E p í l o g o

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La vida esta llena de improbabilidades, por ejemplo, puede que nunca me de algún tipo cáncer, quizá no voy a ser rica, tal vez nunca aprenda a tocar algún instrumento, puede que nunca gane la lotería, o que me ataque un tiburón. Esas son algunas de las improbabilidades que se me ocurren en este momento, pero, en realidad estas pueden llegar a ser posibles en determinada momento, hace tiempo podría decir miles de improbabilidades que ahora son mi realidad:


"Nunca me enamoraré""Nunca me casaré""Nunca tendré hijos""Puede que no llegue a los 21 años""Tal vez nunca tenga amigos"

Pero todas esas cosas se hicieron reales paulatinamente, y todo fue gracias a una persona, Toby las hizo posibles.


—¿Mami? ¿Papi?—Toby y yo estábamos acostados en nuestra cama hablando de... Nada en especial, cuando nuestro hijo entró por la puerta abrazando su peluche de conejo.


—¿Qué paso?—pregunto Toby alarmado sentándose en la cama.


— T-Tuve una pesadilla... ¿Puedo dormir con ustedes?— preguntó con inocencia


—. Claro que si.— Jase, nuestro hijo—. Se metió en las cobijas en medio de los dos—. Ahora... Nos diras ¿Cuál fue tu pesadilla?


— S-soñe que el tío O-Offenderman v-venia y se llevaba a papa y lo encerraba en una habitación con él— Toby y yo nos quedamos pasmados, jajaja inmediatamente note la cara de terror de Toby al imaginarse lo que le pasaba dentro de esa habitación, se veía demasiado gracioso.


—. No me cuentes más o yo también voy a tener miedo y tu mamá nos va a tener que cuidar a los dos .— dijo Toby volviéndose a acostar y abrazandonos a mí y a Jase—. Los amo...— susurró besándonos la frente a los dos, pude ver como Jase sonreía e involuntariamente yo igual lo hice, el se quedó dormido casi al instante—


Todas esas improbabilidades habían desaparecido.


—. Gracias Toby.— susurré—. Gracias...- dije cerrando mis ojos y sintiendo como una lágrima escurría de mi mejilla al decir esto, porqué al decir eso recordé todos los momentos que había pasado con Toby, todos y cada uno de ellos, pude sentir como sus labios me besaban en mi frente otra vez y me acariciaba la cabeza con delicadez.


El fue el que destruyo esos pensamientos que tenia, el que me enseño cosas nuevas, el que me enseñó que no todo era malo, el que me enseño a amar; el fué el que lo hizo.


Nunca digas nunca

Nunca digas nunca: Ticci-TobyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora