Daniela
Miro la tarjeta Nicolás Campomayor. Se quien es, o al menos quien es su padre Federico Campomayor. Es el dueño de una de las casas de joyería mas importantes del país, están en todas las galerías importantes y tienen un local exclusivo en Recoleta. Diseñar joyas para ellos. Esas serian joyas verdaderas, no alpaca y piedras como mis artesanías si no joyas de verdad, un sinfín de posibilidades. Saco el cuaderno donde tengo diseñadas muchas de las cosas que me gustaría llevar a la realidad pero no tengo los medios. Tengo juegos completos y entre venta y venta sigo dibujando ahora con la esperanza de que esto se haga realidad. Además Nicolás... dios... hermoso, esos ojos verdes, el pelo rubio despeinado, alto con músculos justos que se le notaban bajo la camisa con ese traje que debe costar lo que pago de alquiler en un año... me dejo impactada como nunca en mi vida. Pero la novia es una hueca siliconada con voz chillona. Si le gusta ese tipo de mujeres a mi ni me va a mirar. A eso de las seis y media llega Ana con el mate y unas medialunas. Le cuento lo que me dijo Nicolás
_ eso es genial pendeja, vas a poder salir de esta mugre de feria y trabajar en un lugar grande_ dice siempre sincera
_ lo que no quiero es perder mi independencia, trabajar en una oficina con horario no es lo mío vos sabes, el puesto no me va a hacer rica pero es mio, y no quiero atarme a algo que me comprometa y perder quien soy_
_ tenes mas personalidad en un dedo que todas las rubias siliconadas de Buenos Aires, vos no vas a perderte por nada ni por nadie nena_ me dice mientras me da un mate
_ esta frio boluda_ digo devolviéndoselo
_Voy a buscar agua caliente conchuda_ me dice y nos reímos.
A las ocho empiezo a guardar todo en el bolso. Hice buena plata hoy, mejor de lo que esperaba para un dia de semana. Cuando salgo veo a Nicolás en la puerta. Se cambio a unos pantalones de jean y una camiseta negra con una campera de cuero
_ hola Daniela_ dice dándome un beso en la mejilla
_ Hola Nico _ digo sonriéndolo y pensado que es demasiado lindo para ser verdad
_ te invito a cenar_ dice mientras me abre la puerta de la camioneta como un caballero
_ bueno dale_ digo subiendo. Huele a cuero nuevo y me encanta que este calentita. El sube del otro lado
_ ¿algún lugar preferido algo que quieras comer?_
_ no soy pretensiosa, donde estemos cómodos y sirvan buena carne está bien_ digo porque soy así simple y sin vueltas
_ dale, ya se a donde ir, es el bodegón el padre de un amigo, no es elegante pero se come muy bien_
_ mejor no me gustan los lugares elegantes_ el sonríe y arranca la camioneta. En la radio suena soda Stereo y sin pedirle permiso subo el volumen, para escuchar más alto De música ligera. En la versión del último concierto. Empiezo a cantar y Nico sonríe y empieza a cantar conmigo
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Corazón delator
RomanceAmbientada en la Buenos Aires, Daniela Paz Román sobrevive a una madre alcohólica y despreocupada y a un padre ausente. Criada por vecinos en una pensión del barrio de Montserrat desde pequeña descubrió que sus manos eran mágicas cuando se tratab...