Prólogo

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-De ahora en adelante, serás conocida como Regina, Regina Bestiae, nunca lo olvides...

-Claro que no Arcan... - entonces la luz de Arcan se apagó por completo, al tiempo que la noche caía oscura y tenebrosa, la lagrimas de Regina cayeron al suelo y se volvieron flores de cristal, no hubo luna que alumbrara el panorama, los lamentos de los monstruos que le acompañaban en el lecho de muerte de Arcan resonaron en todo el bosque, hasta llegar a la villa, apretando el corazón, llenando de tristeza a quien les oía; Arcan había detallado a perfección su última voluntad: su sucesora, seguida de las bestias del bosque, le acompañarían hasta el punto más alto del acantilado, Babaron prendería fuego a su cuerpo y esperarían a que este se volviera cenizas; así se hizo, Regina, Babaron, Wardo, Elphias, Donahov, y Olwer, jefes de los clanes de las Bestias del bosque acompañaron a su nueva reina hasta el amanecer.

El primer rayo de sol que tocó las cenizas reveló una de las más grandes y hermosas magias de Arcan: un pichón de fénix emitió su primer llanto alegre, Regina y los jefes de los clanes se acercaron asombrados al ver al pequeño pichón en el que se había convertido Arcan, los rugidos de júbilo sacudieron los arboles del bosque, el día parecía más brillante y alegre; Regina tomó al pichón en sus manos, volvió a su hogar el bosque, seguida por los jefes.

Ese día la primavera llegó a Red Apple Village; los aldeanos gozaron de aquel maravilloso día, organizaron un banquete e invitaron a Regina, sin embargo, ella decidió rechazar la invitación, debía cuidar el bosque y sus bestias ahora que ella era su reina y los tiempos oscuros amenazaban con ensombrecer la alegría.

Red Apple Village: La reina de las bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora