La verdad duele, la mentira mata y la duda tortura.
-Entonces... ¿No quieres salir conmigo...?- la verdad es que me daba mucha pena, pero jamás me habían gustado los bailes de graduación. Lo veía un poco estúpido la verdad pero bueno, iba a ir solo porque yo era la que daba el discurso y después de eso, me iba a comer a algún restaurante. Era lo que quería y nada ni nadie iba a cambiarlo. Cuando termine mi última clase de psicología salí hacia el aparcamiento para coger la moto.
-Me alegra que me seas fiel...- en ese momento mi corazón dejo de latir y la respiración se había cortado.
Aún quedándome sorda, reconocería esa voz por las pausas en cada una de sus palabras. Sentía los latidos en mi jodidas venas y tenía tanto miedo de darme la vuelta que no sabía si salir corriendo o enfrentarle cara y reprocharle todo lo que quiero reprocharle.
-¿No vas a decir nada...?-
-2 años... Han pasado 2 años...-
-Lo sé... te he echado de menos...-
Y cayó la gota que colmo el vaso.
-¿¡Que me has echado de menos!?- le miro cabreada -Se demostró en tus llamadas, en tus cartas, en tus mensajes. ¡A saber a que puta te has estado follando o compartiendo vida mientras enviabas a tus amigos para que yo no pudiera rehacer la mía!-
-Me prometiste ser fiel y te ibas a ir con otro-
-Tu prometiste llamar y cambiaste de número-
-Lo sé... Lo siento joder... Pero te sigo amando princesa...-
-Yo ya no se si siento lo mismo...- eso le a dolido y se puede notar en su ojos.
Cojo mi moto y me voy lo antes posible, por se que todavía le amo y si me quedo un segundo más me tiraré a esos brazo para besarle como nunca lo había echo antes.
Esta historia es mucho más larga, y así empezó todo:
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Faith
RandomSolo pedía una vida normal, problemas normales, muertes normales... Pero con él lo normal era un paso más allá de lo dolorosos, oscuro y aterrador. Es verdad que dicen que cada uno no puede elegir de quién se enamora pero, ¿puede elegir de quién se...
