El despertador sonó, por décima vez... No quería ir a la escuela, no quería levantarme, no quería ver a nadie... incluso mi familia.
Más en mi cumpleaños.
Mi papa abrió la puerta de mi dormitorio con un desayuno delicioso sobre una bandeja.
-Hoy es tu cumpleaños número 15, debes ponerte de pie, ir a la escuela y luego volver para festejarlo con nosotros- Me trató de convencer.
Me senté en la cama y le mire con una sonrisa.
No sonreía por todo lo que iba a tener que hacer, sonreía porque veía sus intenciones de tratar de ponerme bien, de tratar de que saliera adelante, de que fuera feliz...
Pero por más sonrisas que mostrara, o más detalles lindos que tuvieran conmigo, sabíamos que eso no iba a suceder.
Luego de desayunar, tomé un autobús hasta la escuela y entré a aquel horrible edificio gris, agachando la cabeza y tapando con la capucha de mi sudadera negra, el pelo castaño que me sobresalía.
Caminaba y todos me miraban... Me miraban como si fuera una extraña... ¿Cuándo iban a dejar de insultarme? ¿De lastimarme? ¿De verme como algo inútil?
Entré al tocador de mujeres a lavarme la cara, tenía que tratar de reaccionar, de limpiar de mi rostro, la expresión de tristeza que tenia al escuchar esos comentarios y oír esas burlas.
Unas chicas entraron al baño mientras yo me secaba con unas toallas de papel. No se me ocurrió mirarlas, pero me arrepiento de no haberle hecho.
Di media vuelta y una de ellas me hecho espuma en toda la cara y el cuerpo, mientras se reían y filmaban mi reacción.
Salí corriendo, para encerrarme de uno de los cubículos a llorar.
-¡Feliz cumpleaños Sylvia!- gritó una de ellas.
Las risas no cesaron hasta que el timbre sonó.
Llorando, y toda mojada por la espuma, salí del cubículo del baño y me mire al espejo.
Estaba más mojada de lo que creía... además, estaba muerta de frió.
No me quedo de otra que volver a mi casa... Así esto conste, que escapando de la escuela.
Mis padres me iban a regañar. Era obvio, estaban cansados, en parte, de mi "depresión adolescente". Ellos no sabían lo que se sentía ser humillada día tras día... Y cada vez de maneras más crueles. Como ésta...
Llegué a mi casa tosiendo, pálida, y temblando de frió.
Mi mamá, apenas me vió así, me mandó a cambiarme de ropa mientras encendía la calefacción. No llegué ni a la puerta de mi cuarto... Me desmaye porque el frió me había bajado la presión.
Desperté, en mi cuarto, con ropa seca, y en un ambiente calefaccionado. Me sentía mejor, pero aún tenía algún que otro mareo por el desmayo. De un bajón de presión más viniendo de la hora de frío que pasé para llegar a mi casa, no se recupera de un minuto para otro.
-¿Estás mejor?- me preguntó mi mamá recibiéndome con un abrazo apenas llegué a la sala.
-Sí, mucho mejor- contesté sonriendole.
Sonreía, de ver que esta vez sí estaban preocupados por mi... Y no fueron regaños con los que me encontré.
-¿Cómo es que...?- miré a mi padre apenas sentí estas palabras.
-¿Cómo es que me mojé- terminé de preguntar, apenas vi el silencio que hizo cuando le vi.
-Si...
Tomé un respiro fuerte, y me senté en la mesa.
-A unas compañeras de la escuela les pareció gracioso arrojarme espuma antes de entrar a clase... Esta se convirtió en agua... Y quedé toda mojada- fui clara y sencilla.
Rogué por que no me regañaran.
-¿Por qué?- pregunto confundido- Quizás lo hicieron porque...
-Papá, no saques conclusiones tontas, ellas no quieren ser mi amigas- interrumpí ya con lagrimas débiles en mis ojos verdes.
-Quizás estás mal interpretando las cosas...
-¡Papá!- interrumpí en un grito- ¡Lo hacen por joderme!
Ellos no entendían el porqué de que mis compañeros me hicieran de la experiencia escolar, algo de lo que quisiera estar alejada el resto de mi vida. Mis padres buscaban respuestas en mí... El porqué del cual nadie me quería.
Lo que ellos, no entendían... era que yo tampoco tenía la respuesta.
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Sylvia.
FanfictionSylvia es una adolescente común y corriente que después de muchos problemas con su familia y en su escuela, se convierte en una joven suicida, que decide permanecer en las 4 paredes de su habitación el resto de sus días... Allí es donde encuentra la...