Sylvia.

Es hora.

Yo sabía que no estaba 100% en mis cabales, que algo no funcionaba bien en mi, y se trataba de mi debilidad... Sin embargo no soportaba más el maltrato de la escuela ni el de mis padres. Estar encerrada en otro mundo era todo lo que me hacía sentir mejor.

Si el mundo fuera más amable conmigo, yo podría salir, pero yo era débil.

-Hubiera salido antes si no me hubieran tratado tan mal- di media vuelta y me dirigí hacia mi habitación.

Esta vez no trabé la puerta, por dos razones: si se daban cuenta que lo volvía a hacer, se escandalizarían de nuevo. El ruido del mueble delataría que lo había vuelto a hacer. Pero también, sabía que nadie me molestaría, nadie entraría a mi dormitorio.

Tomé el portátil y me recosté en mi cama para encenderlo. Una vez hecho eso, entré a mi cuenta para ver que había ocurrido con la chica del pelo azul.

Rahel estaba conectada.

Suspiré de alivio y antes de que pudiera hablarle, ella había puesto la webcam ahogándose de la risa.

-¿Qué fue eso de anoche?- quise saber algo molesta, viendo que se había tratado de una broma desapareciste así...

- ¡Tú también desapareciste!- contestó quitando su risa y enojándose también- creí que ya estabas en un hospital psiquiátrico o algo...

-Cerca- contesté riendo, viendo que Rahel no estaba muy equivocada respecto a lo que me había pasado- Cuando te hiciste la muerta o no sé que... Me dió un ataque de nervios y abrí la puerta.

-¿Abriste la puerta?- contestó la chica sorprendida.

-Sí pero me desmayé...- levanté mi brazo todo vendado- Tuve una infección.

La joven estalló a reír, como si lo que hubiera dicho era un chiste. Lo peor de todo, era que yo me reía con ella.

-¿Y qué dijo tu familia?- preguntó acercándose a la cámara con curiosidad.

-¿Qué pueden llegar a decir...?

-¡Déjame adivinar!- me detuvo levantando la mano- "Oh Sylvia, ¿Por qué lo hiciste?"

No pude evitar reírme de su parodia.

-Es hora...- concluyó Rahel cerrando la llamada.

Ella quería que entrara a la sala de los suicidas. Por un momento dudé si hacerlo o no, la verdad era que no entraba mucho. No era muy bien recibida, sin embargo, con lo que me había pasado... Quizá sería mejor tratada o algo. Quizá alguien comprendía lo terrible que me sentía conmigo misma.

"Es hora" Me dije a mi misma abriendo mi avatar.