El Secreto De Adam

Capítulo 5

Abril....

Abril....

Mi cabeza duele y escucho que me llaman. Empiezo a abrir los ojos viendo todo borroso.

–¡Abril!– escucho la voz de mi mamá llamándome.– ¡Abril ya es tarde para ir a la escuela! ¡Ya levántate!– grita ahora más molesta. La vista se va aclarando y me doy cuenta que estoy en mi recámara, no recuerdo cómo llegué aquí. Para ser sincera ni siquiera sé cuando salí de la cena con mis padres. Me levanto y un mareo llega haciendo que me vuelva a sentar en la cama. Toco mi cabeza y ésta se queja.

–Demonios....– susurro para mí misma. Doy una fuerte bocanada y me levanto tomando una toalla y dirigiéndome al baño. Abro la llave de la ducha y me sumerjo en el agua caliente cerrando mis ojos y suspirando, pasó mis manos por mi cuello y siento algo espeso, frunzo el ceño y abro los ojos viendo que cae sangre de éste; suelto un jadeo de horror y me lo enjuago, tomo la esponja para tallarme pero cuando lo voy a hacer la sangre ya no está.– Pero qué demonios.....

Termino de bañarme y salgo de la ducha, enredo una toalla sobre mi cuerpo y otra sobre mi cabello. Salgo del baño y me dirijo a mi cuarto de ropa. Decido ponerme unos jeans azules ajustados y una sudadera blanca, una chaqueta roja y unas Converse rojas, para finalizar una pashmina gris y un gorro en conjunto. Seco mi cabello y lo arreglo dejándomelo suelto, me pongo algo de maquillaje natural dejando solo algo de brillo sobre mis labios rojos naturales. Tomo mi mochila y salgo, bajo las escaleras y veo a mi mamá salir de la cocina.

–Abril ya es tarde, tomate tu jugo, tú papá te estaba esperando pero te tardaste y se tuvo que ir. Agarra mi auto y ya vete– dice mi mamá empujándome a la mesa a lo que yo la freno.

–No tengo hambre mamá, solo me iré así y comeré algo en la cafetería. Pídele a papá disculpas por mi– le di un beso en la mejilla y tome camino a la cochera.

–¡Ve con cuidado que está lloviendo!– escucho el grito de mi mamá a lo lejos.- tomo las llaves del auto, entro en el y lo enciendo pasando mi mochila a lado dirigiéndome a la escuela.

Voy escuchando música mientras canto, pasando de pronto por un túnel y encendiendo las luces. Casi cuando va a terminar visualizo a una persona parada, suelto un grito y freno girando el volante y derrapándome un poco, paro el coche respirando agitadamente y giro para ver si no herí a nadie, pero la persona ya no está. Con manos temblorosas vuelvo a encender el auto y lo pongo en marcha, apago las luces cuando salgo del túnel y aprieto el volante ante el nerviosismo de lo que acababa de ocurrir.

Llego a la escuela estacionando el coche, tomó mi mochila y me dirijo a la entrada. Por alguna extraña razón siento que me observan.

–¡Abril!– salto del susto y giro para ver qué Oliver se dirige a mi.

–Ahh.... Hola Oliver.– hago una sonrisa la cual falla porque lo único que sale es una mueca. Él hace lo mismo.

–¿Sigues molesta por lo de ayer?– se rasca la nuca.

–No, sólo que no sé si es buena idea que te juntes conmigo– susurro.

–Si lo dices por Rebecca.... Ella ya no es nada importante o algo que me interese– se apresura a decir.

–Claro, no hay problema. Sólo contrólala– le digo burlona a lo que él ríe.

–Lo haré– sonríe. Nos dirigimos a adentro y nos encaminamos a mi casillero.- Enserio lamento lo de ayer, Rebecca se pasó mucho y yo le deje claro que no te molestara, a parte de que estoy enojado con ella.

–Tranquilo, yo le deje en claro las cosas ayer. Todos se pueden meter conmigo, pero no con mis padres– de reojo veo que hace una media sonrisa. Llegamos a mi casillero y saco las materias de hoy.