Un Cambio

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Un chico nada común ni típico a vista de cualquier individuo llamado Enzo cursa el último año grado de su bachillerato, optado de digna atractivida y radiante simpatía, se siente ansioso por su último año de estudio para al fin graduarse.

-Vaya viaje tan largo- Su mente no deja de recalcar que han sido unos 4 años muy largos llenos de muchas aventuras y experiencias nuevas.

He pasado tantos momentos humillantes y a la vez inolvidables espero jamás olvidarlas han creado de mi la persona que soy ahora, aunque tenga amigos el cuál pueda contar con una sola mano no está del todo mal, he crecido con ellos mutuamente he notado sus cambios de voz, sus nuevas alturas, cómo maduraban a la par conmigo, me parece increíble que este a un año de graduarme y por fin tener en mis manos ese título tan ansiado.

-Mañana será un gran día- divaga por su mente e imaginaba cómo sería aquel primer día de clase.

Ya ahora soy mayor y muchas cosas cambian en si, ahora sé que se siente al pasar con una camisa de otro color a los de primer y segundo año, la verdad pensé que me sentiría con algo más de superioridad pero no me siento así, será porque debo planear mi futuro ya que esta muy cerca mi carrera universitaria y no quiero que nada salga mal.

-Debo ir planeando mi futuro sin tener ninguna intervención o presión de mi madre- quiero estudiar lo que a mi me guste y así debe de ser- no seré infeliz cómo he visto personas a mi alrededor, no terminaré así lo prometo.

Tengo muchas expectativas para este último año, quiero que sea perfecto llena de sorpresas y experiencias, debo disfrutarlo jamas tendré esta edad de nuevo ni la oportunidad de estudiar en este maravilloso Instituto que me ha enseñado tanto, profesores estrictos con nombres ridículos que a la par verdaderamente buenos, otros no tan susceptibles sino más amigables y comunicativos con sus estudiantes.

-Deseo hacerme un cambio radical en mi para el día de mañana, comprarme nuevos anteojos no lo sé.- la verdad no sería mala idea.

De camino a la peluquería llega al lugar y encuentra a su antiguo peluquero de la infancia que toda su vida le ha cortado el cabello a Enzo.

-Alberto mañana es un gran día deseo un cambio de look y quiero que me ayudes...

-No digas Más Enzo sé que hacer.

Empieza a cortar su cabello de manera entusiasmada aparentando saber lo que hace sobre cortes modernos, Enzo empieza a darse cuenta que tal vez fue una mala idea venir a esta peluquería tan antigua.

-Ya estoy aquí no hay vuelta atrás sólo espero que con este cambio no hacer el ridículo mañana- Pensaba Enzo mientras mira el espejo y veía cómo cortaban su cabello.

Después de 30 minutos de cortar y peinar ha terminado Alberto,
Hace 5 minutos Enzo dejo de ver el espejo y querer toparse con la sorpresa de su nueva imagen.

-¡GUALA!- Dice Alberto con una enorme sonrisa. -He terminado Enzo ¿que te parece? ¿Te gusta?

-¿Pero que me has hecho Alberto? Exclamaba molesto.

-Yo no pedí tal cosa en mi cabeza eres un idiota no pienso pagarte por el mal trabajo que me has hecho.

-Oye amigo cálmate no está del todo mal...- Tal vez si improvise un poco no más.

-No discutiré contigo ya debo irme lo lamento mucho pero no pagaré por esto.- Dijo Enzo amargado mientras arremetía contra la puerta.

-Que asco de corte me ha hecho. Refunfuñaba mientras iba por la calle. -Puede que me ayude a disimularlo mis nuevos anteojos pero tendrán que ser magníficos.

Llega a la tienda y merodea en busca del singular anteojo que lo haga resaltar y causar sensación alguna.

-¡Vaya! -Estos me gustan muchos definitivamente son estos los perfectos para la ocasión.

Paga de manera rápida y querer probárselo inmediatamente y notar la diferencia, al mirarse a un espejo se siente listo para el día de mañana pero por dentro sintiendo la emoción y nervios del primer día de clases cómo si fuera la primera vez.

Llega a casa y la madre de Enzo Marta quien siempre tenía curiosidad del porqué su hijo era tan misterioso y poco comunicativo con ella ansia darle una sorpresa por el día que lo espera, una cena especial.

-¡Hijo! Exclamaba la madre. -Que bello te ves, esos lentes te quedan de maravilla.

Enzo pensativo creando una incógnita del por que tan entusiasmada bienvenida dice: -Hola mamá- ¿Por que esta tan inesperada cena tan especial con tantas comidas que me gustan?

-Pues hijo mañana comienza tu último año de preparatoria y ya eres mayor de edad, -sólo quería consentirte y darte ánimos de seguir adelante y que puedes seguir contando con mi total apoyo y admiración- En mis hora de trabajo en el hospital poco tiempo puedo ofrecerte y ahora que tengo el momento para hacerlo no lo dudé.

-Gracias mamá de verdad me tomaste por sorpresa no espere algo así.

-En fin hijo estoy orgullosa por lo que has logrado y sé que tú padre también lo estaría que en paz descanse.- como me encantaría que el estuviera aquí para ver lo que has crecido estaría igual de feliz por el maravilloso hijo que tuvimos.

-Madre por favor no nos coloquemos sentimental ahora no quiero que lo arruinemos.

-Lo siento bebé no puedo ocultar cuanto lo extraño. Dice con la mirada baja.- no quiero continuar entonces, sé que no te gustan este tipo de sentimentalismo, eres muy reservado y eso siempre lo he entendido- ahora comamos mañana te espera un gran día.

Enzo termina su comida lo más pronto posible para acabar con el momento incómodo en la mesa, sabe que no es de muchas palabras de afecto y menos cuándo trata de familia y parientes, siempre ha deseado poder vivir solo sin preocuparse de nada, amaba la soledad y serenidad en la que siempre hallaba en su cuarto y música que para otros era extraña.

Al terminar la cena Enzo se despide de su madre con unas buenas noches un beso y un hasta mañana, sin detenerse se dirige a su cuarto impaciente quiere escuchar algo de música antes de dormir, siempre ha sido su escape cuando su mente está envuelta en muchas cosas, abre sus redes sociales en busca de algo que llame su atención pero sólo encuentra mensajes de chicas la cuál no quiere saber ni las más mínima cosa, nunca a tenido problemas para tener una novia o alguna compañera de palabras y roces, entre muchas voces y chisme es considerado un casanova que no se conforma con tener una sola chica, las que saben sobre esto no se atreven a acercarse al él debido a su falta de seriedad cuando se habla de relaciones y parejas, termina de usar el ordenador con un bostezos y decaído sus ojos lava sus dientes de manera rápida para irse a la cama por fin y terminar la espera de lo que podría suceder el día de mañana.


By: Jean Carlos Uzcategui
Instagram: @jee.jean
Twitter: @JeanCarlosUz

GRACIAS POR LEERLO, ¡PEACE! ✌

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