X- (Xavi)
En este momento, todo el mundo estaba enfadado conmigo. Simplemente, por salir corriendo al entrenamiento de baloncesto porque llegaba tarde y por no quitarme los zapatos después de haber pisado un charco de barro. Pero bueno, me fui a ducharme mientras todos estaban en el salón. Al acabar de prepararme les dije a ver si querían ir a la playa y todos dijeron que si. La playa estaba a unos cuantos kilometros así que teníamos que coger el coche. Nadie quería conducir así que me pusieron la excusa de que yo era el más mayor, así que al final me tocaba conducir a mi. En el coche no había espacio suficiente puesto que, también venía Ro. Por lo que Nati tuvo que ir sentada encima de Ro. Pasaron 20 mins y ya estábamos en la playa. En la entrada había un señor muy raro con una caja y de repente nos preguntó algo.
- Chicos queréis una mascota?- dijo el viejo.
- Si!- dijimos Ro, Gerard, Clara, Ningui y yo mientras que a Nati y a Cristina no les parecía seguro.
- No sé yo...- dijo Nati dudosa.
- Hagamos una votación!- dijo Ningui.
Eramos más personas las que queríamos coger las mascotas, así que nos quedamos con la caja.
- Wow, tienen colores muy raros.-dijo Clara.
- Y muy llamativos.- dijo Nati.
- Pero son muy pequeños, es decir, es como si fuesen miniatura.- dijo Gerard asombrado.- Por ejemplo ese lince es más pequeño de lo normal.
En la caja se encontraban estos animales: Lince, cisne y nutria. Solo había tres y eramos siete. El primero en coger un amimal fui yo, cogí el cisne. La segunda fue Nati y se cogió la nutria. Y el tercero fue Gerard que se cogió el lince. Las tres mascotas tenían el mismo tamaño, eran pequeñitas y adorables.
- Y ya no hay más?- dijo Ro.
- Tendríais que haber sido más rápidos.- dijo Gerard.
Cuando ya estábamos en la playa todos se fueron al agua mientras que Gerard, Nati y yo nos quedamos con nuestros nuevos amiguitos.
- Buaa que monos son!- dijo Gerard muy entusiasmado.
- Perdona pero yo no soy un mono, soy un lince!- dijo el lince de Gerard.
- Em... Chicos... El lince ha hablado?- dije flipando.
- Claro que sí! Podemos hablar! Estábamos esperando a que los demás se fuesen para hablaros.- dijo mi cisne.
- Sois mágicos? Tenéis poderes?- preguntó Nati asombrada.
- Bueno, nosotros no tenemos poderes, pero podemos concederos poderes a vosotros.- dijo la nutria de Nati.
En ese momento fuimos a un lugar donde no había nadie para que nuestras mascotas nos contaran más cosas.
- Queréis tener poderes?- exclamó el lince de Gerard.
- Por supuesto!- grité.
El primero en conseguir poderes fue Gerard, al parecer de las tres mascotas su lince es el más atrevido. Al conseguir poderes Gerard cambió de atuendo, a un conjunto muy heroico y consiguió tener el poder de ver muy lejos. Le salieron orejas de lince, sus ojos eran como los de un felino, tenía puesto un traje ajustado de marrón claro (como si fuese un super-heroe) también llevaba una mascara con la que ocultar su identidad y consiguió una arma muy chula: Un arco con flechas. El siguiente en transformarse fui yo, mi cisne parecía tener un aspecto defensivo, es decir, siempre quería que las personas que más quiere estuviesen seguras. Mi atuendo también cambió. Me salieron alas, tenía puesto un traje ajustado de color blanco, también llevaba una mascara con la que ocultar mi identidad y conseguí un arma genial: Un escudo, el que parecía muy difícil de romper. La última en conseguir transformarse fue Nati. A Nati le salieron unas orejas pequeñas y redondas como las de una nutria, lucía un traje ajustado, también una mascara para ocultar su identidad de color marrón y consiguió el poder de controlar el agua o los líquidos, puesto que sin darse cuenta comenzó a mover un zumo de frutas que había en el suelo.