"Siempre he pensado que las mejores historias no tienen principio ni final; siempre habrá una continuación, o una versión alternativa de la historia. ¿Por qué esas son las mejores historias? Porque siempre habrá algo más contar, un detalle más por describir, un personaje más por presentar..."-Escribí en mi laptop para luego cerrarla y recostarme en mi suave cama sobre una gran cobija de color azul con morado. Mire hacia arriba, el mismo techo de siempre, en el mismo cuarto de siempre, ocupado por mí, la misma persona de siempre.
¿Por qué siempre me resultó tan satisfactoria esta monotonía y de repente me parecía deprimente?
Dí unas cuantas vueltas sobre la cama intentando ignorar el pensamiento tortuoso que me recordaba que mi vida le resultaría deprimente a cualquiera; todo el día escribiendo frases poéticas en mi Twitter, para luego empezar a pensar en qué hacer por mi vida después de que me graduase no era el mejor plan que a cualquiera se le pudiera ocurrir, pero yo estaba contenta con ello, de alguna forma, me hacían sentir diferente.
Afuera de mi cuarto se escuchaban unos gritos que yo acallaba con la música que salía de mis audífonos, pero los gritos se volvieron cada vez más fuertes, al punto de que "Andy, You're A Star" de The Killers ya no podía escucharse más alto que aquellos gritos.
-¡¿Pueden callarse?! ¡Intento hacer mi tarea y ustedes no me dejan con sus incesantes gritos!-Grité abriendo la puerta de mi habitación para dirigirme a mis padres que se encontraban en el pasillo discutiendo sobre un tema que no resultaba ser muy interesante para mi persona, para luego cerrar la puerta de un portazo y volver a recostarme en mi cama.
Desafortunadamente, el volumen de los gritos no bajó, así que salí de mi habitación con el fin de salir del apartamento, una vez afuera, tomé el ascensor y subí los pisos que necesitaba para llegar al último piso, el 12, bajé del ascensor y me fijé que la cámara de seguridad estuviese apagada como siempre, me paré bajo a la trampilla y halé las escaleras, para luego subirlas y encontrarme con la preciosa terraza iluminada por unas cuantas lámparas y por un cielo perfectamente estrellado. Esta estaba cercada y únicamente ocupada por una gran satélite de televisión, y ahora por mí. Me senté en el borde de esta agarrándome de la baranda y me dispuse a observar del bonito paisaje que se encontraba frente a mis ojos.
Pero mi felicidad no podía ser eterna, un grupo de chicos salieron a jugar fútbol en las afueras de los edificios, y para mayor desgracia, unos gritos me obligaron a mirar hacía abajo, ellos gritaban y chiflaban como si nadie durmiera a las 10 p.m.
¿Podrían largarse? Esto no es una cancha, malditos zoquetes.
-¡Hey! ¡Tú! ¡La princesa de la torre!-Gritó un chico que se encontraba 10 pisos más abajo, diriéndose a mi-¿Vas a contarnos tu maravillosa historia de amor?
Tienes que estarme jodiendo.
-Sí-Dije con el tono más dulce posible-Es acerca de cómo te metí esto-Mostrándole mi dedo medio-Por el culo.
Después de decir esto, sus amigos comenzaron a burlarse, y noté, cómo su tono de voz cambió de burlón a desafiante en un instante.
-Pero te gustó ¿No es así?-Contestó.
-La verdad es que no.-Repliqué con una sonrisa de suficiencia-Pero debería ser yo la debería preguntar eso, porque se nota que tienes experiencia en ese tipo de cosas.-Finalicé viendo como se quedaba sin palabras y sus amigos se burlaban de él ante su silencio.
¡Boom! Toma esa menso.
Con esto último, me paré y me dirigí a la trampilla para volver al apartamento, pero con la certeza de que había ganado esta -estúpida-conversación.
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Tú, Mi Peor Pesadilla.
Любовные романы"-Oye princesa-Dijo con tono burlón que se encontraba a 10 pisos más abajo.-"¿Por qué no vienes a contarnos tu linda historia de amor? -Está bien-Contesté con el tono más dulce posible-Mi bella historia de amor trata de cómo esto-Mostrando mi dedo...