ProControl

6.5K 368 72
                                    

Gemidos, suspiros, jadeos, los fuertes dedos de la morena presionaban, subían y bajaban, friccionando esparcían el cálido, consistente y abundante lubricante que su propio cuerpo había producido, el pantalón de trabajo que usaba para el taller se encontraba a la altura de sus rodillas abierto junto con sus bragas de encaje rojo obscuro, más jadeos, se encontraba expuesta, totalmente a su merced, pronunciaba su nombre en tono sumiso y sin aliento, la chamarra del taller también se encontraba abierta, debajo de ella solo llevaba un sostén que también había sido desacomodado dejando al descubierto sus suaves y contorneados pechos, arqueando la espalda intentaba abrir más las piernas pero las prendas se lo impedían, cuatro meses luego de su visita al polo sur, solo eso y Korra había aprendido a la perfección las mejores formas de hacerla perder el control, de hacerla clamar su nombre, de hacerla gemir sin poder contenerse, recostada sobre el asiento trasero del satomóvil que se supone debía estar componiendo mordía su labio inferior, suaves besos invadían la piel de su cuello, suspiros, su piel se erizaba, gemidos, la húmeda lengua de la morena jugueteaba con uno de sus sensibles pechos y la mano entre sus piernas la invadía con cada vez más intensidad, no podía más, arqueando la espalda inclinó su cabeza hacia atrás, liberando un fuerte gemido apretó sus parpados, exhalando profundamente disfrutó de la relajación que comenzaba a venir luego del clímax, otro suspiro más y sus labios se engancharon con los de la morena en un cálido, lento y delicioso beso.

- Estas en problemas Avatar... te dije que estaba trabajando. – Murmuró cerca de su oído, la seductora y traviesa risita que escapó de los labios de la morena volvió a provocar que un escalofrío subiera por su espalda, aquellos azules orbes miraban en su interior y no tenía defensa alguna contra ellos. – Lo siento... parecías disfrutar tanto el momento que no creí que hablaras en serio sobre el trabajo. – Escuchó el tono coqueto de su novia, sin poderse resistir volvió a besarla, sus lenguas danzaban, iban y venían, comenzaba a perder el aliento, quería deshacerse de sus ropas, quería tocarla, sus manos comenzaban a alzar lentamente la blusa de la morena cuando escuchó a alguien tocando en la puerta del taller que minutos antes Korra se había dado a la tarea de obstruir, haciendo uso de metal control, con un pesado motor, ambas se miraron sorprendidas, la morena saltó hacia un lado mientras ella acomodaba su ropa lo más rápido posible.

- Señorita Sato, la busca el señor Varrick. – Se escuchó la voz del mayordomo.

- ¡Voy en un momento!... Korra quita ese motor de ahí... - Ordenó al tiempo que abotonaba su chamarra, se encontraba apunto de abrir la puerta cuando notó las marcas de besos que había pintado sobre la piel de la morena, mirando alrededor ubicó un pequeño trozo de tela blanco que habría usado para limpiar el aceite de sus manos de no haber sido interrumpida antes de poder llegar a ensuciarse, luego de limpiar el rostro de Korra y que esta limpiara el suyo al fin abrió la puerta, Varrick entró de forma tan enérgica como siempre y Zhu Li caminaba tranquila detrás de él, el hombre caminaba alrededor mirando las máquinas, prototipos, y otros proyectos que la ingeniera guardaba en aquel lugar, aprovechó para volver a pintar sus labios mientras él hacía todo tipo de comentarios sobre lo que veía.

- Ah, si, ese es un modelo para un nuevo satomovil, si las cosas salen de acuerdo al plan estará listo para su lanzamiento dentro de tres meses. – Respondió al ver los planos en los que Varrick fijaba su mirada.

- ¡Increíble! Tienes muy buenas ideas muchacha, sigue así y tal vez, algún día llegues a ser tan buena como yo. – Arqueando una ceja sonrió. – Buena broma Varrick, Industrias Futuro es mucho más grande que tu compañía, creo que eres tú el que debe crecer para ser como yo.

- Debo admitir que tienes un buen punto en eso... pero sigo siendo yo la mente más brillante de todo este universo, es solo que a muchos se les complica entender mis ideas. – Insistió él, mirando de reojo notó a Korra sentada al lado de Zhu Li platicando y sonriendo, era increíble lo mucho que le gustaba aquella chica.

Ladrona en Industrias FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora