CAPÍTULO 41

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-¿Por qué me trajiste aquí? Es decir... no estamos celebrando nada especial...

-Yo si puedo celebrar.

-¿El qué?

-Que estés viva, que estés bien, saludable, conmigo.

Morí de ternura.

Lo abracé por la cintura.

-Eres sorprendente.

-Lo sé bae.

Se separó de mí y caminó despacio hacia el equipo de sonido. Reprodujo eyes, nose, lips. Se acercó nuevamente, y esta vez él me tomó por la cintura. Apoyé las manos sobre sus hombros y empezamos a movernos al ritmo de la canción. Susurraba algunas partes en mi oído y me hacía estremecer. Tomó el cuello de mi chaqueta y la deslizó por mis brazos. Había poca iluminación y el ambiente era cálido. Hice lo mismo con su chaqueta. Aspiré su aroma. Tan varonil.

Acariciaba con parsimonía mi cintura, con los pulgares. Sentía su tacto frío a través de la blusa, y luego por debajo de ella. Me abrazó con más fuerza. No había más espacio entre nosotros.

Luego empezó a sonar Last dance. Sehun me miró a los ojos. Me regaló una pequeña sonrisa, un poco melancólica. Pero Sehun era tan extraño. Su bipolaridad se me hacía de lo más normal en el mundo así que le devolví la sonrisa, una más alegre. Seguimos bailando. Se movía muy bien.

Con los ojos cerrados acaricié su rostro. Como si quisiera memorizarlo entero. La forma de sus ojos, sus cejas, sus pestañas, su boca. Mis dedos no podían mantenerse lejos. 

-Me encantas- susurré despacio.

Él siguió cantando la canción en mi oído. Se palpaba en los dedos. Sus músculos se tensaban y se relajaban. Me sentía extraña. Como si estuviera a punto de quebrarme otra vez, y quisiera hacerlo de una manera menos cruel. Cuando terminó la canción me miró de nuevo a la cara. Sus ojos buscaban algo en mí. Lo besé. 

Hace mucho rato me estaba conteniendo. Primero fue un roce. Después delineé su labio inferior con mi índice. Después con la lengua. Después una guerra de lenguas. Ya estaba sumergiendo mis manos entre su camisa y su piel. 

La música se detuvo. 

Me dio un beso casto en los labios. 

Me tomó de la mano y nos sentamos en el sofá. Tomó una manta y nos cubrió. Puso una película. Café society. 

A más de media película mis ojos empezaron a cerrarse. Pero no podía hacerlo tan rápido. Ésta noche era de los dos, y quería estar completamente despierta. Me levanté y me comí algunas fresas que estaban sobre la mesa de la habitación.

-¿Tienes sueño?- preguntó desde el sofá.

-No.

-Más te vale. Aún falta algo.

-¿Qué es?

Apagó el televisor, prendió una lámpara que estaba justo encima de la mesa central. Nos sentamos sobre la alfombra. Encima había un par de hojas, marcadores, y stickers. 

-¿Para qué es esto?

-Quiero que hoy sueltes todo. Lo que te molesta. Lo que te gusta. Lo que esperas para el futuro. Lo que sientes.

Lo miré a los ojos, y me rasque la cabeza con algo de confusión mientras sonreía.

-¿Quién eres y qué hiciste con Sehun?

-Cállate, ¿siempre tienes que arruinar mis intentos de ser romántico?

-Bien, bien.

Reprodujo let's not fall in love. 

Empecé a escribir.

No sé la razón por la cuál estás haciendo ésto. De repente te estás comportando extraño, pero eso ya es algo común en ti. Me acostumbré a tu bipolaridad. Aquí voy a responder todo lo que me preguntaste...Lo que me molesta... las mentiras. Lo que me gusta... comer (obviamente), estudiar, tú. Lo que espero para un futuro... tú de nuevo. Nosotros. Nuestros hijos. Lo que siento... No sé cómo decirlo. Aunque sería más fácil escribirlo que manifestarlo en acciones. Cuando estás alrededor me siento como al final del desierto. Eres el oasis perfecto para calmar mi sed. Si me preguntas lo más agradable, lo más bueno, lo más precioso, lo más dulce, mi respuesta a todo eres tú. Y sí, no eres el ser más dulce del mundo, pero conmigo lo eres, con tu sarcasmo, y tus bromas pesadas. Pero lo intentas, justo como ésta noche. Y sé que sólo lo estás intentando conmigo. Lo que no quiero perder... tú. Lo último que quiero ver antes de cerrar los ojos para siempre... tú. Mi respuesta a todo eres tú. Me gusta todo de ti, todo lo que tiene que ver contigo, los lugares a los que vas, la ropa que usas, lo que comes, lo que miras, lo que tocas. Desearía estar contigo para siempre. Recordarte en todo lo que toque. Quiero que seas un recuerdo eterno, real, tangente. Te quiero mío siempre.  

Cuando terminé mi carta, hice algunos corazones y emojis con los marcadores. Luego pegué una estampa en el sobre, doblé la carta y la introduje. 

Estaba tan concentrada que no me dí cuenta que Sehun había estado todo este tiempo sólo mirándome. No había estado escribiendo. 

-¿No escribiste nada?

Negó con la cabeza. Extendió su mano para que le entregara la carta. Lo hice. 

La guardó en el bolsillo de su abrigo. Recogimos el desastre que estaba sobre la mesa. 

Me pidió el celular. Se lo entregué sin preguntar el porqué. Lo apagó.

the answer is you » oshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora