My Lost Half - Mericcup #3

... XI ...

Voy en camino a mi tortura. Tengo algo de miedo, pero aun así, no puede ser peor a lo que me enfrente hace años. Lo malo es que no hay ningún Hiccup aquí a mi lado. Y no lo tendré hasta que por su cuenta descubra como acabar con la droga que se apoderó de su cuerpo.

Llegamos a una sala, es regularmente grande. Tiene una mesa con varios objetos encima que no alcanzo a ver, y un poste grueso y con cadenas. Je, me recuerda a algo de mi pasado. Tengo mas miedo aun al saber que me enfrentare sola. Me llevan al poste y me encadenan, de modo que estoy practicamente colgada del arbol. Me siento muy estupida. Estoy casi colgada del tronco. Drago esta atrás de mi, y Justin esta recargado a la pared, cruzado de brazos.

-¿Conoces las reglas? -me dice Drago, acompañado de una risa.

-¿Gritar lo mas que pueda para enfadarlos y llorar lo menos posible? -me burlo. Hago un esfuerzo y en vez de estar colgada estoy de rodillas.

-Te hare una pregunta. La respondes, te liberamos, no lo haces, te azotaremos -dice cruelmente-. No te preocupes, no son preguntas muy complicadas.

Entonces veo de reojo como dos vikingos estan escogiendo armas de la mesa, y hasta se pelean por ellas. Entonces, se que va a sonar extraño, pero me incomoda el silencio y la espera, y saco tema de conversación.

-¿Este es el mismo lugar de la última vez? -le pregunto a Drago. Justin alza la mirada de golpe, confundido. Es muy irónico, Drago tiene toda su confiamza, burno, casi, y no le ha dicho nada. Drago sonríe.

-Si, ¿Aun lo recuerdas? -me pregunta.

-Claro que lo recuerdo. Cada dia de las peores semanas de mi vida -respondo.

-Pues te prometo que esas no serán nada comparado a estas -dice-. Reemplazaré esos recuerdos con unos nuevos.

-Claro, debería agradecerte por reemplazar mis pesadillas con unas peores. Te lo debo -digo sarcasticamente.

-¿Entonces por que te quejas de las anteriores si sabes que estas son peores? -dice Drago. Los vikingos escogieron un arma, que no se bien que es. Parece un mango con cuerdas que en la punta tienen como campanitas... No lo identifico bien. Como sea, se me enchina la piel al verlo.

-Okay, primera pregunta -dice Drago. Agacho la cabeza y cierro mis ojos. Agudizando asi todos mis sentidos. Escuho las pisadas de Drago, y por mas increible qie paresca, tambien escucho la agitada respiración de Justin. Como si le incomodara o asustara la situacion. Pero es mas que seguro que no es la segunda opción-. ¿Quien fue el primer vikingo en entrenar Dragones?

Estaba por responder, obviamente: mi padre; Hiccup Horrendous Haddock III. Luego pensé, que si quisieran a mi padre, lo abrían buscado a él, y no a mi. Entonces ellos saben que no fue el primero. Pero entonces, ¿quien fue? No conosco esa parte de la historia.

-Yo.. No se.. De verdad -es lo único que digo.

-No es posible, ¿la hija del Jefe de Berk, desconoce eso? No lo creo.

Miro de reojo a Justin, me mira seriamente, y con algo de lástima en su rostro. Espero que reaccione, que haga algo, pero solo me mira. Veo la sombra del mano alzarse, y cuando esta por caer Justin aparta la mirada, y me doy cuenta.

Nos con campanitas. Son pinzas pequeñas.

En cuanto hacen contacto con mi piel, se adhieren con fuerza, causando un dolor agudísimo, que me fuerza a morder mi labio con fuerza. Entonces lo jalan sin piedad, arrancando pedazos de mi piel. A este paso, me van a despellejar lentamente. Suelto el aire de golpe, acompañado de lágrimas de dolor. Jadeo.

-Muy bien. Siguiente pregunta -dice y lo escucho caminar por la sala. El liquido caliente se abre paso por mi espalda. Se siente pegajoso y asqueroso-. Siguiente pregunta, ¿Quién mas tiene poderes ademas de tu familia y los cuatro grandes?