Capítulo 5

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Agarro la almohada con fuerza y grito lo más fuerte que puedo, no sé si lo que dijo mi padre es verdad, ¿me enviarán a un internado? solo pensar en ello me da pánico. Prefiero irme con mi hermana, ella es más comprensible que mis padres pero no me quiero alejar de Laura. Haber gritado tanto me seca la garganta y me pide agua con urgencia, me levanto de la cama sin ganas, bajo las escaleras en silencio alumbrando las gradas con la linterna del celular y evito prender las luces para no despertar a mis padres.

- ¿Qué haces a esta hora despierta? -La voz de mi padre me hace saltar de susto - Lo siento, no quería asustarte.

- Demasiado tarde - Entro a la cocina, abro la nevera y saco el termo azul con agua que siempre llevo al colegio.

- Así que solo venias a tomar algo -Dice mi padre como si se quitara un peso de encima.

- ¿Pensaste que me iba a escapar? -Lo miro incrédula- Se nota que no confían ni un poco en mi.

- Pues tú tampoco confías en nosotros, así que estamos igual -Dice esto último subiendo las escaleras.

- Les dije lo que había pasado, acaso eso no cuenta como confiar - le digo casi gritando.

- ¿Y pensabas siquiera decirnos tus gustos en algún momento? - me quedo en silencio - a eso me refería.

Agarro el termo con fuerza y cierro los ojos para no llorar, ¿tan malo es que me gusten las mujeres? me deslizo hasta quedar sentada en el suelo. Mis padres no cambiarán su decisión y si me escapo traería más problemas. Podría hablar con Laura, tal vez sus padres convenzan a los míos para que no tomen decisiones tan apresuradas. Me levanto después de tomar bastante agua y cojo algunas galletas de la canasta del comedor, subo las escaleras y veo la luz del cuarto de mis padres encendida, camino hacia ella y los escucho hablar en susurros, me acerco gateando y me recuesto sobre la pared para escuchar mejor.

- Amor, no es una buena idea llevarla a ese lugar -Dice mi madre preocupada- le pueden lavar el cerebro y yo no quiero que ella cambie su carismática forma de ser.

- Pues esa carismática forma de ser es debido a que es una maricona, no ves que eso es natural en las personas como ella, por eso la tienen que enderezar, ese internado es perfecto para eso - ese no es mi padre, definitivamente no lo es - ¿Acaso estás de su lado Julia?

- Cómo voy a estar del lado de ella, yo jamás deseé que mi hija saliera con ese problema, solo creo que ese internado es un poco drástico, ella merece estar en una escuela más normal con chicos guapos y todo eso.

Me muerdo los cachetes para no llorar ante esas palabras pronunciadas por mi madre.
Me levanto sin importar que ellos se den cuenta, entro a mi cuarto y cierro con fuerza la puerta, agarro mi celular y abro la conversación con Laura.

-¡Hey! Sé que a esta hora debes estar dormida pero las cosas no mejoran en casa, no me dejarán ir al colegio y además me piensan sacar. No sé a donde me van a llevar pero estoy segura de que no cambiarán de parecer, pensé que tus padres podrían hablar con los míos pero ahora creo que eso complicaría las cosas, sé que fue muy tarde para decirte lo que siento pero no sabia que todo fuera a ser de esta manera, te quiero mucho Laura y si no nos logramos ver me despido ahora ❤️- Enviado a la 1:22 a.m

Dejo el celular en la mesa de noche y apago la lámpara de lava quedándome completamente a oscuras, cierro los ojos y solo siento las lagrimas deslizarse por mis mejillas, respiro profundo para no sollozar y espero a los sueños para que me arrastren lejos de aquí.

¿Es tan malo querer a una mujer? (Novela Lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora