Una nueva luz en el camino 3

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¿Qué es la muerte? Muerte es una palabra a la que mucha gente le teme, es un estado del cual nadie ha regresado a decirte que ha pasado, es algo muy difícil de decir y de describir, pero hay momentos en que quisieras ser tu el que estuviera muerto...el que estuviera en esa caja.

Así me sentía yo, en ese momento quería ser la que estuviera en la caja que estaba frente de mí, no mi Camila, a lo lejos veía a la demás gente, algunas personas tristes, algunas platicando por lo bajo, algunas inclusive ajenas a lo que pasaba, en fin, sinceramente no me importaba, es como si yo estuviera sola ahí, el salón vacio y ella, hasta que sentí que me tocaron el hombro:

-Lauren, ¿como sigue tu mano?- mire a Alexa y mire mi mano toda vendada, había sido una estupidez la que había hecho, afortunadamente Alexa al oír el estruendo había subido a ver qué era lo que pasaba y pudo parar la hemorragia a tiempo, deje que me curara, ni dolor sentía, me sentía algo zombi

-Me siento...-dije como es que si en ese momento pudiera sentirme así- bien...ya no me duele- le sonreí levemente, ella me sonrió de vuelta, se sentó junto de mí y me paso la mano detrás de la espalda abrazándome, me deje necesitaba la protección de alguien, deje que siguiera pasando el tiempo, cuando me acorde de mi bebé y decidí preguntarle

-¿Oye y mi hija?-voltee a todos lados a ver, buscándola pero no la veía

-No te preocupes, mi mama la tiene, esta con ella en la cocina, vengo de estar con ellas- me volvió a sonreír para tranquilizarme

-¿Duerme? – le pregunte volteando a ver de nuevo el féretro

-Sí, si duerme, es un lindo angelito, se porta demasiado bien, casi no llora- suspire, un angelito, si un angelito que me habían mandado para superar la muerte de la mujer que amaba con locura, voltee a ver de nuevo a Alexa aun me miraba esperando respuesta, me quede pensando en que aun no le había agradecido todo lo que había hecho por mí, ella se encargo de todo, porque yo no tenía cabeza para absolutamente nada

-¿Alexa?- la mire, ella volteo con una sonrisa hacia mi

-¿Si? Dime- le tome una mano y agache mi mirada al piso, después le mire a los ojos estaban llorosos, con ojeras su rostro aunque me sonreía se notaba cansado, no me había parado a pensar que ella también sufría puesto que era su mejor amiga, la única que después de enterarse que sus papas la habían corrido de su casa y la razón del porque, le siguió hablando y la apoyaba en lo que necesitaba y porque no decirlo, a mi también, ahora mismo lo estaba haciendo.

-Quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí, no cualquiera se prestaría para hacerse cargo de lo que me tocaba a mí, eres una gran amiga, una gran chica, tienes una gran fortaleza, se que tú querías a Camila como una hermana y ella ahora no está, espero que siga contando con tu amistad y...-apretó suavemente mi mano y me interrumpió

-¡Hey! ¿Eso nunca lo dudes si?, Camila era mi hermana tal vez no de sangre pero si de sentimiento, además tu eres como mi cuñada, a ti te he llegado a apreciar y a querer mucho, te has ganado ese cariño gracias al amor que le tenias a ella, además ahora está la pequeña Sandra, no es que te crea incapaz de cuidarla pero pues creo que te tendré que ayudar, bueno si tu quieres...-bajo la mirada tímidamente, no pude mas la abrace, se estaba comportando de lo más genial conmigo y creo de que de verdad más adelante al tratar de reacomodar mi vida la necesitaría.

-¡Vaya, vaya mi hija en ese cajón aun y tu ya buscándole sustituta!!- oí a mis espaldas, todavía abrazada a Alexa cuando oí esa voz que esperaba no oír ni dentro de mil años, me dio tanta rabia escuchar eso, quise levantarme del asiento para hacerle frente pero Alexa me jalo, me dijo al oído que no le respondiera la injuria que me acababa de hacer, que me calmara, respire hondo y me voltee a enfrentar a mi suegra.

Una Nueva Luz En El CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora