My Lost Half - Mericcup #3

... XII ...

POV JUSTIN

Ay Thor, eso fue demasiado. Para cualquier persona habria sido demasiado. Admiro su fortaleza y fuerza de voluntad. Yo estando en su posición, habría gritado todo lo que me hubieran pedido. Me siento como un cobarde a unblado de ella. Es alguien digna de admiración. No se por que, pero siento que los azotes me dan a mi también. Y eso que yo ni siquiera estoy sangrando, es sorprendente, por que, aun asi, me siento culpable, de estar presenciando esto y permitir que la dañen

-Justin -la voz me recorre la espalda como un cubito de hielo. Hago mi mayor esfuerzo para que no se note la sensación que me causa su voz. Hago todo mi esfuerzo por ocultar lo que siento, como por, alguna razón, lo he hecho desde siempre. Ella... me voltea a ver con las pocas fuerzas que le quedan. En cuento mueve la cabeza hacia mi dirección. No tengo el valor de sostenerle la mirada, la aparto para enviarla directamente a Drago, y rápido, para que no lea lo que siento.

-¿S-Si, Drago? -es lo único que se me ocurre decir. Fue una respuesta de acto reflejo.

-Ven aquí -me indica y señala a un lugar a su derecha. No me gusta hacia donde se dirige la cosa. Obediente voy, obligando a mis pies a avanzar. Pero me siento como un perro, y eso hace que mis pies se queden congelados en el suelo. Pero no tengo valor de responderle, soy un maldito cobarde, y no puedo gritarle en la cara que no puedo, que no quiero.

-¿A-Ahora? Por que, no creo que sea completamente necesario, digo he estado aquí sin hacer nada y, no se, p-podrísd hacerlo tu y... yo... -agh, me siento tan estúpido. Pero al parecer eso soy, y es lo único que seré incapaz de ocultar por el resto de mi vida. Drago rueda los ojos. Trago saliva.

-No, mañana. Si, ahora mismo, idiota -convierto mis manos en puños, y trato de usar esa rabia dentro de mi para avanzar. Pero no funciona. Soy un inútil.

-¿Ya? Osea, ¿Ya, de ahora, ya de un rato..?

-VEN -su bramido me revienta los tímpanos y parece que mis pies ya se encendieron. Apresuradamente me encaminé hasta su lado. No pude evitarlo ya y miro la espalda de ella: pintada completamente de un brillante carmesí, con rajaduras por todos lados, la piel magullada y arrugada. Por alguna razón, pude sentir eso mismo en mi espalda. No se si hice un esfuerzo para ser empático o si lo sentí sin poder evitarlo. Pero estoy seguro, que es una de las sensaciones mas desagradables de toda la vida. Temeroso de lo que vaya a hacer, o por que me puso en esa posición para contemplar el horror en la piel de Ella. Lo miro a los ojos, me concentro y lo miro seriamente. Ni una pizca de temor se ve reflejada en mis ojos. Entonces todo señala directo a lo que temía: extiende el mango del látigo para que yo lo agarre. Eso es enfermizo. Mira a la espalda de Ella y le ordena-. Ilyanna, cuéntalos. Y tu, Justin, dale 5 mas.

Bueno, eso comparado con los 70 o mas que le acaban de dar es exageradamente poco. Pero aún así, no soy capaz de dar uno solo, ¿como lograré eso cinco veces continuas?. Ella tiene un alma valerosa, fuerte y entregada, decidiendo poner su propio sufrimiento sobre lo que quiere proteger, por lo que moriría por proteger. Incluso si estuviera equivocada ¿como se puede dañar una persona así? Eso es de... cobardes. Miro a Drago mientras pienso en esta última palabra, pero ya no me molesto en ocultar me horror.

-¿¡Que!? -exclamo moviéndome involuntariamente hacia atrás. No me lo perdonaría. Este corto tiempo con ella... Bueno, me sentí importante, sentí que alguien se preocupaba por mí. Tal vez estoy siendo ingenuo en creer eso, pero nunca nadie había tenido el tiempo de escucharme. No me perdonaré nunca lo que le voy a hacer esta chica, que a pesar de todo lo que he hecho en su contra, me mira como si me perdonara en cuanto la dañara. Es... bellísima, tan natural, que diría que es mas bella que la misma Afrodita. ¿Como eres capaz de lastimar a una persona así? Una persona que perdona tu falta en el acto. No se si seré capaz. Pero soy tan cobarde que lo haré. Una parte de mi me esta diciendo a gritos: "¡¡AZOTALA, FUERTE Y TENDRÁS LA CONFIANZA COMPLETA DE DRAGO!! NO TEMERAS NUNCA DEFRAUDARLO" y la otra era tan potente a pesar  de ser solo un pequeño susurro dentro de mi cabeza: "No vale la pena, dile que no lo harás. Tienes que plantearle frente en algún momento, puede ser ya. ¿Acaso ella te perdonaría?". Con esas dos opciones se desató la guerra dentro de mi conciencia. Entonces su voz hace que esa batalla se congele junto conmigo.