CAPÍTULO 30

87 8 1
                                    

-No quieres estudiar ¿cierto?- me preguntó ya que estaba haciendo cualquier cosa con mi cabello, o mirándome las uñas y no había sacado ni un solo libro.

-¿Te parece?- pregunté haciéndome la tonta.

Se rió.

-¿Qué quieres?- preguntó de vuelta.

-Dormir.

-Duerme.

Me recosté en su cama cuidadosamente, tratando de que no se me viera nada debajo de la falda. Sehun miraba fijamente cada uno de mis movimientos. Luego tomó una manta y la puso sobre mí.

Cerré los ojos pensando que se iba a ir, pero se acostó a mi lado, quedando frente a mí.

Nos miramos a los ojos por un largo rato. No podía seguir mirándolo porque me daba pena, así que cerré los míos lentamente.

-Mírame- exigió con enojo.

Abrí mis ojos lentamente y lo vi suavizar su expresión. Sonreí.

-¿Qué hago aquí?- pregunté filosóficamente (xd)

-No lo sé, solo cállate y duerme.

-Cómo voy a dormir si cuando cierro los ojos me pides que te mire, no sé dormir con los ojos abiertos.

-No quiero que mires a nadie más que a mí, ni siquiera en tus sueños.

Sonreí de nuevo.

-Eso no va a pasar. Cuando estoy contigo nada se me pasa por la cabeza- admití. -Pero se supone que querías estud...-iba a añadir.

-Shhh- cerró sus ojos.

Imité su acción y me quedé dormida.

***

Me desperté sobresaltada. Rayos. ¿Qué hora era? ¡LA UNA DE LA MADRUGADA! Joder, ¿en qué estaba pensando?

Vi a Sehun removerse a mi lado mientras abría lentamente sus ojos.

-Sehun, despierta, tengo que irme a mi casa.

-Tu padre sabe que estamos aquí, si quisiera que te fueras a casa ya no estarías aquí.

Procesé.

-Mi papá sabe que... Que...- me tapé la boca de la impresión.

-Cuando llamó a la puerta para avisar que ya se iba, te vio aquí, solo me pidió que te cuidara.

Claro. Tenía mucho sentido. Mis padres eran partidarios de que Sehun y yo nos lleváramos bien, no era para nada descabellado lo que el rubio decía.

-Joder.

Se rió.

-Solo duérmete- insistió y poniendo su mano en mi cuello me hizo recostar mi espalda contra el suave colchón.

Quedé mirando al techo. Estaba tan apenada que me puse roja y sentía tanto calor que pensé que moriría. Todo estaba oscuro, y... Dios. ¿Qué pensará mi papá de mí?

-¿Qué piensas?- me preguntó.

-Esto es muy raro.

-Nunca pensaste estar así conmigo ¿verdad?- dijo burlón.

-Cállate- le pegué en el pecho. -Tengo que irme.

-Más tarde te llevaré, solo duérmete.

-No, no puedo dormir, al menos déjame ir a tomar aire, hace mucho calor- rogué.

the answer is you » oshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora