Entrada por la puerta grande ¿O no?

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El viaje en tren se le hizo bastante apacible a Anya, y aunque Rose era bastante habladora se le hizo bastante entrañable encontrar a una amiga tan rápido. Por otra parte Albus parecía aliviado y añadía algunos comentarios a los largos discursos de su prima, los cuales acababan en discusiones y finalmente en risas por parte de los tres chicos.

El tren se detuvo en la estación y todos tomaron sus pertenencias de mano, algo que extrañó a Anya que empezaba a añorar el portatil de su maleta de viaje.

-¿Y el resto de cosas? - preguntó mientras se ponía la túnica de magia de forma torpe

-Las llevaran a tu habitación, no te preocupes. ¡Ahora viene la parte más importante del curso! - Exclamó rose dando una fuerte palmada

Esta vez Albus le dio la razón y ambos tiraron de ella hasta llegar al exterior. Ya había oscurecido, aunque para Anya estar en la oscuridad era el pan de cada día. Pasar el invierno en Ucrania no es algo que cualquiera pueda soportar a menos que nazcas allá.

Al poner un pie en el andén la llevaron ante la enorme figura que clasificaba a los alumnos

-¡Hagrid! - exclamaron ambos y abrazaron al enorme ser.

Era la primera vez que Anya veía a un ser mágico de semejante calibre y no pudo evitar desorbitar un poco sus ojos. Y de buenas a primeras, se despidieron con la mano y corrieron por el andén como si la situación no fuera con ellos. ¡La habían dejado sola!

ºPiensa, piensa... Creo que me comentaron algo de esto... Los alumnos de nuevo ingreso entran al colegio por el lago negro... - suspiró -. Eso significa que voy a entrar solaº

Su cara se contorsionó en una mueca de contrariedad e inseguridad. ¿Debía hablar con el gigante? ¿Debía mezclarse con los niños de primero? Aunque era bajita, no era lo suficientemente menuda como para mezclarse con niños tres años más pequeños.

-Tu debes ser Anya - exclamó la afable voz del gigante y su cuerpo se tensó tanto como un gato al que han tirado de la cola.

ºMe está hablandoº

Giró lentamente y le encaró con los hombros tensos aún. Entonces asintió y el gigante la cogió como si fuera una suave y ligera almohada

-No estés tan nerviosa cualquiera diría que vas a ser devorada por un troll - rió

Anya por el contrario rechinó los dientes e intentó colocar una sonrisa, aunque la mueca quedó como si estuvieran pinchándola con una varita en la nuca.

-Jah... Jah... - articuló como proeza personal -. ºMás bien pensaba en que me comiera un giganteº -pensó.

El gigante la soltó y colocó a los niños por parejas. Entonces se dirigieron al embarcadero y montaron en los botes de dos en dos. Anya fue la última porque se negó a ir sola en una embarcación que navegaba sin tripulación. Al final, Hagrid tuvo que permitirle acompañarla y ambos fueron embutidos en la barca del gigante, que aunque era un poco mayor, no era para dos.

Todos bajaron y comenzaron a subir escaleras. El castillo estaba en la cima de la colina y para un cuerpo-fideo como el suyo fue todo un logro llegar arriba sin desmallarse. Entraron al castillo y esperaron a las puertas del comedor mientras una de las maestras pasaba lista. Al acabar sonrió y las puertas se abrieron permitiendo el paso a todos los niños al gran comedor. Hasta la punta de delante, para permitir que todos los vieran perfectamente.

ºTierra trágameº - pensó

La ceremonia de selección de casas trascurrió como normalmente lo hacía. Aunque Anya aún dudaba de dejar que ese sombrero viejo y vivo tocara su cabeza, no le quedó más remedio que armarse de valor y dejarse.

A la morena la dejaron para el último puesto ya que era la única alumna que se incorporaba a mitad de ciclo. Hubo una pausa y la nombraron alto y claro, para que todos supieran perfectamente quien era. Ella inspiró y se encaminó con la tez alta, con paso pausado. Tan alta y tan pausada que no vio el escalón y cayó de bruces sin poder frenarse, quedando completamente planchada delante de la silla con el sombrero.

El silencio se hizo patente durante unos segundos y luego comenzaron las carcajadas. Anya sopesó la idea de quedarse ahí, incluso barajó la posibilidad de inventar un hechizo que la fusionara con el suelo, pero todas esas ideas duraron apenas unas micras de segundo. Se reincorporó y se sentó en la silla.

La directora Mc Gonagall mandó callar a la sala y la joven tapó su cara con el ala del sombrero sin dejar de mirar al suelo

-Vaya, vaya... Y parecía torpe - comenzó el sombrero.

Anya frunció los labios

-Cualquiera podría pensar que todo esto haya desembocado en eso. Los nervios no son tu fuerte... Sin embargo... Eres novedosa, desestandarizada, valiente...

-Quiero estar en Gryffindor - se atrevió a murmurar de manera que solo el sombrero podía escucharla, mientras tapaba aún su cara con el sombrero

-¿Estas segura? - preguntó -. Esta brillantez... Podrías hacer grandes cosas en Ravenclow

Ella negó con la cabeza. 

-Los únicos a los que conozco están en Gryffindor - explicó 

Todos vieron como el sombrero se retorcía levantando su borde para mostrar la cara de Anya que estaba notablemente roja

-Si tan claro lo tienes... ¡Gryffindor! - exclamó y la sala se llenó de aplausos

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Holiwis~ Aquí nunca había puesto notas mías yey~ es la primera. 

Tenía la novela abandonada porque no es que la lea mucha gente y tengo un proyecto que está creciendo mucho mejor, igual os interesa:

"Dame lo que quiero" -SPAM!

Bueno, decirles que intentaré continuarla más seguido, aunque probablemente tenga que ver con el feedback que reciba e iré escribiendo entre medias de la otra.
Muchas gracias a tod@s los que me leéis, comentáis y puntuáis. Sin ustedes esto no sale D: Así que gracias ♥


Harry Potter (Fanfic) - Los descendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora