VIII

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Steven estaba sentado delante de la televisión de su habitación vestido con su pijama amarillo. Ya había anochecido y el episodio de Crying Breakfast Friends de antes de las noticias estaba a punto de acabar. En aquel episodio, Tazón de leche había perdido a su amiga Cucharilla, y junto con Pera la encuentran.

Cuando empezaron los créditos de cierre, Steven fue a coger el mando a distancia para apagar la televisión. Pero lo había perdido entre las mantas de su cama. Se tiró en ella y empezó a buscarlo incesantemente. Se sentía como el Tazón de leche. Solo le faltaba su amiga Pera, que se parecía mucho a Perla. Steven sonrió y la llamó. Perla acudió corriendo.

Perla: ¡¿Qué pasa, Steven?!

Steven: ¿Me ayudas a buscar el mando a distancia?

Perla ni lo estaba escuchando. Se quedó mirando profundamente la televisión porque estaban dando una noticia de interés. Llamó a Amatista, Garnet, Lapis y Onyx. Vieron todos juntos la noticia.

Presentador: Como dijimos antes, esta mañana, la ciudad de Ocean Town, que de océano tiene poco, ha sido atacada por tres individuos sin identificar. Aquí, en pantalla, les dejamos los retratos robot de los presuntos delincuentes. Han provocado quemaduras muy graves a 97 agentes de policía y de los Swat, ha destrozado parte del centro urbano, y ha provocado la explosión de una joyería. Si tienen alguna información de los responsables de esta masacre, pedimos que se pongan en contacto con la cadena o las fuerzas de seguridad. Otro asunto. Los New York Mets...

Amatista apagó la TV. El presentador había mostrado imágenes claras de Jasper y Peridot, incluyendo su fusión.

Lapis: Si ha sido hoy, no deben de andar muy lejos.

Onyx: Sí, Lapis tiene razón. Deberíamos ir ahora mismo y poner fin a esto.

Amatista: ¿Pero quién se queda con Steven?

Steven: Tranquilas, chicas. Llamo a mi padre. Podéis iros yendo ya.

Las gemas corrieron al portal y se teletransportaron. El portal más cercano a Ocean Town se encontraba en la falda de una montaña enfrente de la ciudad. Steven llamó por teléfono a su padre y éste acudió inmediatamente. Cuando Greg llegó, Steven ya estaba dormido. Sonrió a su hijo y le arropó. Apagó las luces y se fue a dormir al sofá de abajo.

[...]

Todo era oscuridad. Steven pronto supo lo que significaba aquello. Siempre que había tenido un sueño impactante era oscuridad al principio, sentado sobre suelo negro, con más negro en el horizonte y en el cielo. Pero en aquella ocasión, Steven estaba más inquieto, y no se debía a que supiera que se avecinaba un sueño movido. Había algo en el ambiente... como una presencia.

Steven estuvo largo rato sentado, sin hacer absolutamente nada, solo esperando alguna señal o algo parecido. Cuando vio que nada pasaba se levantó y emprendió su camino a... ningún lado. Todo era del mismo color. Todo. Si hubiera habido alguna pequeña mancha de otro color Steven habría sido capaz de verla a kilómetros de lejanía.

La oscuridad del lugar empezó a ser más profunda, y Steven solo era capaz de ver a pocos pasos de él. En la lejanía empezó a ver una luz amarilla. Entre la luz y él parecía haber una niebla negra. Eso explicaba porqué no podía ver más lejos. La luz empezó a crecer, y Steven pensó que se acercaba. Seguro que sería una barca con un farol o alguien con una linterna. Con ese tipo de sueños no se podía estar muy seguro de lo que podía pasar. Lo que fuera que proyectara aquella luz nunca lo sabría Steven. La luz estallo en dos tonos diferentes, en una luz naranja y otra verde. Aunque fue la naranja la que prevaleció.

En negro desapareció y todo se volvió naranja. El suelo era naranja oscuro y el cielo era del tono naranja que toma las puestas de sol. Del suelo salió una figura corpulenta y completamente naranja, sin ningún rasgo facial y sin ropas. Steven dio un paso hacia la figura y una pequeña grieta apareció en su pecho. Según se acercaba más, la grieta se extendía. Cuando Steven estaba en frente de la figura, ésta tenía una grieta profunda que iba desde su hombro derecho hasta la cadera izquierda. Steven la miró entristecido. Puso una mano en la grieta y la figura explotó.

El lugar ya no era naranja. Volvía a ser aquel escenario. Aquello que temía tanto. Aquello con lo que había soñado tantas veces, todas ellas con una variación. Beach City estaba destruida. Los edificios estaban destruidos y había incendios por todas partes. Delante de Steven había una figura alta e imponente, con un rombo amarillo en el pecho y una mirada amarilla que inspiraba terror y valentía al muchacho. Detrás de la figura de mirada amarilla había mínimo una docena de sombras. En el cielo había varias naves y, de vez en cuando, unos rayos verdes lo recorrían. Pero esta vez, cuando Steven miró a su alrededor, sus amigas gemas no estaban en su forma de gema. Tenían sus forma física. Y no estaban solas Garnet, Amatista y Perla. A su lado estaba Lapis con las alas desplegadas y una espada en cada mano, y Onyx también, con una pose preparada para la batalla. Connie también estaba allí, con la espada de Rose preparada. Las Crystal Gems tenían sus armas preparadas. Steven las imitó y sacó su escudo. Cuando la sombra principal lo vio abrió mucho los ojos y su mirada transmitía miedo. La sombra movió una mano hacia delante, dejando a las sombras de atrás avanzar. Cuando empezaron a moverse, dos sombras aparecieron delante de Steven, dándole la espalda. Las Crystal Gems se pusieron también delante de él, junto con las dos sombras, y las siete avanzaron a la vez. La sombra de ojos amarillos saltó por encima de las Crystal Gem, y desde el aire lanzó algo desde su mano. Steven utilizó su escudo, y cuando lo que la sombra le había lanzado chocó contra la superficie del escudo, todo explotó en tonos rosas y amarillos.

Ataque A Las Crystal Gems 3Where stories live. Discover now