Mi primer amor.

Capítulo 12

Tuve que volver a casa, a los dos días junta de urgencia con los accionistas por problemas en una de las sucursales que quedan literalmente en el culo del mundo, es decir, lejísimos. Ni sé porqué volví.
Felipe me invitó a pasar un día entero con él, desde el almuerzo, hasta el after. Acepté. Prácticamente era independiente porque mi hermana entró en una depresión tremenda, cortó con su novio, la engañó o algo así, entonces descubrió la maravillosa frase "Una mente ocupada no extraña a nadie" lo que la inspiró a estudiar más. Dejó la carrera que estudiaba, creo que era Derecho, y se puso a estudiar relaciones internacionales, o algo de eso para la empresa, y a la vez hacía otros cursos de Derecho, idiomas y así. Prácticamente estudia, come, se baña, y duerme. Ni atención me da así que me mando sola.
Feli pasó por mi a las 12, manejó unos 90 minutos por la ruta, se bajó a comprar pizzas y cerveza en un lugar que nos quedó de pasada, fuimos a la playa, comimos, dejamos la ropa en el auto y nos metimos al mar en ropa interior, salimos y tomamos sol, bueno, yo tomé sol.

-Eres interesante, lo supe cuando te ví sola en la bici. - Dijo rompiendo el silencio.
-¿Qué es lo que viste?
- Vi una chica linda, que iba observando la ciudad como si fuera la primera vez, creí que eras una turista a decir verdad, ese choque que te di no fue accidental. ¿Lo sabes?
- ¿O sea qué tu forma de ser coqueto conmigo era porque pensaste que me iría pronto?
- ¡No!- soltó una risa- ¿Siempre sacas conclusiones adelantadas verdad?- volvió a reir - me pareciste linda, delicada, e interesante. Interesante porque se notó que sos observadora y la gente así suele tener muchos pensamientos que son dignos de escuchar.
- Yo solo creí que eras un imbécil que quería charlar. -Solté en tono de broma.
- Observadora y acertada.

Abrí la cerveza y le di un trago, fue mas para relajar el ambiente.
-¿Venís seguido a ésta playa?- Pregunté mientras le pasaba la cerveza.
- Mi casa de fin de semana es aquella, así que sí, prácticamente vivo aquí.

Miré a la enorme casa que estaba a unos metros de nosotros.

- Es linda, un amanecer ahí debe ser inspirador.
- ¿Querés entrar?
- Ya que me invitas- Dije mientras le soltaba una mirada.

Subimos al auto para que lo estacionara dentro de la casa. Bajé y un olor a cítricos me invadió.

- ¿Te hago el tour?
- Acepto.

Empezó mostrándome el comedor que daba una placentera vista al mar, junto a él estaba la cocina. Abrió una puerta que dejó ver un salón con un piano enorme y una escalera. La subimos, me hizo conocer todos los rincones de la casa para finalizar en la terraza, tenía un sillón inmenso como una cama, nos acostamos en el.

- Tour finalizado. - Dijo mientras se acercaba para besarme.

Sentí sus labios, y le seguí el beso.

-Y... ¿A qué hora es la fiesta?- Pregunté.
- ¿Fiesta?
-Me prometiste una velada completa, hasta el after, si hay un after, debe haber una fiesta.
-Podemos organizarla, aquí.
- ¿Lo dices en serio?

-Claro.

-Pero deberíamos volver porque necesito ropa, estoy completamente desentonada para una fiesta.
-Sigueme. - Me extendió su mano.

Lo seguí y me llevó hacía una de las habitaciones, agarró un control remoto y el armario comenzó a desplazarse dejando ver una habitación llena de ropa.

-Esto es extraño- reí- ¿Por qué tendrías tanta ropa?

Entré al armario y me perdí en la inmensidad de vestidos y zapatos.

-¿Qué es esto? Creí que no tenías hermanas.
-Mi madre es diseñadora, estos diseños estuvieron en la pasarela de Milán el año pasado. Es como "Embajadora" de la marca.