Capítulo 7

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(Narra Bill)
Me desperté al sentir los ligeros movimientos de Pino sobre mi pecho, mi plan era esperar que él se durmiera y luego retirarme, pero ya me he dado unas buenas horas de sueños probablemente sí hago cualquier cosa él se despierte, suspiré y me quedé observándolo por unos segundos; este chico parece estar bien dormido así que puedo escabullirme y ver si ya terminó toda la diversión o si queda un poco. Aparté con cuidado las manos de Pino que tenía posadas en mi pecho y me levanté con cuidado para agarrar mis pantalones, me los coloqué y me senté un momento en la cama para colocarme mis zapatos, sólo falta mi camisa aunque tendré que buscar otra ya que Pino tiene la mía; cuando ya me iba a levantar sentí un ligero agarre en mi brazo.

—¿Adónde vas?. —Dijo con la voz algo soñolienta, sentándose en la cama, sin dejar de sostener su brazo.

—Mmm... Sabía que te despertarías en cualquier momento. —Reí suave mientras giraba mi rostro para observarlo, se ve que está todavía tiene la mente en el mundo de los sueños. —Tengo cosas que hacer chico, no puedo seguir regalándote la atención que tanto buscas que te dé. —Sonreí sin apartar la mirada de este.

Sus mejillas comenzaron a tomar un ligero color rojo. —¿¡Quién dice que la quiero idiota!?. —Dijo con un ligero enojo.

—¡Jajaja!... Preguntas eso y la respuesta la tienes tú mismo. —Agarré su brazo con fuerza acostándolo nuevamente en la cama, después sostuve sus muñecas colocándolas arriba de su cabeza y mi rodilla la llevé hasta su entrepierna presionando la misma contra esta ganándome así un largo y ahogado gemido por parte de Pino. —Ya tienes tu respuesta, con ese delicioso sonido que acaba de salir de tu boca. —Sonreí llevando mis labios hasta los de este dando un suave beso y luego un fuerte mordisco en su labio inferior.

—Aahh... ¡T...Te odio! —Susurró entre un ligero jadeo con las mejillas coloradas.

—Tu mente me odia pero tu cuerpo me desea desesperadamente, además se ve que disfruta todo lo que te doy. —Sonreí soltando las muñecas de este y luego me bajé de la cama para buscar una camisa, la agarré y me dispuse a colocármela con toda la calma del mundo.

Se quedó en silencio por unos minutos calmando su ira y esperando que el rubor bajara de sus mejillas, observaba de reojo al otro mientras se colocaba la camisa. —Bill acabo de recordar lo que estaba pensando anoche antes de dormirme y quiero que me lleves a ver al sustituto que dejaste para mi familia, también quiero ver si ellos están bien.

—Mm... Yo te dije que estaban bien y que no los dañaría. ¿No confías en mí Pino?. —Dije mientras terminaba de arreglarme para salir.

—No... Para nada, ni una pizca de confianza.

—Era de esperarse... —Suspiré. —Si estás tan preocupado puedes quedarte en tu dimensión y yo en la mía, en caso de que desee tus servicios iré a buscarte.

—Te dije que no confío Bill, por eso estoy aquí, para mantenerte vigilado. —Se fue levantando para sentarse nuevamente en la cama.

—Me volverás loco chico, pero esta bien, terminaré de hacer unas cosas y luego vendré a buscarte para ir. Mientras no estoy eres libre de tomar un baño si gustas y te traeré algo de comer cuando regrese. —Dije mientras abría la puerta de mi habitación.

—Me parece bien... Y Bill, si tú no vienes iré a buscarte. —Dijo serio mientras le observaba.

—Esta bien Pino, pero no te conviene salir de aquí. —Sonreí mientras salía y cerraba la puerta lentamente. Ahora tengo ocuparme de las otras cosas que tengo planeadas... Todo esto que estoy haciendo tiene muchos beneficios en mis planes.

(Narra Dipper)
Suspiré al ver cómo se retiraba; que gran dolor tengo en el cuerpo, ese animal de Bill lo hizo sin considerar que después no aguantaría ni mi alma, dije suave mientras me estiraba lentamente; me levanté de la cama caminando hasta el baño de la habitación, la verdad necesito agua caliente sobre mi piel para poder relajarme un poco de todo los líos en los que me estoy mi entiendo y en los que ya estoy. Mientras me duchaba pensaba en muchísimas cosas, ciertamente mi futuro es incierto teniendo ese extraño contrato con Bill y además de eso que estoy en su dimensión teniendo mis movimientos limitados; me gustaría hablar de esto con Mabel probablemente ella me daría un buen consejo además de ayudarme a derrotar otra vez a este triángulo con forma humana. Al terminar de luchar con mis pensamientos y de ducharme salí con una toalla en mi cintura, y para mi sorpresa Bill estaba sentado en la cama con una gran sonrisa, me ruboricé y me giré para regresar al baño.

—No creo que importe que te observe así, ya vi todo tu delicioso cuerpo desnudo y además de eso ya lo reclamé. —Dijo sonriendo mientras se levantaba de la cama y caminaba hasta el otro abrazándolo por la espalda y después bajando sus manos hasta la cintura contraria abrazando su abdomen, llevó su boca hasta la oreja contraria y dio un ligero mordisco en la misma. —Además quiero que comas rápido, cuando lleguemos de ese pequeño paseo si te portas bien te recompensaré con algo excelente. —Susurró en la oreja del otro lamiéndola después con lentitud, mientras el otro soltaba un ligero gemido.

—Es...Esta bien... Pero no intentes nada raro mientras como tranquilamente... —Mis mejillas ardían en un tono rojo vivo. Sentí que las manos de Bill se apartaban de mí y este se alejaba lentamente, me giré cuando ya no las sentí cerca de mi.

—No te preocupes chico yo tomaré un baño mientras tú comes algo. —Sonrió mientras caminaba hasta el baño.

—Esta bien, lo haré. —Caminé hasta la cama y me senté en esta, arriba de la misma estaba una bandeja con un delicioso desayuno... Mmm, una gran tarta de manzana con café y unas tostadas, se ve tan delicioso.

El rubio antes de entrar al baño se giró para observarle. —Espero que cuando salga ya tú estés listo, porque de lo contrario té voy a dar un buen castigo. —Sonrió lascivamente y se encaminó hasta la bañera llenándola de agua.

Suspiré ante su comentario y comencé a comer tranquilamente. Creo que si Bill llega a descuidarse, mientras vamos a ver a mi familia, yo lo aprovecharé para hablar con mi hermana de todo esto y encontrar una solución para derrotarlo de nuevo.

(Narra Bill)
Cuando la bañera ya estaba lista me adentré en ella relajándome... Pino... Si tan solo recordaras que yo estaba en la habitación desde que entraste en la ducha y que yo todavía tengo la capacidad de leer la mente, pensé sonriendo con malicia. Esto se pondrá muy entretenido y lograré lo que quiero si lo mantengo todo de acuerdo al plan.

(Continuará...)

Quiero Algo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora