Capitulo 3

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Busqué alguna manera de entrar por el techo, pero no, no sé qué haría, porque ni siquiera podía saltarlo, era bastante alto ¿Que clase de persona se olvida lo único que tiene para entrar a su casa?
Maldita sea, ¿Que más podría suceder? Eso me pasa por despistada.

Al parecer comenzaba a ponerme sobria, porque comenzaba a pensar de forma razonable, esperé un tiempo, y recordé que la casa que estaba detrás de la mía tenía muros bajos, lo que me permitiría al menos estar en el hall de entrada.
Fui, y salté el muro, gracias a Dios no estaba electrizado, era uno de los pocos, al menos tenía algo a mi favor, comencé a sentir como los perros de las casas ladraban mientras yo me arrastraba por el techo de la casa de los Robinson, para poder saltar al muro de mi casa, caminar hasta el techo, y caer en la entrada, porque no había otra salida, si dormía en el patio trasero mi hermana me oiría, y la alarma sonaría, eso llamaría la atención.
Estaba a mitad del techo y escucho la bocina de un vehículo, sigilosamente me arrastré para ver y era Mariano, vi que apagó el motor y bajó, antes de que pudiera tocar el portero electrónico le grité.
-¡No!
-¿Belinda?
- ¡Si! Espera, no toques el timbre, ya bajaré.

Bajé lo más cuidadosamente posible, pero estaba tan nerviosa que cuando solo me faltaba poco para pisar la reja de la ventana, me resbalé y me caí sobre el patio que está al costado del hall. Rodé medio metro y caí en la mini laguna que habían hecho, tremendo papelón había hecho, no sé cómo hizo para soportar la risa, pero Mariano solo se quedó serio.
Me levanté y le pregunté que sucedía, me entrego mi teléfono y lo miré como queriendo decir "¿En serio? ¿Ahora?" Pero solo agradecí el gesto, desbloqueé rápido para evitar mirarlo, abrí el portón para salir a saludarlo, y dijo.
-Ay, no me digas que me había llevado tu única forma de entrar a tu casa.
-No, si pude entrar a casa, sólo que me pareció más divertido hacerlo así.- Contesté sarcásticamente.
-Uh, disculpa, no sabía, si no hubiera vuelto antes.
-No hay problema, ahora podré dormir en mi cama al menos, gracias por todo.- Intenté saludarlo con un beso en los labios pero me corrió discretamente la cara, supuse que fue por lo que estábamos en mi casa y podía salir alguien, lo despedí y entré.
Saqué mis zapatos y fui a ver mi aspecto, no sé cuánto tiempo estuve intentando entrar, pero ya eran las 07:30 de la mañana, tiré mis zapatos, me saqué la ropa y la dejé para lavar, me quedé en ropa interior, fui a sacarme el maquillaje, me bañé para no tener olor a alcohol, me sequé el pelo y me acosté.

Me levanté a las 1 p.m. y no sentí la clásica "resaca" estaba mas que bien, mi hermana no se había levantado, estaba en su pieza con su novio, despierta, pero no se había levantado. Le grité desde mi habitación:
-¡Valentina! ¿Que comeremos?
-¡Encarga comida!

Clásico, así serían las semanas que restaban sin mis padres, encargué pastas, hace mucho no comía de mi restaurante favorito.

La cena fue silenciosa, bueno, por mi parte, no hablé, me quedé pensando en la noche que pasé, pero algo no dejaba de pasar por mi cabeza, ¿Por qué al último Mariano me rechazó? Quizá fue porque estaba fuera de mi casa, no lo sé, eso se quedaría en mi mente, no le preguntaré igual, quedaría como una tonta por recordar eso... Pero siempre recordaría ese fin de semana, fue el mejor que había tenido, y dudo que pudiera existir uno mejor.

-¿Bel?- Dijo mi hermana desde la punta de la mesa.
-¿Ah?- Respondí distraída.
-¿Qué tal anoche? No me enteré cuando llegaste.
-Ah, bien, supongo, estuvo divertido.
-¿Y Mariano?
-Él me trajo.
-Ah, ¿Estaba bien? No quiero enterarme que estaba borracho o algo así.-Dijo con cierto tono maternal.
-¿Qué te pasa? ¿Desde cuando sos como mamá?-Le respondí extrañada de su comportamiento
-Vi las cámaras Belinda, subiste por el techo para entrar.

Mierda, ¿Que se supone que le diría ahora?

- Em... Él se llevó mi teléfono y no tenía cómo entrar, además era tarde, no quería molestarte.
- Podrías haberte lastimado, fracturado o algo. ¿Segura que era sólo por eso? No quiero ni pensar que podrías haber estado borracha.
-Al final, ¿Por qué te preocupas tanto? Vos me dejaste salir, y sabes lo que es una fiesta, tenés 18 años, sabes lo que se hace.
-Yo cuando salía a tu edad no tomaba alcohol, empecé recién este año a hacerlo, a la edad que corresponde, y en la fiesta por mis 18 fue la primera vez que estuve ebria.
-Vos sos de otra época.
-Él alcohol siempre se consumió por los adolescentes de tu edad, yo no lo hacía porque simplemente sabía que eso no debía hacerlo. Me sorprende que vos lo hagas, pensé que eras más madura.
-Basta, corta con tu sermón de madre, yo voy a tomar sí quiero, eso no me traerá problemas si me controlo. Además solo tomé esos tragos que le ponen poco alcohol.

Levantó su plato y el de su novio, se fue a dejarlos en la cocina y mientras se iba dijo.

-Espero que el vodka, ron y el tequila hayan estado ricos, y te informo que eso es lo que más alcohol tiene, por si no lo sabías.

Me quedé helada, no pensé que el olor se sentiría en la ropa aún. Pero siendo sincera no me importaba, había tenido la mejor noche de todas, y eso quedaría guardado en mi memoria.

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora