Capítulo 9

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¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué? es la único pregunta que invade mi mente, ¿Por qué? no se suponía que todo se saliera de control, esto jamás pasó por mi cabeza, ¿qué le habrá pasado a Laura? no estaré tranquila hasta saber qué le hizo mi padre. Tengo que idear un plan, pero escapar es muy peligroso y más en mi situación. Quizás debo esperar que me recupere completamente, pero ¿a qué se refería con "hasta que vengan a realizarte el examen de cordura"?, no puedo creer que me quiera meter en un hospital psiquiátrico, no creo que tenga mucho tiempo para tomar otra ruta de escape, tampoco soy tan boba para aceptar una "oferta" como esa, aunque el punto 2 no está tan mal, pero estoy segura que me pondrá a firmar algo que posiblemente tenga requerimientos escondidos y me ate para siempre. Además no puedo confiar en nadie en este lugar, no hay cámaras en el cuarto pero estoy segura que de alguna manera me están vigilando.

Todavía tengo mi celular, en algún lugar debe haber señal. Aun no he visto mi rostro, con la cámara es seguro que me podré ver completamente, aun así tengo miedo. Cojo el celular y abro la cámara. Alzo mis brazos para tener una vista mas completa y nítida de mi rostro. Cierro los ojos al cambiar la cámara a frontal y...

- Déjenme verla - Alguien grita desde el pasillo, suelto mi celular en la cama e intento pararme con cuidado- ¡Sofía! ¿dónde estás?- la persona sigue gritando.

Abro la puerta del cuarto y camino rápidamente hacia donde proviene la voz

- ¡Laura! - Camino con dificultad debido al dolor, hasta que la veo siendo sostenida por 2 hombres en la puerta del ascensor.

¡Suéltenla!- Grito con todas mis fuerzas, alguien me agarra con fuerza por la espalda y todo mi cuerpo se estremece de dolor.

Caigo de rodillas al suelo aturdida y temblando, veo el rostro de Laura, lagrimas recorren sus mejillas, sus ojos muestran terror, los hombres siguen jalándola hasta que la entran en el ascensor y se la llevan mientras yo me quedo en el piso sin hacer nada para detenerlos.

Todo pasó tan rápidamente, no logro borrar la imagen de Laura con miedo en sus ojos de mi mente; Lo que sucedió después de que se la llevasen lejos de mi transcurrió en cámara lenta, sentí mi cuerpo liberarse de todo, sin dolor, sin preocupaciones, solo sentí tranquilidad, observaba a las enfermeras con rostros preocupados como me golpeaban el rostro y balbuceaban palabras que no logro recordar, todo iba tan bien en ese momento hasta que entraron en una sala con personas que tenían tapado su rostro con tapabocas y gafas, se movian rápidamente por todo el cuarto hasta que una ráfaga de energía me regreso al tan ruidoso y pesado entorno en el que no quería estar. La satisfacción en sus caras ha sido la peor vista que he tenido, el dolor que me invadía de nuevo era insoportable y ellos no podían sentirlo, una joven se acerco con una aguja a mi brazo y no hice nada para detenerla, solo me entregue sin mas; El despertar en un cuarto distinto al donde estuve desde el principio me preocupa un poco, este no tiene ventanas y mi cuerpo solo tiembla de dolor, además me duele el estómago y no se ve luz debajo de la puerta, parece como si estuviese en una cárcel, la camilla es mas pequeña que la otra, la iluminación del cuarto es muy pobre y el silencio es aterrador. Quién iba a pensar que esto iba a suceder por unos labios hinchados y mejillas coloradas, hubiese pensado mejor las cosas antes de hablarles.

- Espero que ya hayas recapacitado - un hombre abre la puerta con fuerza y me asusta ante su brusquedad - ¿podrías siquiera alegrarte ante mi presencia?

- ¿por qué lo haría? - intenta mantener la cordura ante mi respuesta.

- Al parecer no has cambiado nada - da vuelta para irse.

- No tengo que cambiar por alguien que no soy, tu plan no funcionara.

- Ya veremos - cierra nuevamente con fuerza la puerta.

¿Es tan malo querer a una mujer? (Novela Lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora