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Las primeras luces del alba bañaron el valle y arrancaron destellos dorados de las naves que esperaban. Rose Quartz vio el amanecer, junto con Cyanite, Amatista y otra gema de tonos azulados y morados.

RoseQuartz: Ha llegado el momento —miró a Cyanite—. Sois las únicas Crystal Gems más cercanas que vais a abandonar la guerra. Varias gemas más irán con vosotras, junto con las gemas del HomeWorld. Nunca mencionéis la guerra, y si os preguntan sobre ella, mentid. Y, Cyanite, cuida de ella.

Cyanite asintió y le dio la mano a la gema azulada-morada, que era de la misma estatura que Amatista.

Amatista: T, cuídate. A lo mejor algún día nos volvemos a ver. —Amatista se acercó a la gema y le dio un abrazo, que fue correspondido. Ambas gemas lloraron.

Cyanite y aquella gema entraron en la nave. La flota de naves arrancaron sus motores y empezaron a elevarse en el aire, a pocos metros unas de otras. Amatista intentó no perder de vista la nave donde iba su amiga, pero no fue capaz. Todas las naves eran iguales y estaban muy cerca entre ellas.

Cuando las naves tenían ya una gran altura, un gran estruendo sonó y varias naves empezaron a explotar. Algunas consiguieron escapar, pero de aquellas también explotaban. De la flota inicial, que eran unas 17 naves, solo consiguieron abandonar el planeta 3. Amatista vio la escena de las naves explotando con el corazón rompiéndose en miles de pedazos y grandes lágrimas saliendo de sus ojos. Rose desenvainó su espada, se echó a Amatista a la espalda, y empezó a correr por el valle, evitando trozos metálicos en llamas de las naves.

[...]

Garnet: Las tropas de Yellow Diamond han avanzado y tomado parte del sur. Las Crystal Gems del oeste piden ayuda. Aseguran que un pequeño grupo de seis Jaspers ha acabado ya con tres escuadrones de siete Crystal Gems cada uno. Y me han llegado rumores de que en el este se está alzando un nuevo líder para las Crystal Gems. Ya sabía yo que Fire Opal no era de fiar.

Rose se reclinó en su silla y cerró los ojos para meditar. Aquella guerra se estaba llevando muchas vidas y Yellow Diamond parecía obsesionada con acabar con todas las Crystal Gems. Abrió los ojos y se puso de pie.

Rose: Garnet, vas a acompañarme al este. Debemos tener una audiencia con Fire Opal. —Bajó de su silla y empezó a caminar. Perla, que estaba a su lado, la siguió. Rose se dio cuenta y se giró, poniendo una mano en su hombro—. Oh, Perla. Lo siento, pero debes quedarte aquí, en la Corte del Norte. Es demasiado peligroso, y Amatista necesita a alguien en estos momentos.

Perla se quedó de pie, con la lanza en la mano, viendo cómo Rose se iba junto con Garnet. Anduvo hasta los aposentos de Amatista y entró resignada.

[...]

El portal se activó e iluminó la ladera de la montaña. Rose se bajó de la superficie cristalina y Garnet, junto con tres escoltas más, la siguió. Rose recordó cuando tuvo que abandonar aquel bosque ante el rápido crecimiento de las  Crystal Gems y el ataque que sufrieron por parte de la Corte del Este. Debido a aquella retirada, el KinderGarten pudo ser construido. Pero también las Crystal Gems crecieron y las batallas en varias partes del planeta empezaron. La rebelión había empezado a escala mundial.

El sol se estaba poniendo por el horizonte. No les quedaba mucho tiempo. Debían encontrar a Fire Opal y poner fin a su coronación como nueva líder. Rose y su séquito se internaron en el bosque y, sigilosamente, avanzaron hasta la torre amarilla que estaba en medio del claro. Salía una luz del puesto de mando que estaba localizado en la punta de la Corte. En la entrada había una luz y dos Rubys hacían su turno de guardia. Rose pudo ver el emblema de la estrella de las Crystal Gems, pero tenía algo de distinto que Rose no llegaba a ver.

Ataque A Las Crystal Gems 3Where stories live. Discover now