Prologo:
De un segundo a otro siento como me arrinconan de frente en una pared dejándome de espaldas a el que lo hizo y volteo sobresaltada.
- Te hice mía por que me encantaste. Por que aún me encantas y por que tus ojos desde el primer momento me...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Hola hermosa.
- No, alejate de mi...
Aaron desaparece.
Todo en absoluto desaparece.
Entre las penumbras un pasillo aparece enfrente de mi con una puerta al final de ella. Derrepente me veo entrando por esa puerta.
Enfrente de mi está Christian en el cuarto de juegos con una fusta en la mano.
- Hola nena. Ven ¿Jugamos? - me pregunta con una sonrisa cínica.
Derrepente aparece Aaron y me toma por detras. Siento como soy aventada a la cama del cuarto.
Al intentar moverme veo que tengo los tobillos y las muñecas amarrados a la cama. Siento como un cuerpo se sube encima de mí y al ver hacia arriba veo que es Christian.
- ¡Christian bájate! -le grito de inmediato y me intento deshacer de el nudo de mis manos pero simplemente no puedo.
Esto me desespera cada vez más.
- Vamos zorrita... Nos divertiremos mucho. - la cara de Christian cambia. Ya no es la suya ni tampoco su cuerpo. Es la cara y cuerpo de Aaron.
El me empieza a besar el cuello y a tocarme las piernas.
- ¡No! - grito.
Siento como un par de brazos me sacuden.
- ¡Anastasia! ¡Despierta! - abro los ojos.
Estoy sudada y agitada.
Al voltear veo enseguida de mi a Jay con esa caracteristica mirada de preocupación que ya me acostumbre a verle.
Rápidamente rodeo mis brazos en su cuello y lo abrazo con fuerza, apoyó mi cabeza en su hombro y su tan característico olor llega a mis fosas nasales haciendo así que me vaya calmando lentamente mientras lo abrazo mas fuerte. El me tiene rodeada de la cintura con sus fuertes brazos.
- ¿Ya estas mejor Ana? - me pregunta y asiento.
El suspira y se acuesta. Me acuesto con el dejando mi cabeza acurrucada en su pecho mientras me acaricia el cabello lenta y dulcemente.
- ¿Que fue esta vez? - le pregunto mientras paso mi brazo por su abdomen y me abrazo a el.
- Lo mismo... Ya no se hasta cuando podre soportar lo mismo. Lo unico que me consuela ahorita es saber que no estoy solo contra esto. - me dice y me aprieta a el.
- Por supuesto Jay. Tú sabes que eres bien recibido. Espero que pronto tus padres cambien de mentalidad. - le digo y le doy un beso en la mejilla, haciendo que el cierre los ojos mientras sonríe.
- ¿Alguna vez te eh dicho cuanto te amo? - me pregunta y yo río levemente mientras volteo a ver mi reloj en mi mesita de noche. Son las 5:40.
Me levanto y me quito la pijama, quedando en ropa interior y le aviento la ropa a la cara.
