|| Only You [Love Me] || CANCELADA

¿Un cambio milagroso?

Recordando:
-M-Me gustan tus ojos, son lindos y- ¡No! Este- vio como el chico se quedaba paralizado y esto la hizo preocuparse más.
-¡¿A-Adrien?!- lo sacudió un poco tratando de que volviera a la vida.

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Concluyendo el incidente de vergüenza, se apresuraron a terminar los diseños, por suerte, Marinette era una buena costurera, y sobre todo rápida.

-Todo te quedó de maravilla- analizaba el rubio los proyectos, mientras que recordaba los momentos en los que estuvo modelando en ellos...excepto los vestidos...eso hubiera sido vergonzoso en muchas razones -En especial este traje- descolgó del pequeño gancho de madera un conjunto de vestimenta de color negro.

El traje no era formal ni e informal, había captado la esencia de Adrien; constaba de un saco de un tono particular al del pantalón y la camiseta de un color grisáceo.

-Se vería muy bien en ti- afirmó la azabache con un rostro lleno de carácter adorable -Además de que lo hice para ti...- lo último fue susurrado.

-¿Eh?- fingió estar confundido, obviamente la escuchó, pero quería jugar un poco con las excusas que le inventaría su querida "amiga".

-N-No, nada. Quería decirte que también combinaría con una corbata...-

Como respuesta el chico rió a carcajadas, una acción que confundió a su compañera a tal grado de que hiciera un puchero. 

-Lo intentaste- seguía con su risa de modelo, ni muy fuerte, ni muy delicada. Era agradable y graciosa al oído de cualquiera, así es, incluyendo a Marinette. 

Limitó a sus impulsos de reír para sólo sonreír -Oh vamos, soy mejor inventando excusas que tu, gatito-  

》¿De dónde provino ese estereotipo?《 se preguntaron los dos.

-L-Lo siento, yo este...no se por qué te dije así...-

-No hay problema, My Lady~ -

Esto les causó demasiada risa. Parecían un par de niños de 5 años, cuando se supone que deberían actuar como adultos.

-Ya es tarde...será mejor que regrese a mi hogar lo más pronto posible- habló la mujer con dirección recta a la puerta.

-Espera, Marinette-

-¿Hm? ¿Ocurre algo?- se detuvo en seco.

-Bueno...la nueva ropa del catálogo de mi padre y tuyo saldrá mañana, y va a ver una gran fiesta de gala. ¿Quisieras venir?- estiró su mano ofreciendo la invitación puesta en una tarjeta.

La chica sorprendida dirigió su mirada celeste hacia el modelo parado frente a ella; una sonrisa se hizo presente junto a una pequeña carcajada con un tono carmesí en las mejillas.

-Gatito, ya fui invitada- del bolso de mano sacó la misma tarjeta.-No me perdería por nada una reunión con los Agrestes-

-¿Entonces, vendrás?- rió un tanto avergonzado.

-Claro que iré. Y espero verte ahí-

Fue lo último que hablaron ese día, posteriormente se despidieron con un movimiento de manos y tomaron sus respectivos caminos.

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Otra mañana había nacido, una muy importante. La azabache solo se levantó de un brinco al escuchar sonar su teléfono.

-¿Hola?- respondió exhausta y aún somnolienta.

-¡Mariiii~!- el grito casi rompe el oído de la mencionada; y ella bien sabía de quién se trataba.