Capítulo 2

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(Narra Dipper)
Logré pasar la noche en cierta calma después de calmarme de aquel extraño sueño, no sabía si sólo era mi mente que me jugaba una mala pasada o si en realidad Bill logró escapar de su final aquella vez.

A la mañana siguiente me levanté temprano, me senté en la cama pensando como se lo explicaría a mi hermana o si debía mantenerlo en secreto, suspiré leve revolviendo mi cabello. Bien ya estaba de vacaciones así que tenía un punto a mi favor para ir, además así voy a poder ver a mis tíos y ver a los demás. Me levanté y fui hasta el baño para darme una ducha rápida, salí vistiéndome con unos jeans, el gorro que me había dado Wendy, zapatos negros y una camiseta blanca con una camisa flannel roja con rayas negras.

Bajé hasta la cocina para ver a mi hermana que ya había llegado de su pequeña pijamada, estaba comiendo tranquila, caminé hasta ella y me senté a su lado.

—¡Hey bro bro! Te ves como si no hubieses dormido nada. —dijo divertida señalando las notables ojeras que tenía en su rostro.

—Sólo tuve cosas que hacer en la noche. —Dije tranquilo regalándole una cálida sonrisa, tratando de ocultar cualquier signo que pudiese preocuparle. —Mmm... Oye Mabel, he pensando que ya que tenemos el tiempo libre deberíamos ir a visitar a nuestros tíos y ver a todos en Gravity Falls... ¿No lo crees?, me encantaría relajarme un poco allá.

—¡Siii! Eso estaría genial hermanito, me encantará ver a todos otra vez. —dijo emocionada, saltando desde dónde estaba. —¡Prepararé todo de una vez! —Comenzó a comer veloz, para terminar en unos segundos, corriendo después hasta su habitación.

Llamé a mis padres para avisarles y luego a mi Tío Stan, no tuvieron ningún problema con dejarnos ir y tras unos minutos ya todo estaba preparado para partir.

Rápidamente preparamos nuestro equipaje para tomar el primer autobús rumbo a Gravity Falls. El camino se hizo algo largo y tedioso o será la ansiedad que llevo desde que tuve ese sueño... Giré la mirada para observar a mi hermana profundamente dormida, suspiré y decidí hacer lo mismo. Mientras estaba profundamente dormido tuve un corto sueño... "Estaba caminando por el bosque, adentrándome en el y siguiendo una pequeña voz, me guió hasta una especie de círculo de árboles y en el centro estaba la estatua de Bill". Justo cuando llegué hasta esa cosa me desperté algo agitado, parece que ya tenía quizás su ubicación.

Al despertarme ya habíamos llegado, desperté a mi hermana moviéndola un poco, nos bajamos del autobús y comenzamos a caminar hacia la cabaña.

—¡Que bueno es regresar! —dijo la chica saltando de la emoción mientras caminaba.

—¡Sí! Es bueno volver y verlos a todos. ¡Oh Mabel! Casi se me olvida hay algo que tengo que revisar, regresaré en unos minutos. —Le regalé una sonrisa con la mayor tranquilidad del mundo.

-¿Mm?... Esta bien hermanito, pero no te vayas a tardar. -sonrió, sosteniendo el bolso de su hermano para llevarlo adentro.

—Gracias Mabel, te prometo que será rápido. —corrí hasta el bosque perdiéndome a la vista de mi hermana, me detuve un momento para recordar el camino pero nada venía a mi mente, estaba en blanco. Quizás todo si fue sólo un sueño... En lo que pensé eso sonaban unos susurros entre los árboles, no se entendía lo que decían pero si hacían como una especie de camino, por decirlo así. En un punto se escuchaban mucho más fuertes... Además sentía que me observaban y no como una mirada buena.

Una fría corriente de aire pegó sobre mi haciéndome estremecer, subí la mirada y delante de mi estaba eso que estaba buscando, la estatua de Bill, suspiré y me acerqué a ella. Bien hora de sacarla para destruirla, la observé detenidamente para encontrar como levantarla, algo me decía que no lo hiciera pero no podía dejar que Bill siguiera con vida, quite un poco de maleza que tenía alrededor y respiré profundamente, la sostuve por los lados y ejercí fuerza para sacarla pero no podía se me resbalaba, bueno no queda más que intentar esto pero probablemente se rompa, sostuve la mano de la estatua y cuando iba a jalar una escalofrío recorrió mi cuerpo cuando un espeso humo negro interrumpió mi visión no podía ver absolutamente nada, lo único que apreciaba era una luz azul en donde estaba mi mano, me congelé cuando al intentar recoger mi mano sentía como la sostenían.

