X- (Xabi)
Tercer día en esta ciudad, y la verdad es que estoy muy contento. He conocido a una chica estupenda, tengo unos amigos geniales y tengo un polideportivo cerca de casa. La cosa no podía ir a mejor, o si? Cuando todos nos habíamos despertado, sonó el timbre.
- Hola, Clara!- dije muy entusiasmado después de lo que pasó la noche anterior.
- Buenas Xabi! Me preguntaba si queríais ir al polideportivo a hacer deporte o lo que sea.
- Yo voy, voy a preguntar a los demás.
Fui a "preguntar" a los demás, o más bien dicho, a decirles que no vayan al polideportivo para poder estar a solas con Clara. En cuanto les dijé eso volví a donde estaba Clara.
- Dicen que estan cansados por toda la mudanza.- le dije.
- Ah, vale. Entonces vamos solo tu y yo?
- Exacto.
Rápidamente fui a prepararme y nos fuimos al polideportivo. En el camino me surgió una duda. ¿Que eramos Clara y yo? ¿Amigos? ¿Novios? Tenia pensado preguntarselo pero, no lo hice. Prefería descubrirlo por mi solo. Entramos al polideportivo y decidimos ir a la zona del GYM.
- Xabi...
- Si?- pensé que diría algo sobre nuestra relación.
- Me aburre estar aqui. Hay alguna otra forma de hacer deporte?
- Claro! Podríamos ir a correr por el barrio.
- Suena muy divertido!- dijo entusiasmada.
Salimos del polideportivo y comenzamos a correr. Pasó una hora y decidimos hacer un descanso en una zona de picnic donde había mesas, fuentes barbacoas etc. En ese descanso comenzamos a tontear.
- Te sienta muy bien la ropa de deporte.- dijo ella.
- Que va, eres tu que me miras con buenos ojos. A ti si que te queda bien la ropa de deporte.
- Tu creés?- comenzó a acercarse.
- Por supuesto. Quieres que nos sentemos en una mesa de estas?
- Vale.
En el momento que nos sentamos, empezamos a besarnos. Todas las personas de alrededor nos miraban pero, nosotros eramos felices.
- Clara ya es hora de comer. Vamos a casa?
- Vale.
- Por cierto Clara, nuestra relación en que punto está?- no podía esperar más a escuchar la respuesta.
- Ay Xabi, pues lo que tu quieras.- me dió un beso y se fue corriendo hasta su casa.
No la alcancé, así que me tomé la vuelta a casa como un tranquilo paseo despues de haber besado a mi ¿Novia? ¿Amiga? No lo sé. Lo importante es que lo hemos pasado bien. Al llegar a casa se me notaba algo más feliz de lo normal.
- Y esa sonrisa?- me pregunto Nati.
- Cosas de la vida.
- Te has vuelto a besar con Clara no?- me preguntó Nati.
- Como sabes que me he besado dos veces con Clara?
- La primera vez me la contó Gerard, y la segunda la he visto con mis propios ojos.
- Como que con tus propios ojos?
- Si, con los prismáticos de Ro he podido veros desde aqui. Ha sido como ver una telenovela.- dijo mientrás se reía.
- Quien es Ro?- pregunté desconcertado.
- Es nuestro vecino de al lado. Es muy majo, muy guapo, atractivo digo... se ha portado muy bien con nosotros.- intentó ocultar Nati.- Ha venido a hacernos una visita cuando tu no estabas.
- Vale, y te mola no?
- A mi? Ah... No o si? No lo sé.- dijo Nati desconcertada.
- Vale, me lo tomaré como un si.- afirmé.
Después de esa interesante conversación, fuimos a la cocina donde Gerard estaba preparando la comida. Había preparado una ensalada.
- Wow menuda lechuga más fresca!- dije alucinando.
- Si, me la ha traido Cristina de su huerto.
- Vaya, vaya... Así que con Cristina eh?- le vacilé.
- Eh... Si? Golf? Vamo a calmarno...
- Solo llevamos 3 días aqui y ya casi todos tenemos un "ligue".- aclaró Nati.
- Pues tienes razón. Y quien de los tres es el o la que mas avancada lleva la relación?- pregunté con gran curiosidad.
- A mi solo me ha traido ingredientes de su huerto.- dijo Gerard hablando sobre su relación.
- Yo solo he hablado con él, y me ha prestado sus prismáticos.- dijo Nati
- Así que... Soy yo el que más avanzada lleva la relación? Me he besado dos veces con ella.- aclaré.
- Pues si.- dijeron Gerard y Nati al unísono.
Al acabar de comer, cada uno se fue por su lado. Gerard se fue a Correos a recojer un paquete. Nati, se quedó en casa jugando a video-juegos, y yo me fui al acantilado cerca de la playa para poder reflexionar. Estuve pensanando sobre todo lo que había pasado en esos tres moviditos días y todavía lo que estaba por pasar. Me pasé toda la tarde allí reflexionando, bueno, y también mirando a las chicas en bikini de la playa. Cuando me iba a ir de allí, pasó por delante Clara con unas amigas y no dudé en saludarla.
- Hola Clara!
- Hola Xabi!
- Que haces?
- Pasando una tarde en la playa con las amigas, y tú?
- Esperando... esperando... a mi hermano, si eso, a mi hermano.- dije disimulando.
- Ah, mola! Creo que Cristina os va a llamar para que vengais a cenar a casa.
- Pues menos mal que nos invitais a cenar a vuestra casa porque todavía apenas tenemos comida en casa.
- Os aviso que será una cena elegante, a Cristina le va mucho ese rollo y también que será a las 9.
- Menos mal que nos avisaste.- dije mientras me reía.
En cuanto acabamos la conversación, fui rápidamente a casa a prepararme, pero antes tenía que mirar que hora era, las 20:30. Tenía que darme prisa. Me duché, me puse el esmoquín, me arreglé y a las 20:58 ya estaba saliendo por la puerta.
- Buenas noches a todos!- dijo Cristina como buena anfitriona.
- Pasad al comedor.- exclamó Clara.
- Wow Clara estas guapisima.- le susurré el la oreja y ella sonrió.
La cena estaba deliciosa, Cristina era una buena cocinera. Al acabar de cenar, Nati se sentía un poco mal de la barriga, así que se fue a casa. Los demás nos quedamos tranquilamente charlando, Clara y yo en el salón, y Gerard y Cristina fueron a la terraza del piso de arriba. Clara y yo estabamos en una situación vergonzosa, no sabiamos que hacer, hasta que yo la besé. Ya no había verguenzas, eran besos mucho mas apasionados que la última vez, hasta que los besos se convirtieron en algo más.
- Chicos ya es tarde!- gritaron Cristina y Gerard desde la terraza.
- Mierda, que vienen.- susurró Clara.
En cuanto ellos entraron a la habitación estabamos como si no hubiese pasado nada. Entonces nos fuimos a casa y Gerard me preguntó:
- Que estabais haciendo en la habitación de Clara?
- Cosas.-dije.
- Ya sois pareja?- me pregunto curioso.
- Pues no se lo he preguntado. Pero, supongo que despues de esto si lo seremos.
- Despues de que? No me entero!- se desesperó Gerard.
- Nada, nada.
Todos nos fuimos a dormir, teniamos que reponer fuerzas para el día siguiente.
