Parte 1

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Dicen que una persona vive con miedo hasta que se atreve a enfrentarlo, yo no lo creía, hasta que lo conocí en mi. Yo crecí en un mundo donde para sobrevivir, había que seguir las reglas. Pues si no lo hacías, bueno ya saben lo que pasa si no actúas con base a eso. En fin, crecí en una sociedad donde los humanos estaban en una guerra constante contra los Bio-terroristas, (personas con poderes extraordinarios) y mientras eso pasaba, los que no estaban en guerra, (es decir, los de en medio) vivían vigilados por soldados denominados Capturadores . Esos Capturadores eran soldados entrenados para matar o atrapar a los criminales mas peligrosos del país. Ahora se dedicaban a vigilar a las personas que vivían en las ciudades (bajo las ordenes del Gobierno). Vigilaban cerca de las casas, de los edificios, las calles y las escuelas. Sus ordenes eran encontrar personas que se sospechaban, podían ser Bio-terroristas. Si alguna vez te encontraran a ti como sospechoso, estos tienen la orden de atraparte o tal vez matarte. No lo se, nunca lo supe. La verdad solo pensaba en mantenerme lejos de eso, claro que no me iba a durar para siempre, pero al menos me funcionaba. Como sea, esta situación inquietaba a los ciudadanos de Stanford, porque vivían con miedo a que los culparan de algo que no tenia sentido o que culparan a sus familiares. Nadie sabia como responder a este problema, así que debían seguir las reglas y, si era necesario, entregar a uno de sus familiares que se sospechaba, podría ser un Bio-terrorista. Nadie iba a dejarse culpar por uno de ellos, porque también esos soldados tenían ordenes de castigar a los que encubrieran a un Bio-terrorista(si es que los encontrasen culpables o no), pues para ellos era una clara señal de contribución con el enemigo para atacar a la humanidad o al Gobierno. Lo cual implicaba una sentencia de muerte para aquel que protegiera al enemigo. Antes no me importaba eso, digo antes, porque después de lo que me paso, debía tener cuidado. Pues esto decidiría mi futuro y el de las personas que me rodeaban. Como lo dije antes, no conocía el miedo, hasta que lo descubrí en mi. Ya que en mi interior se ocultaba un gran poder dentro, muy dentro de mi.          

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