Capitulo 8

359 8 2
                                    

CAPITULO 8:

-Ya tienes a tu vampiro Klaus-dijo Rebekah por el móvil que le había dado Klaus.

-Perfecto hermanita, que rápido-le contesto Klaus muy contento. Cada vez estaba más cerca, pensaba Klaus.

-¿Sabes qué? Ahórrate los halagos por el momento. ¿Y tú cómo vas?-le pregunto Rebekah, mientras subía las escaleras del sótano de la casa.

-Mmm…bastante bien. Me llevara tiempo, pero ya sabes como soy yo, nunca tuerzo el brazo, casi siempre son ellos los que lo tuercen-le repondio Klaus girando sobre sus talones para ver a la pobre chica que tenía atrás de él, sentada en una silla, atada con fuertes cadenas y con la boca tapada, derramando unas cuantas lagrimas sobre sus piernas también atadas con cadenas.

-Está bien, haz lo que tengas que hacer, yo estaré por aquí yendo de compras para actualizar mi vestuario. Adiós Klaus- se despidió Rebekah.

-No te metas en problemas querida hermana. Adiós- le contesto Klaus cerrando el móvil y metiéndoselo en el bolsillo.

-Escuchaste, amorcito, ya tengo al vampiro. Solo me falta el licántropo y la réplica y aunque no lo creas, HAYLEY,  sé que tú puedes darme ambas.-le dijo a la pobre chica perfectamente amordazada.-Así que, facilítame las cosas y yo te dejo ir sin un rasguño- concluyo.

Al ver que la muchacha quería hablar, Klaus, le saco la venda de la boca para dejarla hablar.

-Yo no sé nada sobre la réplica. Y no te voy a decir dónde encontrar a mis amigos ni aunque me mates-le dijo la chica con voz ahogada.

-Me temía que digieras eso… por eso, tengo un plan B que seguro no te gustara nada, pero si insistes en que lo utilice… bueno-le respondió Klaus con una sonrisa irónica en  la cara.

-Si no me dices donde encuentro a mi replica y a mi licántropo voy a clavarte esto hirviendo una y otra vez en el pecho hasta que me digas donde los puedo encontrar- la amenazo Klaus sosteniendo una varilla larga de hierro negro.

-¿Para qué quieres a otro licántropo, si ya me tienes a mí?-le pregunto Hayley

-Porque, amorcito, aunque no lo creas no me gusta mucho matar a mujeres como tú, no me siento caballeroso. Así que prefiero matar a una sola que a dos. No me hace sentir tan culpable-le respondió Klaus

-Eres de lo más repugnante Klaus. Y aunque me claves eso una y otra y otra vez no te voy a decir nada sobre mis amigos. Y te vuelvo a repetir, no sé nada sobre la réplica de Katerina Petrova- le dijo Hayley muy desafiante.

-No mientas Hayley, se quién te conto sobre mí, se quién es esa “amiga” tuya- le dijo Klaus acercándose más y más hacia Hayley, hasta que sus narices se tocaron-Solo una mujer me conoció muy bien en toda mi eterna vida, y se llamaba Katerina Petrova. Así que la única que te pudo haber contado sobre mí tan detalladamente es ella. Y si vos estuviste con ella y compartieron ese tipo de secretos, quiere decir que si sabes algo sobre su réplica… así que dime lo que te conto y nos saltearemos la tortura. ¿Qué te parece?-concluyo.

-NO- le respondió Hayley.

Klaus se alejó de Hayley para tomar la varilla larga negra que había dejado contra la pared.

-Entonces…comencemos-dijo Klaus calentando la punta de la varilla en un pequeño fuego que había prendido mucho antes.

Cuando la punta estaba lista se dio vuelta, se acercó a Hayley y le dijo:

-Tienes tiempo de arrepentirte y de hablar- le dijo Klaus. Al ver que no respondía, alzo la varilla y sin dudarlo atravesó a Hayley con ella…. 

Los originalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora