Capitulo 11

12 1 0
                                    

Me puse un vestido de color agua marina con unas zapatillas de tacón bajo negras, me maquille muy poco, la verdad casi natural no quería parecer un payaso mal pintado o cosas similares; Alan llego a las 7 pm, tengo que admitir que estaba nerviosa por lo que pudiera pasar, Sam me dijo que estuviera tranquila sin embargo era inevitable sentir sentimientos que te agobiaban por dentro. Abrí la puerta y ahí­ estaba Alan, vestí­a una camisa a cuadros color verde con gris con un jean claro y un gorro gris en su cabeza que le daba un toque muy lindo a su pinta de esta noche, sus ojos estaban color miel y simplemente estaba tan hermoso que me provocaba hacer lo que fuese con él.

-Hola Mí­a, ¿Cómo te encuentras?

-Hola a a .. Le conteste con un tono de nerviosismo casi tartamudeando.-Estoy bien y ¿Tú?

-Un poco intrigado, ¿Puedo pasar?

-Sí, pasa.

En ese momento me di cuenta que Sam y yo nos habíamos concentrado tanto en cómo arreglarme que olvidamos por completo la cena de esta noche, así­ que lo primero que se me vino a la mente fue pedir una pizza para los tres.

-¿Te gustarí­a una pizza para cenar? Le pregunte un poco decepcionada.

-Claro que sí, ¿Qué te pasa? Puedes quitar esa cara, espanta lo hermosa que eres.

No pude evitar sonrojarme, será que lo habrá notado, pensaba en decirle muchas cosas, principalmente que no quería seguir peleando con él, y que confió tanto en lo nuestro que estoy dispuesta hacer lo que fuese para poder seguir juntos mucho tiempo ya que realmente lo quiero; nos sentamos en la sala, yo le habí­a pedido el favor a Samantha que se quedará en nuestro cuarto para que no interfiriera en nada con nosotros. No iba a darle tanto vueltas al asunto así­ que rompí el hielo con Alan y le dije.

-¿Qué quieres conmigo?

-Pregunta directa no Mí­a, es muy sencillo, quiero ser tu novio, tu amigo, tu hermano y confidente, quiero cuidarte y apoyarte en todo lo que necesites, estar contigo en cada paso que des en tu vida tomados de la mano, viajar y tener muchos proyectos juntos, es lo aspiro a tener contigo, desde niños nos conocemos y créeme que te conozco tan bien que se cuándo te encuentras enfadada, triste o feliz, también se perfectamente cómo hacerte sonreír y que pases de un momento amargo al momento más feliz de tu vida. 

-¿Por qué eres tan lindo conmigo? Cielos Alan, nunca imagine que tu quisieras todo eso conmigo, es decir, nos conocemos desde hace tanto tiempo, que ni soñando me imagine tener una vida contigo. ¿Será eso posible?

-Sí tú quieres, yo lucharé porque así sea, créeme Mía que estar contigo es uno de los placeres más bellos del mundo, compartir momentos contigo es como volar y seguir volando, porque tienes una capacidad de hacerme feliz increíble que ni yo puedo explicar.

-Alan, ahora yo tengo que decirte algo, frente a todo esto que me has dicho.

-Mía, solo dilo.

-Bueno, te quiero, sí es verdad, me di cuenta hace poco de lo mucho que te quería y de lo enamorada que estoy de ti, también quiero luchar por esto que los dos tenemos y que sé que puede llegar muy lejos, quiero que sepas que estoy dispuesta a cuidarte, apoyarte y amarte como un hombre como tú se o merece. Así es, te quiero mucho, en serio no sabes cuánto y deseo con ansias que puedas hacerme la mujer más feliz del mundo.

Cuando me di cuenta estaba sintiendo que los labios tiernos y carnosos de Alan rozaban con los míos, un poco tímida logré responder el beso que me dio, fue algo mágico, inesperado pero hermoso a la vez, así como él dijo fue como haber volado juntos.

-Mía, te haré muy feliz. Me dice después de haberse separado de mí. No tenía planeado decirte esto ahora, sin embargo es el momento preciso para preguntarte algo... Hubo una pausa larga en su conversación.

-¿Quieres ser mi novia Mía?

Me muero por abrazarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora