Capitulo 4

45 1 0
                                    

Llego el día, el entierro paso, que mas podría pasar toda mi familia llorando, Juan preguntándose que había pasado, por que nadie me explico lo sucedido, mi padre se sentía muy mal, saber que el estaba así me ponía ... no se como explicarlo necesitaba salir de ese lugar, necesitaba estar al lado de mi tía, mi mama todo me daba vueltas, los recuerdos llegaron a mi mente no supe como reaccionar, lo único que hice fue salir corriendo cómo una niña pequeña que no sabe que hacer. El entierro se llevo a cabo en un bosque lejano de la ciudad; al momento en que salí corriendo llegue a una montaña muy alta llore hasta no poder mas, odiaba todo, toda mi vida había sido tirada a la basura.

Finalmente me quede dormida, me despertó los gritos de mi hermano.

-¡Mía! Por dios, te encontré que alivio, ¿ Donde diablos has estado? Tenias loca a toda la familia, te llevamos buscando por horas. ¿ Estas Bien ?

-¿ crees que lo estoy?

-No. Pero Mía tienes que estar tranquila. 

-Lo se Juan, pero entiende que era nuestra tía, esa mujer que siempre estaba para nosotros, la mujer que nos da consejos y sin importar cuantas veces nos equivocábamos iba a estar ahí, no sabes cuanto la necesito al lado mio. 

-Mía lo se, ya se pasara este dolor. 

-No me entiendes. Sabes ni se por que estoy perdiendo el tiempo hablando contigo, vayámonos. 

-Bueno. 

Todos estaban preocupados, esperando atentamente a que Juan llegara conmigo, nos fuimos a casa. Emma nos preparo chocolate caliente con masmelos, todo estaba en completo silencio me despedí de mi hermano y mi papa.Fui a mi cuarto, me senté en el balcón y comencé a mirar el cielo. Todo me seguía dando vueltas y con mas razón por mi padre, se que estaba mal por la muerte de mi Tía pero el tenía algo lo conozco como la palma de mi mano a mi padre le sucedía algo y Emma lo sabía, mañana hablare con ella de inmediato el se valla a su trabajo; estaba muy preocupaba necesitaba saber que sucedía con el. En ese preciso instante mi celular empezó a vibrar quería que fuera Simón, era Charlie. 

-Hola Mía. ¿Como va todo?

-Hola Charlie, pues como te digo estoy totalmente destruida pero bien. 

-¿Quieres que vaya a tu casa?

-No es necesario. 

-Muy tarde, baja por favor o prefieres que suba. 

-Mire abajo y estaba ahí. Vestía muy bien un blue jean roto, con un sweater  gris y un gorro precioso. 

-Le dije que subiera. 

Lo vi y de inmediato lo abrace, necesitaba que alguien estuviera al lado mio, fue muy bonito, tengo una ley y es que cuando alguien me abraza y de inmediato me siento protegida es por que realmente siento algo por el, pero eso me dejo un poco confundida ya que presentía que sentía cosas por Alan pero en esos momentos no se me paso por la cabeza ni por un instante el; hablamos casi toda la noche, me hizo olvidarme de todos los problemas, realmente me gusto ese detalle de parte de el, saber que de verdad le importo es inigualable. 

A la mañana siguiente me sentí como nueva, como si esa Mía de la noche anterior luego de la charla con Charlie se haya esfumado, me alegra, lo que Charlie logro me hizo sentir mejor, comencé a ver las cosas de una forma distinta, ahora queda averiguar que es lo que sucede con mi padre. 

Eran las 9:30 a.m, llame a Emma. 

- Buenos Días Nena. ¿Que necesitas? Me sorprendió su cordialidad.

-Buenos Días. Si, quiero saber que ocurre con mi padre. 

-Ven. Me acerque mas a ella, presiento algo malo.

-Escucha Mía, esto no debería decírtelo yo, pero Gabriel esta enfermo. 

-¡Que! ¿Que tiene? ¿Desde cuando? ¡por que hasta ahora me vengo a enterar!

Ahora si todo se me vino abajo. 

-Emma. Lo que tiene. ¿es grave?

Me muero por abrazarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora