Una Nueva Luz En El Camino

Una nueva luz en el camino 13

Conocidas, desconocidas (Primera Parte).

Hoy domingo, es el último día que trabajamos Dinah y yo en la heladería, anoche hablamos y lo decidimos, se lo dimos a enterar a doña Leonor, ella aunque no sabía por qué y no lo pregunto, estuvo de acuerdo, así que hablamos con el jefe y nos dijo que no le gustaba saber eso porque a Dinah ya le tenía confianza, ella le mintió diciéndole que nos íbamos a ir de la ciudad y que por eso le dejaba el trabajo, el jefe le dijo que si era eso lo lamentaba mucho y nos deseó suerte solo que nos pedía que trabajáramos el domingo para que termináramos la semana.

Así que pues nos dispusimos a trabajar, ya era más de media tarde cuando llego un grupo de chicos y empezaron a armar bulla, me tocaba atender a mí, me acerque a la mesa con mi mejor sonrisa para atenderlos, ellos no me prestaban atención, me aclare la garganta y dije:

-¿Chicos que van a pedir?- ellos voltearon a verme y se quedaron en silencio, mirándome sorprendidos hasta que una chica de pelo negro y ojos cafes se levantó y me dijo:

-¿Ca-Caro? ¿Carolina? ¿Eres tu...hermana?-me miraba analizándome, me tomo del rostro y lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, la observe bien y era muy parecida a mí, bueno a la mujer de este cuerpo- ¡pero qué pregunta más boba hago! ¡Hermanita qué bueno que estas bien!- me dijo y me abrazo, yo la mire confundida y ella me soltó para volver a mirarme- ¿qué pasa? ¿No me reconoces? ¡Soy Normani, tu hermana! ¡Di algo por favor!- me decía angustiada.

-Es que no se dé que me habla señorita, creo que me está confundiendo- le dije aun anonadada.

-¡Pero que tonteras dices Caro! ¡Cómo voy a confundir a mi hermana mayor! – Me dijo observándome- ¡¿pero dónde has estado o que ha pasado contigo?!- frunció el ceño-¿qué haces trabajando en este lugar? Mis padres cuando se enteren se alegraran de saber de ti- me dijo- pero por favor di algo hermana- al parecer la chica no sabía nada de su hermana o que había pasado con ella, me sentí culpable de ocupar el lugar de alguien que tenía una vida por delante, que tenía familia y que tenía amigos.

-Yo no sé de qué me habla señorita, es que yo sé que me llamo Camila, solo se eso, sufrí un accidente automovilístico y perdí mi memoria, así que puede que lo que me diga sea verdad o usted me sigue confundiendo- ella me miraba analizándome, hasta que otro chico de ojos cafes se paró junto a ella.

-No te podemos confundir Caro, eres demasiado hermosa como para que te confundamos- me sonrió, me di cuenta que a ese chico lo conocía, como no conocerlo "¡es el hermano de Alexa! ¡Shawn!" El pequeño Shawn que siempre me decía que de grande seria mi esposo, que cuando visitaba a su hermana, agarraba a besos al pequeño de 8 años y siempre le chuleaba sus ojos que eran igual de hermosos que los de su hermana, ambos por herencia del padre, que había muerto años atrás.

Trate de salir de mi asombro y no podía dejar de recordar la frase de Lauren, que irónica era la vida, esta chica conocía a Shawn, que era hermano de Alexa, por lo tanto cuñado de Lauren, ¿Qué haría cuando se enterara que esta chica fue la que se metió en la relación de su hermana con Lauren sin saber que yo era en realidad la misma Camila que de niño decía que sería su esposa? Salí de mis pensamientos cuando oí a esta chica avisarles a sus padres de que había encontrado a su hermana Carolina, Shawn me indico que me sentara en la mesa junto con los otros chicos que me miraban analizándome.

-Este... ¡no, no puedo! ¡Tengo que seguir atendiendo!- le dije parándome.

-¿Qué? No Caro tu ya no sirves helados, a tu padre le dará un infarto cuando sepa donde estas, tu familia teniendo tanto dinero y tu aquí sufriendo, no, de ninguna manera, siéntate por favor- me sonrió cálidamente, lo mire no había cambiado mucho, era como cuando niño pero con cuerpo de hombre, aunque para mí era un niño, aunque nos mirásemos de la misma edad, para mí era como un hermanito más.