El sol me pegaba en la cara, lancé una almohada hacia la ventana pero olvidé que el vidrio estaba abierto y salió volando por el balcón. Maldición. Debería buscarla antes que se arruine.
Prendí mi teléfono, eran las dos de la tarde. Mi abuela no me habló para almorzar. Me levanté, me metí en la ducha, el vapor del agua me despertó y me relajó bastante.
Salí con una toalla envuelta al cuello, y otra en el cabello, me sentía bien, no sé si fue por la noche que tuve o que dormí bien.Revisé mi móvil y tenía un mensaje de Mariano. Que raro, no acostumbra a escribirme.
-Buenos días!
Una sonrisa se extendió por mi rostro, era la primera vez que me daba los buenos días.
-Buenos días, nene.
Envié eso con pocas esperanzas de una respuesta, Mariano era raro, bastante, era muy buena onda a veces, y súper simpático siempre, pero otras veces era distante y si hablamos por mensaje sus respuestas tardaban, era bastante seco con las respuestas, me molestaba eso, pero me acostumbré.
-Qué tal esa resaca?
-No tengo resaca, jajaja, y vos?
-Wow, que afortunada, yo un poco quemado.Que carajo es "estar quemado"
-Quemado?
-Em... Si, digamos que es la "resaca".Y el resto del día hasta la madrugada hablé con él, me encantaba, y ya no era algo "físico" era algo más profundo, su personalidad, su simpatía y su forma de ver las cosas me encantaron, era una persona adictiva, alguien que querrás conocer mil veces, y que querrás tener mil veces más en tu vida, o quizá era que a mi me resultaba encantador, no sé la verdad, pero algo tenía que me encantaba.
...
Bajé y mi abuela estaba merendando.
-Hola, abuela. ¿Qué tal su día?
-Hola, mi reina. Excelente. ¿Que tal tu noche? No escuché cuando llegaste.
-Muy linda fiesta, gracias. Traté de no hacer ruido cuando llegué, no quería molestarte.
-No me molestas, hermosa. Es un gusto para mí saber que llegaste bien, con lo peligrosa que es la calle ahora.
-Siempre llegaré bien, me trae Mariano, y el es responsable.
-Me gustaría conocerlo alguna vez.
-Si, quizá alguna vez lo conozcas. Bueno, me voy a casa de Luciano, comeremos pizzas con todos allí.
-Esta bien linda, si quieres pueden venir para aquí.
-Claro, cualquier cosa le mandaré un mensaje.
-Bueno, linda. Nos vemos. Con cuidado....
Toqué el timbre de la casa de Luciano, salió sólo él, al parecer no llegaron los demás.
-Hola, Luchi ¿No llegaron los demás?
-Bel, no aún no. Vamos a comprar las cosas para cocinar.
-Vamos.Sacó su motocicleta y me subí detrás, fuimos a supermercado más cercano, aunque en mi zona, todo tipo de comercio quedaba un poco lejos.
Mi móvil sonó, el nombre de Sofía apareció en la pantalla, junto al número cuatro, que señalaba la cantidad de llamadas perdidas. Respondí, me dijeron que ya estaban esperando en casa de Luciano, terminamos de comprar y nos fuimos....
Estuvo todo normal mientras comíamos, aunque los chicos insistían en que cuente con detalles lo que pasó el viernes, no quería hacerlo, no lo hice, conté lo de Luca solamente y dije que Mariano me llevó temprano a casa. Luego comimos las pizzas, nos fuimos, Luciano se ofreció a llevarme, dijo que era tarde para llamar a un taxi así vuelva. Tenía razón. Accedí a que me llevara en su moto. Aunque ya estábamos en pleno invierno, esa noche no fue tan fría.
Volví a mi abuela, tomé mi móvil. El nombre de Mariano apareció acompañado de un mensaje que decía "Hola, linda ¿Cómo estás?"Una sonrisa se dibujó por mi rostro, no solía demostrar ese interés, éstas actitudes eran nuevas, y me gustaba.
Eran las 4 de la madrugada, y nuestra charla permanecía bastante activa, hablábamos de cosas paranormales , cuando de pronto escribió...
-Me gustaría conocer esos lugares. En unos años me prometes que iremos?
Su promesa me emocionó, aunque seguramente no se cumpla, empecé a fantasear sobre cosas que podríamos hacer, pero luego me di cuenta de que era algo estúpido.
-Bel?- Escribió
-Si?
-Crees que podrías salir ahora y vamos por ahí?Lo pensé unos segundos, lo arriesgado y probable que sería que se enteren que salí a la madrugada, pero preferí correr ese riesgo.
Esperó por mí a unos metros de la entrada de dónde vivo. Yo salí con la excusa que el gato de mi abuela estaba por la calle.
Subí a su camioneta, y ésta, arrancó.
Tras varias vueltas nos frenamos en un parque donde no siempre pasaba gente, nos sentamos en la caja de su camioneta, hablamos de sus planes para su futuro, de mi futuro, y cosas así. Podía ser un adolescente un tanto irresponsable pero tenía buenos planes para su futuro, queria ser ingeniero civil, y sé que lo logrará, el año que viene egresa y tiene que salir con un buen promedio, así que eso explica porque era buen estudiante.
Seguimos con una charla que cada vez era más profunda, pasó un buen tiempo y empecé a bostezar, me recosté en su pecho, mientras lo abrazaba, sentí su respiración en mi frente, presionó sus labios contra mi frente, sin besarla. Podía sentir su calidez, y nunca antes nadie me había llenado de tanto amor como él, me sentía completa a su lado.
Me desperté, durmiendo en su regazo, dentro de la camioneta, mientras el manejaba, lo ví desde abajo, él bajó su mirada, se corrió hacia el costado de la calle.-No quería despertarte, estabas cansada.- Me dijo con una voz suave.
- Gracias, igual no habría problema con que me despertaras, y cargarme hasta aquí no debe haber sido fácil.
-No fue nada, Bel. Parecias tan tranquila durmiendo.
-Gracias.
-¿Por qué? ¿Por cargarte hasta aquí?
-Por esta linda escapada.Se acercó a mí y me besó. Toda la calidez y suavidad de sus labios la sentí, me estallaba el corazón de amor con cada beso.
Retomamos el camino, y me dejó en la entrada de mi vecindario. Entré ignorando que ya era de día y que muchas personas estaban saliendo para ir a correr, trabajar (aunque fuera domingo) y otras actividades.
Entré silenciosamente a mí abuela por la escalera que está en el patio trasero, me acosté, y me hundí en un profundo sueño.
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Mi primer amor.
RomanceBelinda, una inocente novata de 13 años en un prestigioso colegio, narra su historia con Mariano Escurra. Un chico de 17 años con una lindura particular y un carisma que lo volvía encantador a los ojos de cualquier persona, quién logra ganarse el co...