Avanzó por los pasillos como si fuera un fantasma, esquivando a todos los alumnos mientras abrazaba su mochila con su preciado libro dentro. No quería que nadie notara su presencia, ni siquiera sabía si quería que Albus supiera que estaba allí. Después de todo no la había invitado ¿no?
Salió al jardín y caminó por el césped alejada de sus compañeros, luego subió a una de las gradas de manera ágil, sentándose en una esquina de la primera fila. Había escogido una de las gradas del centro porque no estaba segura de qué es lo que necesitaba ver mejor y pensó que de allí vería todo más o menos de manera homogénea. Unos segundos más tarde la enorme figura del semi gigante se abrió paso y se sentó tras ella
-¡Qué sorpresa encontrarte aquí! - exclamó
Anya se sintió sobrecogida y lo abrazó hundiéndose en su abrigo de piel de topo.
-Acabo de enterarme de que hoy había partido... - exclamó temerosa -. Albus no me dijo nada... No se si debería haber venido
-¡Tonterías! - exclamó nuevamente -. Seguro que no quería interrumpirte en tus estudios... Últimamente estás muy aplicada.
La chica sonrió y se sentó al lado del gigante en la parte de atrás. Charlaron sobre las clases, en especial sobre animales mágicos, y el tiempo de espera desapareció como si nunca hubiera existido dejando paso a la atronadora voz de la profesora Hooch a través de la amplificación de voz mágica
-Bienvenidos magos y brujas al primer partido de la temporada: Gryffindor - realizó una pausa dramática para permitir la ovación de sus compañeros - y Hufflepuff - repitió la pausa y continuó -. Espero un juego justo. A mi señal: preparados, listos...
El silbato resonó con intensidad y las escobas levantaron el vuelo
La voz del comentarista, Elías Flick resonó en todos los palcos. Elías pertenecía a Hufflepuff por lo que no habría favoritismos, algo que la mayoría agradecía ya que aún era el primer partido de la temporada. El juego avanzaba muy rápido y Anya no paraba de preguntar al semigigante por las jugadas y los movimientos ya que apenas lograba verlos y se perdía continuamente. La emoción se palpaba en el ambiente y pronto la nórdica se sintió del mismo modo que sus compañeros de banco aunque entendiera solo la mitad de lo que pasaba
-¡Gryffindor marca! - su palco completo se levantó en vítores
Que siguieron dos goles más de Hufflepuff y otros dos más de Gryffindor. Estaban muy igualados cuando el equipo de Hufflepuff cambió a uno de sus golpeadores, lo que condujo a un lesionado en Gryffindor y cinco goles más. El palco se había sumido en la miseria cuando de pronto se escuchó el silbato de fin de partido. Albus tenía la Snitch en la mano. Habían ganado el partido. El palco se levantó de nuevo entre gritos de victoria y Anya se vio envuelta entre numerosos pares de brazos desconocidos en abrazos de alegría. Podía empezar a acostumbrarse a ello
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Esa noche se celebró un cuantioso banquete en el que recibieron a todos los jugadores con gran emoción. Llevaron a Albus en volandas y lo lanzaron al aire hasta casi alcanzar las velas del cielo mágico del comedor.
Anya se mantuvo al margen para no estropearle su gran momento pero trató de incorporarse a la celebración en la medida de lo posible. Incluso se atrevió a probar la cerveza de mantequilla, que para su sorpresa estaba deliciosa. La fiesta migró entonces a la sala común donde tras atravesar el cuadro de la pared se escuchaban los vítores y la música a todo volumen. Anya se apresuró a conseguir un sitio alejado donde sentarse mientra observaba toda la escena.
Rose y sus amigas también se habían unido a la fiesta y participaban activamente cantando y bailando con todos los miembros del equipo, lo que hizo que no se le ocurriera siquiera acercarse a Albus.
Las horas pasaban y poco a poco sus compañeros empezaron a irse, no fue hasta entonces que trató de acercarse pasando desapercibida ya que las tres muchachas seguían allí.
-¡Psst! - chistó desde detrás de uno de los tapices de la pared
Albus trató de localizar el origen del ruido pero lo cierto es que tardó un par de segundos porque aún tenía el cerebro embotado por culpa de la emoción. La muchacha sacó la cabeza y le invitó a entrar para poder tener unos segundos a solas
-Llevo toda la tarde intentando hablar contigo... Felicidades - murmuró con emoción contenida, aunque también seguía preocupada por si no quería que estuviera allí
Él la agarró de las manos antes de abrazarla. ¿Lo había visto? ¿Habría visto como cazaba la snitch?
-¿Fuiste a ver el partido? - preguntó con emoción
Ella asintió y notó que no estaba molesto, sino emocionado. Esta vez fue ella la que lo abrazó para demostrarle lo contenta que estaba de haberle visto llevar a la victoria a su equipo cuando de pronto el tapiz se desprendió de golpe dejando ver a Leonor Pettsky que sonreía con malicia
-Mira a quién tenemos aquí...
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Harry Potter (Fanfic) - Los descendientes
Fantasy-No, no y no. Y vuelvo a repetirlo: ¡No! Anya subió las escaleras de caracol con la gracia de un colibrí, haciendo que los zapatos claquearan contra el frío mármol blanco. Alina Adler nunca había sabido convencer a su hija, y quizás era por ello qu...