The Saviour (Andy Biersack)

Supervivientes

Wendy se levantó temprano, y por más que intentaba volver a conciliar el sueño abrazada a Andy, estaba perdiendo el tiempo. Decidió levantarse y meterse a la ducha.

No había nada mejor que darse una larga y caliente ducha nada más levantarse cuando es verano y no tienen horarios que cumplir. Se tomó su tiempo masajeándose la cabeza. Como no quería despertar a Andy, -quien dormía al otro lado de la puerta- no había puesto su música mientras se duchaba; asique se dedicó a pensar en silencio. Pensando y pensando, se acordó de que si estaba en esta casa era porque había acordado con Andy pagarla a medias en cuanto se pusiese a trabajar; y ni siquiera había empezado a buscarlo.

Salió de la ducha y se envolvió en el albornoz dispuesta a rellenar su Currículum y salir a distribuirlo por todos los locales y centros comerciales cercanos. Se vistió con un pantalón azul claro y una camiseta básica de color verde de tirantes. Se dejó las zapatillas de andar por casa e hizo su desayuno lo más silenciosamente que pudo.

Se llevó el desayuno a su habitación y cerró la puerta para no hacer demasiado ruido, aunque Andy no es de sueño ligero.

Estaba rellenando la parte del currículum de los estudios realizados, cuando su móvil sonó a todo volumen rompiendo el prolongado silencio que había habido hasta ahora, y que asustó a Wendy haciéndola levantarse a por él de inmediato con el corazón bombeando más deprisa de lo que debería.

-¿Si?-Wendy sonó sin aliento al contestar.

-Pene.

-Wendy miró la pantalla del teléfono, pues había contestado sin mirar quien era.–Hola Katy.-Wendy sonrió con una mano sobre el pecho.

-¿Qué estabas haciendo?, ¿eh?, ¿que has contestado tan agitada y sin aliento?.

Katy siempre era así, no importa cuánto tiempo pases sin hablar con ella, que cuando volváis a hablar lo hará como si nunca os hubieseis separado. Las conversaciones con ella no suelen ser lógicas, es impredecible, “Like a ninja”.

 

-Pues estaba haciendo mi currículum. El caso es que la casa está en completo silencio, y cuando has llamado ha sonado tan fuerte que me he asustado.-se metió un mechón de pelo pelirrojo tras la oreja.

-Excusas, Excusas…-Katy rió brevemente.-El caso, te iba a comentar una cosilla que se me ha venido a la mente.

-Sorpréndeme.-Wendy sonreía esperándose cualquier cosa.

-¿Vas a hacer algo hoy?

-Hombre, pues tenía pensado ir a repartir mi currículum por los locales y centros comerciales cercanos. Y me urge.

-Pensaba quedar y tener una tarde de cine, pero si quieres, podemos hacer eso y parar por un Mc Donald.

-Me parece bien.

-Vale, pues dime donde quedamos.

-Obviamente aquí, tienes que ayudarme a rellenar mi currículum.

-Créeme que no es buena idea.-Katy se reía malvadamente.-Mejor te llamo al portero y bajas.

-Wendy suspiró- De acuerdo, ¿te parece bien a las doce y media, y así comemos fuera?.

-¡Perfecto!, ¡mini mini mini!.

-¿Qué?-Wendy frunció el ceño riendo. Una risa de esas que no sabes por qué te ríes pero simplemente lo haces.

-¿Cómo se llama a un montón de chicles en bici?- Dijo Katy