Soy Madison Willson.
Toda mi vida fue una farsa, y con tantas mentiras me hicieron ser la persona que fui. La mejor mentirosa y criminal.
Pero cuando descubrí la verdad, toda mi vida dio un gran giro.
Allí estábamos todas, sentadas sobre sacos de dormir en el suelo, contando historias de vida y como habíamos llegado a esta escuela.
-Oigan, les voy a contar algo...-Dijo Samanta. -Hace unos días...James y yo nos besamos y luego...ya saben...-Conntinuó.
-Que?!!-Gritó Ashley contenta por Sam.
-Si, y la pasamos muy bien, pero hace tiempo no me habla...Creen que no le gustó esa noche? -Preguntó Sam preocupada.
-Claro que no! Tal vez el esta pensando lo mismo de ti, si ves que el no te habla, háblale tu Sam, es obvio que le encantas. -Le aconsejé.
Antes de que Sam me pudiera responder, todos los chicos entraron rapidamente a la habitación y comenzaron a desordenar y alborotar todo.
-Que diablos hacen? -Gritó Ashley.
Luego de haber desordenado todo el cuarto de la rubia Ash, cada uno de los chicos nos levantaron y nos arrojaron a la piscina que el agua estaba helada, adivinen quien se encargó de tirarme a mi al agua...Si, exacto, Dylan Thomson.
-Noo! Son todos unos idiotas! -Gritaban todas molestas.
Yo salí de la piscina y corrí hasta mi cuarto para secarme y vestirme ya que tenía demasiado frío.
Dylan me persiguió mientras todos los otros chicos se tiraron al agua, aunque esta estaba congelada, y la mayoría de las chicas también se quedaron dentro de la piscina jugando con los chicos...su enojo no duró demasiado.
-Tienes frío rubiecita? -Se burló de mi.
-Cállate imbécil. -Estaba demasiado molesta y con mucho frío.
Entré a mi cuarto pero cuando iba a cerrar la puerta Dylan entró conmigo y rápidamente me besó, ni siquiera lo pensó, solo lo hizo. Fue un beso largo y apasionado, como el del gimnasio.
-Por qué lo hiciste? -Pregunté cuando nuestros labios se separaron.
-Creo que tu pijama con pandas me puede demasiado. -Bromeó y sonrió.
Nos quedamos un momento mirándonos a los ojos fijamente hasta que no resistí y lo besé de nuevo.
Mientras nos besábamos, sus manos sacaron mi remera pijama, dejándome en brasier, pero eso no me molestó hasta que recordé lo que había sucedido en "La Guarida". Entonces separé nuestras bocas y le dije: -No crees que es ir demasiado rápido?
A lo que el sonrió porque fueron las mismas palabras que el usó conmigo.
Me puse mi remera de nuevo y le pedí que se vaya así yo podría cambiarme.
-Por que no te cambias frente a mi? -Preguntó haciéndose el pobrecito .
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-Jaja, porque no. -Contesté acercándome a el, nuestros labios se tocaban y yo lo hacía desearme. Movía mi cabeza mordiendo mis labios y veía como Dylan se contenía aunque sus manos no lo hacían. El castaño me acariciaba por todos lados e intentó besarme pero no lo dejé.
-Debes irte Dylan. -Le dije sacando sus manos de mi trasero.
-Y si no quiero? -Se hizo el rudo.
Me quedé mirándolo sin saber que decirle, en realidad no quería que se fuera.
-Esta bien, me iré...pero si me besas, me quedo...para siempre. . -Dijo con sus mano en mis mejillas, refiriéndose a que si yo lo besaba, comenzaríamos a tener algo mas serio y luego quizá llegaríamos a ser novios. Era como si me estuviera preguntando si quería ser su novia, y un beso significaría que si.
Pero no lo hice. Me contuve, aunque luego de que Thomson se fuera de mi habitación me arrepentí por completo..