—¿Qui...quién esta ahí?... —dije con la voz algo quebrada, mientras el humo desaparecía, abrí bien mis ojos cuando observé lo que estaba ante mi.

—Creo que debería darte las gracias Pino, se siente bien volver... ¿No piensas lo mismo?. —Dijo el rubio carcajeándose con una gran sonrisa en su rostro.

—¿¡Bi...Bill!?... —no entendía nada de lo que estaba ocurriendo, era él... Era ese desgraciado triángulo. Pero su apariencia era totalmente distinta, tenía una buena forma humana con la diferencia de tener las orejas puntiagudas y unas garras negras y afiladas, me quedé hipnotizado observando sus penetrantes ojos color miel.

—Parece que te dejé sin palabras. —canturreó, aún sosteniendo la mano del otro la jaló atrayéndolo hasta chocar con su pecho, agarró la nuca del pequeño jalando sus cabellos para alzar su mirada hasta él. —Bien, parece que finalmente tendré mi venganza gracias a que caíste tan fácil... De verdad creiste que esa estatua se rompería, que tonto Pino, ese era mi cuerpo real no se rompería con nada. —Dijo observando al menor con una gran sonrisa.

—¡ERES UN DESGRACIADO BILL! —hablé entre dientes con mucho enojo.

—Pues soy el desgraciado que te engañó chico y tu que te lo creiste. Bueno por ahora tendré que recuperar mis fuerzas, pero nos volveremos a ver. —sonrió y soltó al chico empujándolo ligeramente para atrás, caminando para atrás observando al otro.

—Tsk... No dejaré que te salgas con la tuya Bill. —corrí hasta él para tumbarlo pero fue más rápido que yo, me sostuvo del brazo con una mano y con fuerza me tiró contra el suelo colocándose arriba de mi y sostuvo mis muñecas con una de sus manos subiendo mis brazos por arriba de mi cabeza.

—Que agresividad... Me gusta eso, pero tu no de tendrás mis planes, no lo permitiré esta vez. —se acercó al rostro contrario. —Debería darte una ligera y pequeña recompensa por ayudarme a regresar. —le dio una sonrisa ladina con un poco de lujuria, bajó la mano que tenía libre hasta la cintura del chico levantando su camisa mientras acariciaba su torso.

—¿Que crees que haces?... ¡No me toques animal! —Me sonrojé ligeramente por el contacto que hacia en mi piel, comencé a dar una pequeña lucha para sacarme de su agarre, pero no tenía éxito.

—Te doy un pequeño regalo. —dijo suave bajando su mano hasta la entrepierna contraria, para luego tocar su miembro sobre sus pantalones... —¡Jaja! Sólo esa pequeña caricia fue suficiente para excitarte, que lindo... Significa que estas virgen todavía.

—Aahh~ ¡CÁLLATE IMBÉCIL! No es de tu incumbencia... ¿¡Y que si soy virgen!? —Gemí al sentir como invadía ligeramente mi espacio más íntimo.

—Pues eso significa que... —Los dos desviamos nuestra atención cuando desde lejos se escuchaba una voz gritar el nombre de Pino. —¡Ooh! Parece que Estrella Fugaz te esta buscando, que mal... No queremos que nos vea así y estoy confiado en que cerrarás tu delicada boca y no dirás absolutamente nada, además si lo haces las cosas se pondrán muy mal. —Le susurró cercano a su rostro. —Te dejaré un pequeño recuerdo... Y no te preocupes luego te daré tu recompensa. —sonrió y fue hasta el cuello del chico atacándolo con un fuerte mordisco asomando algo de sangre haciendo que el otro gimiera de dolor. Se levantó rápido, mientras se desvanecía frente a este, dejando al pobre chico ligeramente excitado y con una herida en su cuello además de tirado en ese frío suelo.

Me senté en la grama y subí el cuello de mi camisa, jadeaba leve por el dolor que sentía por mi cuello además de que tenía que calmar la respuesta que este me había generado a mi cuerpo con ese toque antes de que Mabel me viera, tras unos minutos de calmarme, me levanté para ir hasta donde estaba sonando la voz de mi hermana.

(Continuará...)

Quiero Algo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora