Capítulo 4 (Lemon)

16.2K 1K 388
                                    

(Yellow! Espero que lo disfruten y muchas gracias por los favoritos.)

(Narra Dipper)
Me quedé sentado en el borde de la cama observando el rostro sonriente de Bill, será que decirle que estaba dispuesto a escuchar ese trato que tenía era un grave error de mi parte. Suspiré, él tiene razón lo peor ya lo hice.

Y ahora que lo pienso me pregunto porque me acarició de esa forma y después me besó; en mi cabeza se repetía tal escena haciendo que me estremeciera lentamente, desvié la mirada y en ese momento sin darme cuenta Bill ya estaba retomando la cercanía entre nuestros rostros.

-Pino no te pierdas tanto o me harás darte una razón para que no lo hagas. -Habló divertido con una gran sonrisa marcada en su rostro.

Me alejé de todo pensamiento al escucharlo. -¡No quiero saber esa razón! -grité mientras retrocedía hasta estar en la cabecera de la cama recostado ligeramente de esta. -¿Ahora me podrías decir que es eso que quieres como trato? -susurré mirándolo de reojo con un pequeño rubor en mis mejillas, él sólo se quedó observándome sin decir una sola palabra por unos minutos y cuando me decidí a cortar ese silencio él lo hizo primero con un ligero gesto.

Fue subiendo por la cama y se colocó arriba de Pino agarrando sus muñecas con una mano posicionándolas sobre su cabeza y colocándolas contra la cabecera de la cama. -Nuestro trato te lo diré después de hacer algo interesante y divertido.

Mi rostro ardía en un rojo vivo. -¿¡Qué estas haciendo!?... ¡No! Habla de ese trato de una buena vez. -Removía mis muñecas sin poder liberarme del fuerte agarre.

-¿No te das cuenta que tu cuerpo pide algo de atención Pino?. -Aventuró en el oído del castaño mientras daba una ligera caricia sobre el miembro ya excitado de este.

Dejé salir un ligero gemido ante el contacto presionando mis puños. Ya creo saber por dónde él está llevando este juego, pero no creo que sea capaz de hacer lo que estoy pensando, ¿él no irá a...

-¿Cogerte? Pues sí, eso es lo que pretendo. -Sonrió y se fue acercando hasta el oído del otro pasando a lamer el mismo con suavidad mientas subía ligeramente su camisa, con la mano que tenía libre, acariciando su abdomen con la yema de sus dedos.

-N... No te permitiré hacer eso Bill... -dije entre suspiros mientras sentía un ligero escalofrío haciendo que arqueara mi espalda.

-¡Jajaja! Entonces puedes evitarlo si gustas, pero yo no te recomiendo que dejes tu cuerpo sin esa atención que necesita y además mi cuerpo pide un poco de cercanía al tuyo. -Acarició los labios del castaño sonriendo con deleite al ver como apretaba ligeramente los mismos soltándolos y después entre abriéndolos. -¿Me estás invitando a besarte chico?... -susurró suave con una leve mirada.

Antes de poder responderle se acercó a mis labios dándome un profundo beso, al comienzo di pelea pero después no tuve de otra que seguirle el juego; mi cuerpo estaba respondiendo a su favor y en mi contra. Sentí como Bill iba introduciendo su lengua por mi boca, la abrí ligeramente sin pensarlo dejando que este probara cada centímetro de la misma; él fue bajando su mano por mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna dando unas ligeras caricias, yo sólo respondía con ligeros gemidos ahogados entre ese beso. ¿De verdad esto está pasando?... Esa infinidad de placer que le está generando a mi cuerpo y yo no podía evitar el sentirme excitado ante su tacto; abrí levemente mis ojos cuando este paró el beso por la falta de oxígeno, comencé a jadear suavemente observando como iba directo hasta mi cuello y comenzaba a lamerlo intercalando algunos mordiscos. Bajó su mano hasta mi pantalón y lo desabrochó; sacando mi miembro y presionándolo con cierta fuerza, solté un audible gemido seguido de leves suspiros, comenzó a masturbarme con suavidad y poco a poco fue aumentando los movimientos de su mano. Sentía un enorme placer que se paseaba por todo mi cuerpo, esa sensación me estaba quemando por completo; Bill prosiguió con los movimientos de su mano por algunos minutos hasta que me estremecí y me corrí en su mano. Le observé de reojo jadeando, este sonrió haciendo un contacto directo con mis ojos llevó su mano hasta su boca y las lamió ligeramente.

-Eso fue rápido, pero todavía no se termina esto. -Susurró el rubio con una voz un tanto ronca, él también quería un poco de diversión y placer.

