra. La fémina paso de su posición de estar acostada a sentada, quedando más cerca de ese nervioso humano. Algo la movía a acercarse más.
A pesar de los esfuerzos de ambos hermanos, no podía dejar de lado sus impulsos y actuaba primero antes de pensar. Sentía lo mismo que cuando Papyrus la llevó por primera vez al tejado para ver la luna, algo desconocido pero hermoso a la vez.
Quería acercarse, y lo pensó dos veces, una tercera para asegurarse. Ahí aprendió a pensar antes de actuar.
—Frisk...
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Más allá de dos almas [Overtale Au]
Fiksi PenggemarOvertale AU Dos almas de mundos distintos. Dos almas de vidas muy distintas. Una deberá aprender a vivir con la otra. La otra no sólo encontrara un mundo nuevo, si no también experimentara nuevas sensaciones y sentimientos que la abrazaran para no d...