Estoy frente a ella, con mi corazón palpitando aceleradamente y respiración descontrolada, sólo la miro a los ojos y ella me sonríe mientras se acerca lentamente a mi. No puedo mover mi cuerpo, poco a poco siento su calor sobre mi piel, su cara cerca a la mía, una de sus manos se mueve hacia mi rostro, posando sus dedos suavemente sobre mis labios, tocándolos sin prisa, nuestras miradas siguen conectadas, no puedo dejar de mirarla, me envuelve en su esencia por completo y sin darme cuenta sus labios se juntan con los míos, una sensación increíble me recorre todo el cuerpo, siento frío en brazos y piernas menos en mi cara, poco a poco pasa a ser un beso más profundo, baja sus manos a mi cadera y me acerca con fuerza a su cuerpo, nuestros labios se mueven acompasados.Su agarre es fuerte y posesivo, poco a poco va introduciendo su lengua en mi boca, manejando muy bien mis labios, los muerde con fuerza pero no siento dolor es todo lo contrario me provoca una corriente por todo el cuerpo. Todo iba tan perfecto hasta que se detiene, abro mis ojos y veo como sus pupilas brillan y suplican por más.
No estábamos en mi casa, ni en la de ella, no recordaba que seguíamos en el colegio. Desperté de mi trance y me asusté por la hora y el lugar donde estábamos, era tarde, muy tarde.
Nos habíamos quedado en baloncesto después de las clases académicas y al terminar la rutina quería ir al baño, subí al segundo piso y estaba todo completamente solo, entré tranquilamente, salí y me lavé las manos, giré para la puerta y me encontré con su penetrante mirada en la entrada del baño, poco a poco se fue acercando y allí comenzó todo, ya habíamos acabado la clase de baloncesto y mi madre muy posiblemente me estaba esperando hace rato afuera del colegio.
Me separo de ella rápidamente y me veo en el espejo, tengo los cachetes colorados y los labios hinchados. La miro y sus labios me atrapan de nuevo, es exquisito, no quiero que pare, pero debo hacerlo.
- No más, tengo que irme - le digo a Laura mirándola a los ojos.
- ¿No me odiarás por lo que acabo de hacer?- me mira con tristeza en sus ojos.
Jamás la odiaría, he querido hacer esto hace 4 años pero claramente ella no lo sabe, no me esperaba un beso de su parte, además somos amigas desde hace bastante tiempo y nunca imaginé que mis sueños se volverían realidad.
- Claro que no- la miro con el ceño fruncido.
- Pero te acaba de besar una mujer y además yo, que soy tu amiga- habla rápido y con nerviosismo en su voz.
- Eso es cierto, pero... no debes preocuparte por eso - le digo mirándola a los ojos, pude notar un poco de sorpresa en su rostro pero sonrió alegremente
- Entonces, ¿Lo puedo hacer de nuevo?
- No ahora, debo irme - giro dándole la espalda pero antes de marcharme volteo a verla nuevamente y su rostro refleja tristeza, camino hacia ella y junto nuestros labios, se sorprende al comienzo pero luego me agarra de la cintura y profundiza el beso.
Después de unos segundos nos separamos, me despido y salgo del baño, bajo al primer piso y el portero se encuentra en la recepción, camino derecho pero apenas me ve grita: Niña! su Mamá la está esperando hace rato.
Si, ya voy - agarro mis pertenencias rápidamente y salgo a la calle, dónde se encuentra el carro de mi madre parqueado cerca al anden.
Entro al carro preparada para el regaño que me espera.
- Casi que no, ¿qué estabas haciendo? - dice mi mamá con tono fuerte y demandante.
- Me entretuve hablando con una amiga y no me di cuenta de la hora, Perdóname - la miro de reojo y su mirada es fría.
Sentí que volteó a verme cuando el carro estaba parado esperando la señal del semáforo y para mi sorpresa, agarró mi cara y la giró bruscamente.
- ¿Por qué tienes los labios hinchados Sofía? - ahora si estaba enojada, se podía ver en sus ojos.
- Ammm, es que me compre un helado y se me entumecieron los labios- mi cuerpo está sudando más de lo normal y mi corazón late a mil.