No podía modular una sola palabra, lo único que podía soltar en ese momento eran gemidos. Él soltó mis muñecas despojándome de mis pantalones y mi ropa interior; se desabrochó su pantalón sacando después su miembro, abrió mis piernas y se colocó entre estas, levantándolas y dirigiendo unas caricias desde mis muslos hasta mis rodillas. Suspiré con placer y este se arqueó para acercarse a mi rostro, me regalándome una sonrisa ladina. ¿¡Él no pretenderá meter eso de una sola vez!?, mientras lo pensaba sentí como lo introducía su miembro por mi entrada con cierta suavidad; el dolor subía por todo mi cuerpo, gemía por el dolor y el placer que estaban mezclados en mi cuerpo. Se acercó a mí rostro y me plantó otro beso; jugueteaba con mi lengua y yo le correspondía, esto en cierta forma me distraía del dolor agudo que estaba por toda mi zona baja. Este prosiguió el beso sosteniendo firmemente mis piernas para comenzar a moverse más rápido introduciendo cada vez más su miembro en mi entrada.

Gemía con fuerza entre el beso, llevé mis manos hasta la espalda de Bill y me aferré a esta, el dolor creció pero iba desapareciendo con cada movimiento; continuó dando con mayor fuerza las estocadas cuando ya estaba por completo dentro de mi y yo instintivamente me movía a su velocidad. Pasaron los minutos, cuando ya llegamos a la máxima satisfacción para nuestros cuerpos; él dio una fuerte y última estocada pasando a correrse dentro de mi, me calentó aún más el sentir su esencia dentro mío y como se iba corriendo entre mis piernas.

Salió con suavidad de la entrada del chico cerrando su pantalón. -Eso estuvo muy bien. -Acarició los labios contrarios y le dio un corto beso, luego se separó del mismo sentándose en el borde de la cama.

Levemente apenado me cubrí con la sábana, no tenía fuerza para levantarme y vestirme, hasta preferiría darme otro baño caliente más tarde. -No sabes cuánto te odio Bill...

-Me odias tanto porque lo disfrutaste con locura; es de entender, pues soy muy bueno en estas cosas. -Habló divertido, observando al chico de reojo. -¿Ahora quieres escuchar mi trato?

Lo odio más porque quizás tenga algo de razón en eso que dijo, la verdad es que en contra de mi voluntad lo disfruté. -¿Cuál es?...Y por favor ve al grano...

-Calma chico, tengo que explicar esto muy bien. Dijiste que quizás aceptarías el trato porque lo peor ya lo hiciste y ahora con esta exquisita muestra de tu cuerpo... -le sonrió. -Serás mío, tu cuerpo me pertenece y te entregarás a mi sin protestar; yo a cambio de eso prometo retrasar mi venganza y no dañar a tu familia, por supuesto este trato tendrá algunos cambios más adelante. Piensa eso muy bien, porque ya no te queda un camino que escoger... Así que... ¿Hacemos un trato? -extendió su mano hasta la del otro con una llama azul en ella.

Entregarme a él por completo, ¿¡seré algo así como su esclavo!?... Suspiré, pero nuevamente él tiene razón ya no me queda otra cosa para escoger, además ahora que lo veo yo puedo aprovechar eso; me dije confiado con una sonrisa para mis adentros, si el retrasará todo y no dañará a nadie puedo utilizar ese tiempo para encontrar la forma de vencerlo nuevamente, pero yo lograré hacer algo o este error me seguirá por siempre. No me queda de otra y tendré que intentarlo. -¡Es un trato! -Respondí mientras estrechaba su mano.

-¡Perfecto Pino! Nuestro trato esta cerrado. -sonrió y fue hasta rostro del menor. -Espero y esto quede entre nosotros, no quiero a tus tíos estorbando y eso también va con Estrella Fugaz; bueno por ahora dejaré descansar ese exquisito cuerpo que llevas.

Antes de que Bill diera un chasquido con sus dedos para desaparecer lo sostuve de su brazo. -¿Si desapareces como sé que estarás cumpliendo con lo que acordaste?

-Por ahora no me conviene hacer nada que rompa este trato. Deseó tu cuerpo así que te doy mi palabra o ¿prefieres que te lleve a mi nueva dimensión y te tenga encerrado?. -soltó una ligera carcajada, chasqueando sus dedos y desapareciendo ante este.

No confío en nada de lo que dice... Además este trato podría tener variantes. Mmm, habló de llevarme a su nueva dimensión como una opción. Bueno con eso podría mantenerlo bien vigilado pero sería un problema el no estar aquí en casa y el peligro que representaría el estar en un lugar que no conozco, tengo que encontrar la manera de hablar con Mabel sobre este gran problema y que me de algún consejo.

(Continuará...)

Quiero Algo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora