Desperté en una cama de hospital con mucho dolor de cabeza. Unas cortinas, eran lo único que me separaba de la cama del otro paciente, del cual estaba segura que estaba allí... Ya que oía una respiración extraña del otro lado.No estaban ni mis padres ni mis hermanos cerca. Estaba absolutamente sola.
Traté de ponerme de pie y caminar hacia la puerta y que alguien me diera explicaciones sobre que hacía en un hospital, digo... Lo mío solo había sido un desmayo, sin embargo, al tratar de ponerme de pie sentí un tirón en el brazo.
Era el suero. Solo que noté... Que no era lo único que había en mi brazo.
Mis brazos estaban completamente vendados. Seguramente, por varios de los cortes que me había hecho a lo largo de los 6 días... Sin embargo, ni eran tan profundos como para tener que vendármelos.
Una mujer, de repente entró al dormitorio y se sorprendió de verme.
-¡Veo que estas despierta!- exclamó acercándose a mi cama y chequeando el suero- Veo que todo está en su lugar...
Se quitó el estetoscopio del cuello y se acerco a mí.
-Bueno... Si todo sigue así, por la tarde tendrás el alta- me dijo sonriéndome, esperando de que me pusiera contenta o algo por el estilo.
Sin embargo, no veía motivos ni para estar contenta ni triste... No tenía ni idea que era lo que me había pasado.
-¿Y mi familia?- pregunté instintivamente.
-Creo que están afuera... Los llamaré para que vengan a verte...
-¡No!- me negué sin dejarla terminar.
-Eres menor de edad, esa decisión no la tomas tú- me contestó como si fuera un niña.
Bufe algo molesta.
-¿Al menos puedo saber que hago aquí?- Si estaba allí solo por el desmayo, mis padres eran unos exagerados.
-Infección de primer grado en el brazo derecho... Nada grave, se suele curar en un par de días si se agarra a tiempo- contestó colgando el estetoscopio en su cuello y acomodándose la bata blanca- Esto por lo general no suele ocurrir con cortadas tan poco profundas sin atender, pero tenias defensas bajas por comer mal y lamentablemente se dió...
Yo no tenía más nada que decirle, estaba atónita con lo que había dicho, así que dejé que se fuera.
¿Tenía una infección? Esto no podía ser nada bueno... Sin embargo, los pensamientos sobre mí se fueron cuando me acorde lo que paso en la noche: ¿Qué había ocurrido con Rahel? ¿Se había suicidado? ¿O había sido una broma de mal gusto? Las manos me empezaron a temblar, tenía un mal presentimiento, como que algo malo había pasado, sin embargo, no estaba segura de que exactamente.
Mi madre entro a la habitación, y con los ojos llorosos se acerco a mí.
-¿Y el resto?- quise saber mientras la miraba con curiosidad y tristeza. Me daba pena lastimar a mi madre con lo que pasaba, sin embargo si ellos no me entendían, y no llegaban a mí... Yo no podía hacer nada.
-La doctora nos recomendó que te habláramos de a poco debido a tu estabilidad psicológica- me explicó sentándose en la cama.
-¿Me van a internar en un hospital o que?- estaba sonando como si realmente fueran a hacerlo.
-No es necesario siempre y cuando cuidemos bien de ti, pero te has salvado solo por ser menor de edad, en otras circunstancias...- mi madre quebró y se tapo la cara con las manos- Vuelvo en un momento.
Se fue de la habitación dejándome sola nuevamente.
De repente, empecé a oír una risa. Una risa que provenía del otro lado de la cortina... ¿Se estaba riendo de mí? Me tape los oídos para no oír, pero era en vano, era lo suficientemente fuerte como para que aún se siguiera oyendo.
-¿Sigues ahí?- me preguntó una voz de hombre un poco aguda. Como si le costara hablar.
-Si- conteste algo molesta, pero al menos quería que supiera que le estaba oyendo y que no me gustaba nada como se reía.
Eso fue lo único que oí del otro paciente. Por la tarde, cuando me despertaron para darme de alta, fue notorio que la cama de al lado ahora estaba vacía. Preferí morirme de la curiosidad antes de preguntar que era lo que había pasado, sin embargo, no creía que fuera algo malo, ya que en todo caso me hubiera despertado o algo parecido.
Mi familia no me quería decir nada, apenas llegué a mi casa, mi madre me sentó en la mesa de la cocina y comenzó a darme cantidades exageradas de comida.
-Mamá... No es necesario- le dije cuando me di cuenta que era lo que trataba de hacer.
-Tienes que ponerte bien, los doctores me dijeron que vas a recuperarte y que pronto retomarás tu vida normalmente, que volverás a la escuela y...
-¡No!- exclame poniéndome de pie y retrocediendo.
-Sylvia...- mi mamá se llevo la mano a la cabeza- Se que ahora no te sientes bien, pero veras que pronto...
-Me sentiría mejor si no se hubieran enojado conmigo porque no salía de mi cuarto...
-¡Si no salías así te podrías haber muerto de una infección!- me gritó algo molesta por mi actitud.
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Sylvia.
FanfictionSylvia es una adolescente común y corriente que después de muchos problemas con su familia y en su escuela, se convierte en una joven suicida, que decide permanecer en las 4 paredes de su habitación el resto de sus días... Allí es donde encuentra la...