|| Only You [Love Me] || CANCELADA

¿Sabes el significado del "amor"?

Recordando:

-¡¿Marinette?!- nos separamos rápidamente al escuchar aquella voz sin saber de quien provino.

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-No lo puedo creer, ¿eres tú?- exclamó una chica castaña de ojos verdes que portaba una máscara negra con encaje naranja.

-Hola, ummm-

-Lila- interrumpió.

-¿Lila?- ligeramente se recargó en su mano intentando recuperar la memoria. Cuando la chica vio su posición se echo a reír sin más.

-¿Quién es él?- dijo coqueta.

-Adri-.-

-Disculpenos señorita, tenemos que hablar un momento- sonrió amablemente esbozando tranquilidad.

No perdió el tiempo al agarrar a su acompañante por el brazo.

-¿Qué sucede?- confundida le arrojó un puchero.

-No puedes decir quién soy. Si se enteran de que Adrien Agreste se presentó a esta pasarela no van a dejar de molestarme-

-Entiendo. No le diré a nadie, lo prometo-

-Marinette, ¿me puedo sentar con ustedes?-

No esperó respuesta, tomó asiento a lado de la azabache que aún sonreía.

N. Marinette 

No recordaba muy bien a Lila; una abrumadora sensación poseía mi cuerpo. Me agradaba aquella castaña de ojos verdes, no obstante, sentía desconfianza por su parte. Mantenía la idea de que era una muy buena persona, similar a Chloe; y de esa manera fue. 

-Cuando eramos pequeñas íbamos en la misma escuela.- explicó -Me acuerdo que el colegio sólo admitía alumnas. Exclusiva para nosotras. Impresionante, yo te recuerdo muy bien; siempre salíamos a jugar en el patio trasero, nos saltábamos unas que otra clases para pasear un rato, y capturar pequeñas mariquitas e insectos. También acariciábamos con ternura a los gatos que pasaban por ahí- 

-De eso me acuerdo perfectamente- contesté con un gesto amable para mi parecer. 

Recuerdo muy bien el hecho de que asistía a una institución privada de chicos; mis padres querían que mis estudios fueran bien enfocados y no perdiera el tiempo pensando en personas del sexo opuesto. Conclusión, ahora soy diseñadora.  

-Si te es difícil recordar, esta bien. Además, en ocasiones perdemos la memoria muy seguido, ¿verdad?- escuché muy extrañada sus palabras, aunque tiene razón, creo. Me dirigió una mueca de alegría para seguir con un sorbo de su bebida. 

-Es verdad- aclaró el rubio de la mascara negra y cabellera despeinada. 

Permanecíamos como un trío de buenos amigos y compañeros, hasta que mi celular sonó. La llamada correspondía de Alya, por más que quise contestarle no sería muy debido hablar frente a dos personas. 

-Discúlpenme- me retiré con educación, coordiné mi dirección hasta el comedor a por fin realizar la conversación. 

Al mismísimo instante que toqué mi teléfono una voz alterada me empezó a hacer preguntas como: "¿dónde estas?" "¿qué haces?" "¿estas bien?" entre más oraciones. Sin embargo, se trataba de mi mejor amiga, y sabía como explicarle todo lo sucedido. Colgamos al mismo tiempo una vez aclarado todo.

Solté un gran suspiro; normalmente ella no me hubiera creído y seguiríamos en el mismo problema una y otra vez.

¿Qué más da? La pasaré bien con mis amigos esta noche.