IX (parte 1)

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[...]

Habían pasado unos días desde que la operación de Jyushimatsu fue un completo éxito. Se notaba que el doctor era uno respetado y con bastante experiencia. Ahora lo único que faltaba era la recuperación del pequeño ángel.

El doctor había incinerado las alas del pequeño ángel, nadie jamás podía tocar o ver aquellas alas, sería complicado en la sociedad en la que viven. Por lo que cuando se le ocurrió aquella idea todos estuvieron de acuerdo. Ahora hay un jarrón sellado cerca de la cama del pequeño milagro el cual contenía las cenizas de ello.

Ichi había vuelto a su hogar el día viernes y pensaba volver a su casa el día sábado, pero el doctor Choro no lo dejó, aún más lo regañó. "Tienes que volver a tu casa, tu padre está preocupado, no por nada manda el carruaje topos los días, así que te vas de mi casa y vuelves otro día."
Nada había qué hacer ante ello.

Era sábado en la tarde, y eso solo significaba una cosa, el padre Auston estaba de vuelta. El cejo del doctor Smith estaba arrugado al recordar quien llegaba a su hogar a interrumpir el tranquilo ambiente del cual se había acostumbrado al estar con un Padre y un hermano que era mas ruidosos que las campanas de la iglesia.

Él estaba afuera con su carruaje y una maleta más grande de lo normal, tenía un terrible presentimiento al verlo desde la ventana del tercer piso.

-Auston está aquí.-Murmuró el Smith.

-Pues que pase a mi hermoso hogar.- Respondió Kara con una disimulada sonrisa, intentando sonar igual de 'genial' que todos los días, pero era obvio que ese día era una excepción a su personalidad.

-Querrás decir MI hermoso hogar, allegado.-Respondió entonces el Doctor alejándose de la ventana para así cubrir con una manta el cuerpo del pequeño ángel que se encontraba tomando una siesta en su cama.

-Ah, antes que te vayas-Interrumpió los pensamientos del doctor al hablarle sin murmullos.- ¿Puedo tener mi habitación nuevamente?- El doctor lo ignoró.

Eso era un sí.

Bajando las escaleras hasta el primer piso, pudo oír como el llamado de la puerta interrumpía entre tanta tranquilidad. Rápidamente, y sin hacerlo esperar mucho abrió esta y dejó pasar al irritante padre que sin mucho ánimo de socializar entró a la casa y lo primero que hizo fue sentarse en el sofá esperando que su acólito cargara sus pertenencias.

-¿A qué se debe tanto equipaje, Padre Auston?- Preguntó el doctor ayudando al pobre joven.
Este entonces lo miró y con una sonrisa irónica en el rostro respondió: -Solo vengo a dejar un poco más de ropa ya que nos quedaremos aquí desde la próxima semana.

El rostro del doctor cayó al suelo una vez oyó las barbaridades que salían de la boca de aquel padre.
Intentó omitir las vulgaridades que quería decirle en ese momento al padre, de verdad que no le caía nada bien, pero debido a lo que el padre Smith había ensañado no podía faltarle el respeto a una persona mayor, menos a un padre tan respetado como lo era Auston.

-Eso quiere decir que la iglesia me está despojando de este hogar.

-Exacto.-Dijo sin escrúpulo alguno enfrentándose al Doctor.

-Me parece bien, ¿hasta cuándo tengo?-Preguntó sin tomarse un tiempo entre la respuesta del contrario.

Este solo soltó una pequeña carcajada-Tómese su tiempo, el padre Kara aún no muere.- Y como si nada el padre Auston empujó a su Acólito indicándole que quería que subiera al segundo piso a instalar dichas cosas.

Qué irritante es.

-No sé cómo lo soportas.-Musitó entonces el Doctor ayudando al acólito a subir el equipaje de ambos.- Mientras más viejo, más pesado es.-Continuó hablando al saber que el padre estaba en su cuarto.

Fallen Angels (Ichijyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora