No paraba, no tenia control sobre mi, solo queria hacerme daño, durante mucho tiempo deje de llorar por mamá y creo que su recuerdo, es un disparo que aun me sigue doliendo, es un vacio eterno, nadie lo entenderia, es un dolor tan profundo y no ay nada que duela mas que eso, asique los cortes eran como un tipo de caricias para mi:
-Rosie!! Ya llege, estas en casa?
-ho mierda! Es mi padre, me seco las lagrimas, me limpio la sangre con una polera vieja y trate de bajar lo mas rapido posible:
-hola padre
-cariño, pense que no habias llegado
-pues te equivovas
-estas bien?
-obvio papá, porque tendria que estar mal?
-solo preguntaba -sonrie-.
Mejor me voy a mi habitacion, con un poco de comida. Al subir y ver todo con sangre, hace que me ponga triste pero debo ser fuerte, tengo que enfrentar esto y aceptar que mamá ya no esta y tengo que seguir con mi vida, aunque cueste mucho.