- Sofía no quiero que te metas en algún problema, así que ten mucho cuidado, mejor échate una poco de labial para disimular frente a tu padre - me dice mientras me pasa su bolso.
No sé que se está imaginado mi mamá respecto a mis labios, pero parece que no le importa mucho. Llegamos a casa, bajo lentamente del carro y efectivamente mi padre se encontraba dentro, su auto estaba afuera estacionado, mi madre se baja mientras cierra con fuerza la puerta.
- Sube directo a tu habitación y date una ducha, mientras tanto yo entretengo a tu padre, luego hablamos sobre lo que pasó hoy- me dice con voz firme.
Supuse mal acerca de que no le importaba el tema de mis labios, no tengo ni idea de cómo explicarle lo que había pasado, de hecho no se si ella logre comprender que fue una mujer la que me besó. Supongo que piensa que fue con un profesor, pero sería peor, a mi parecer si le digo que fue una amiga sería más fácil de procesar, aunque también traería sus problemas.
Mi madre abre el portón y entra mirando hacia la sala, está se encuentra sola, por lo que me hace señas para que suba las gradas hacia mi habitación, pero la suerte definitivamente no está de mi lado.
- Hola mi amor, ¿cómo te fue en el entreno? - me dice mi papá mientras baja las escaleras.
No puedo alzar la vista, necesito que me trague la tierra, no sé si mis labios ya están normales o si siguen rojos e hinchados. Estoy parada como una boba, con la cabeza gacha frente a mi padre.
- Muy bien papi, pero tengo mucho calor y me quiero bañar, luego te cuento- paso a su lado como flash y subo las gradas de dos en dos.
Sé que más tarde ese comportamiento me traerá problemas o mejor dicho una larga charla, pero cómo lo iba a enfrentar con mi mamá detrás y mi mente pensando en Laura.
- ¿Qué le pasó a Sofía?- Escucho la voz de mi padre preguntar.
- No sé pero ahora hablamos con ella, nos tiene que dar varias explicaciones- Agrega mi madre molesta.
Si, definitivamente prefiero morir ahora que abajo con mis padres, no tengo ni idea cómo decirles, ni que estén pensando en estos momentos, quizás se están armando la súper historia de un romance.
Entro a la ducha con mi celular y pongo música para bañarme, pero antes de dejar el celular sobre la repisa del baño abro Whatsapp y veo un mensaje de ella, de Laura.
- Hey! ¿Estas bien?- enviado a las 5:30
- ¡Hola! Estoy bien pero mi mamá y mi papá van a hablar conmigo porque mi madre me vio los labios hinchados. Le dije que me habia comido un helado pero es obvio que no me creyó, estoy segura que me van a interrogar, por ahora me voy a bañar >.<. Cuando hable con ellos hablamos, Dale?- Enviado a las 5:48
Coloco el celular sobre la repisa y entro a la ducha mientras suena la canción "Desire - years and years".
Salgo después de despejar un poco mi mente, seco mi cuerpo, me veo en el espejo y mi rostro ya tiene su color natural. Me coloco una ropa sencilla, para estar en casa, agarro mi celular y veo los mensajes.
- Oh... Me cuentas cómo te va, Perdóname, no quería que te regañaran :(- enviado a las 5:50
-No te preocupes, espero que no me digan nada malo - enviado a las 6:20
Dejo mi celular sobre la cama, respiro varias veces con fuerza he intento practicar mis respuestas cuando mis padres me pregunten acerca de mi comportamiento.
No creo que pueda decirles quién me besó , pero debo dejarles claro que no fue un profesor. Tampoco debo dudar al responder ni ponerme nerviosa, lo ideal es ser sincera pero no encuentro las palabras adecuadas para decirles la verdad, de la cual Laura ni está enterada.
- Sofía - Escucho la voz de mi madre - Baja ya, la comida está lista y tenemos una charla pendiente.
- Ya voy- grito desde mi cuarto.
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¿Es tan malo querer a una mujer? (Novela Lésbica)
Genç KurguSofía, una joven que pronto terminará su bachillerato en un colegio femenino, es retirada a la fuerza por sus padres después de una clase de problemas y llevada a Australia para terminar sus estudios en una escuela diferente y estricta, dejando atrá...