Prologo:
De un segundo a otro siento como me arrinconan de frente en una pared dejándome de espaldas a el que lo hizo y volteo sobresaltada.
- Te hice mía por que me encantaste. Por que aún me encantas y por que tus ojos desde el primer momento me...
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Suspiro a la vez que me levanto y ayudo a Aileen a levantarse.
- No necesitan que les expliqué nada. Suficiente fue con decirlo. Ya basta. - hablo a la vez que me acerco a la cama para sentarme.
No dejo que se me note pero me siento sumamente mal.
- Pero An... - interrumpo a Jayden.
- Dije que ya basta. - hablo con voz fuerte y demandante - No lo repetiré Jayden. - asiente resignado. - Bien. ¿Quién firmará el acta? Deseo irme de aquí lo antes posible.
- Respecto a eso... - habla nerviosa Kate.
- ¿Qué?
- Mentí. - habla ahora Gabrielle - Aún no te puedes ir ni aunque firmemos.
- Pues hagan algo. Lo que sea. Detesto los hospitales.
- Ay vamos.. tal vez sean uno o dos días más, no pasará...
- Durante la enfermedad de mi padre yo era la que lo cuidaba... Y cuando recayó yo fui la que lo siguió cuidando. Créanme... He estado suficiente tiempo de mi vida en hospitales. Saquenme-De-Aquí-Ya. - hablo entre enojada y harta.
- Hablaré con el doctor. - dice Christian y sale de la habitación.
Los chicos se me quedan viendo de la única forma que siempre he odiado que me vean.
- Largo. - les ordeno.
- ¿Qué? - habían sorprendidos.
- He dicho que largo. Cuando aprendan a volverme a ver con amistad y respeto vuelven.
- Ana ¿De qué... - interrumpo a Jayden.
- Reconozco la mirada de lástima a millas de distancia, ahorrense el negarlo y solo vayanse. - me recuesto en la cama y les doy la espalda a la vez que me cubro con las cobijas.
Escucho suspiros atrás mío y también susurros antes de escuchar la puerta abrirse para después cerrarse.
Al rato escucho que es abierta de nuevo.
- Les dije que... - me volteo para darles la cara pero me detengo al ver a Christian frente a mi.
- Me dijeron que los corriste.
- Si. - me devuelvo a mi antigua posición.
- ¿Puedo saber por qué?
Suspiro pesadamente.
- La forma en que me veían me irritaba, lo hacían con lástima. Ya no me ven como antes.
Escucho sus pasos hasta estar enfrente mío y sentarse en un banco que estaba enseguida de la cama.
- No puedes pedir que nadie cambie. Están en shock, no es algo fácil de digerir... - habla a la vez que acaricia mi mejilla izquierda.
Por extraño que parezca su toque no me desagrada, al contrario. Sin poder evitarlo pego más mi cara hacia su caricia.
